Cuando las mujeres quedan embarazadas después de los 40 años, generalmente ocurre debido a tres razones esencialmente: problemas de fertilidad (no pudieron tener hijos cuando eran más jóvenes), realización personal (desean conformar a una familia a esa edad) y realización profesional (durante su juventud les dieron prioridad a sus trabajos y estudios).
Hay varias personalidades famosas que han tenido hijos a esta edad o incluso después, como es el caso de Nicole Kidman, Mariah Carrey y Salma Hayek; sin embargo, antes de tomar esta decisión, las artistas estaban conscientes del riesgo que corrían tanto ellas como sus hijos al asumir este “reto”.
Según un estudio realizado en la Universidad de Maryland, en los Estados Unidos, el riesgo que corre una mujer al quedar embarazada después de los 40 años es el doble que el asumido por mujeres entre los 20 y 30 años de edad.
Antes de tomar esta decisión, le recomendamos (a ti y a tu pareja) que analicen los siguientes contratiempos que posiblemente puedan presentarse durante y después del embarazo para ti —futura madre— y tus hijos:
1. Anomalías genéticas en los hijos.
Los hijos pueden nacer con enfermedades o trastornos genéticos producto de la edad de la madre, ya que al llegar a los 40 años el organismo femenino no puede dividir los óvulos y, por lo tanto, los bebés nacen con enfermedades como el Síndrome de Down.
2. Enfermedades en las madres.
La Asociación Americana de Diabetes afirma que al gestar después de los 30 o 40 años, las madres están propensas a desarrollar diabetes y presión alta, debido a que durante el embarazo el páncreas funciona horas adicionales para generar la insulina necesaria para favorecer el desarrollo del nuevo bebé. El inconveniente radica en que no reduce los niveles de glucosa de la sangre, todo lo contrario, los aumenta, lo que provoca lo mencionado anteriormente (diabetes e hipertensión) y, además, sobrepeso y exceso de líquido amniótico.
3. Nacimiento por cesárea.
Cuando tienes 40 años o más y quedas embarazada, la placenta suele bloquear el cuello uterino y, por ende, será necesario que te sometas a una cesárea para poder dar a luz.
4. Disminución de las posibilidades de estar en todos los momentos importantes en las vidas de sus hijos.
Para que una madre pueda disfrutar al máximo a sus hijos y el tiempo pasado con ellos, debe tenerlos a una edad temprana, puesto que a medida que pasen los años, será más difícil estar allí en los eventos clave de su vida, como lo son los matrimonios, graduaciones de la universidad e incluso es muy probable que no conozcan a nietos o biznietos.
5. Infertilidad.
Si has intentado ser madre después de más de medio año y todavía no lo logras (y eres mayor de 35 años), es tiempo de hacerle una visita al ginecólogo, pues muy probablemente debas intentarlo después de someterte a algún tratamiento de fertilidad. La infertilidad puede darse como producto de varias afecciones: endometriosis, tumores en el útero o bloqueo de trompas de Falopio. Igualmente, si tienes 35 años o más, el riesgo de sufrir un aborto espontáneo aumenta considerablemente.
Por lo tanto, a las madres que deseen tener sus hijos después de desarrollarse profesionalmente y personalmente, les aconsejamos que tomen en cuenta estas precauciones y estén conscientes de que, de acuerdo con la Sociedad Estadounidense de Medicina Reproductiva, el 50% de las mujeres con más de 40 años sufren de dificultades en lo que a fertilidad se refiere.