MARCO A. SOTO SE DIRIGE A CÁMARA DE COMERCIO EN SAN FRANCISCO CALIFORNIA.

(Nota del periódico San Francisco Merchant, 22 junio 1883)

Atendiendo  una invitación de la Cámara de Comercio de esta ciudad, don Marco Aurelio Soto, Presidente de la República de Honduras se hizo presente en la sede de la Cámara aquí en San Francisco. El Presidente Soto fue escoltado hasta el salón por las autoridades de la Cámara, los señores Jacobo S. Taber y Horace Davis. La bandera americana y la hondureña engalanaban el asiento principal del Presidente Soto.

El Presidente Soto habló brevemente ante ellos en español y con una traducción leída en inglés de toda su presentación después de sus palabras. La audiencia fue grande y con varios presentes que entendían el idioma español dio lugar a que respondieran con manifestaciones de aplausos durante la presentación, admirando la manera placentera, digna y elocuente, catalogándola como una pieza fina de oratoria. A continuación una traducción literal de las palabras del Presidente Soto:

Caballeros: mis disculpas por no poder hablar inglés con la perfección requerida para dirigirme en tan bello lenguaje a tan distinguida y respetable audiencia. Esta razón me ha obligado a hacer una traducción en su idioma. La información resumida que os presentaré es sobre la riqueza natural de Honduras, su situación económica y política actual; pero antes de que sea leída, permítanme dirigir  a ustedes unas pocas palabras sobre la importancia, que en mi opinión debe darse a las relaciones comerciales de este país con las repúblicas de Centroamérica, que desafortunadamente son poco conocidas y frecuentemente juzgadas injustamente.

La unión americana causa asombro al mundo entero por sus instituciones liberales y el progreso en su crecimiento. Todas las naciones exportadoras están obligadas a buscar los mejores mercados para su producción. Yo creo que los mercados que tienen las mejores condiciones para el comercio de exportación con ustedes son sin duda los de la América española y entre ellos sobresalen los de Centroamérica, que por su posición geográfica están destinados a ser los centros comerciales más activos en el continente americano.

Honduras está bien cerca de los Estados Unidos de América y por esta circunstancia es una razón más para incrementar las relaciones comerciales entre ambos países. De New York a Puerto Cortés hay 1,750 millas y está a 146 horas en barco. New Orleans está a tres o cuatro días de Trujillo, y al fino puerto de Amapala en el Pacífico en la bahía de Fonseca, se llega en 148 horas de esta gran ciudad y la cual correctamente es llamada “La Reina del Pacífico”.

Cuando el proyecto del ferrocarril interoceánico desde Cortés hasta la bahía de Fonseca, cuando esa acción sea realizada, que tuvo su origen en la mente de un hijo ilustrísimo de este país, el señor Squires, y quien siempre vivirá en el corazón de los hondureños, entonces Honduras será un entre puerto que facilitará la comunicación entre los puertos de los Estados Unidos ubicados en el Atlántico y los del Pacífico.

Honduras ofrece a los hijos industriosos de este país, sus anchos y fructíferos campos, acostumbrados a todos los propósitos de agricultura; ofrece sus tesoros minerales que están casi inexplorados, sus ríos navegables y sus magníficos puertos. En otras palabras les ofrece  sus ricos y numerosos productos naturales, su materia prima de gran valor y sus magníficas costas bañadas por dos océanos.

Toda nación necesita intercambios con otra nación. Lo que se produce en un país no se produce en el otro, he allí el trueque; por lo tanto el comercio.
Ustedes tienen una gran necesidad de productos tropicales, los cuales crecen espontáneamente en Honduras y que pueden ser obtenidos a buenos precios. Nosotros necesitamos los productos de su industria, facilítenlos a nuestros mercados y les ofreceremos los mejores términos económicos.

Invito a la empresa americana que vaya a mi país. Y estoy seguro que obtendrán las mejores y más favorables consideraciones. Yo deseo esto, porque para mí, trabajar en el mejoramiento de las relaciones comerciales es trabajar para el progreso de la humanidad. El comercio debe ser -protegido- debe ser apadrinado; es un agente de paz y también el más civilizador; enlaza hombre con hombre; amalgama las razas en una sola comunidad y los invita a vivir en una fraternidad universal.

Caballeros: no deseo seguir hablando en un lenguaje del que ustedes entienden muy poco. Permítanme solamente a manera de concluir, que ofrezco oraciones fervorosas para el progreso y prosperidad de este hospitalario país, esta gran República, tierra clásica de libertad y la madre de todo aquel de quien los hombres libres de todos los países deben venerar, la madre, que es la primera en la paz, la primera en guerra y la primera en el corazón de sus ciudadanos.

¡Grandes aplausos! se dejaron oír en todo el salón por gran rato y hasta que se aplacaron el señor Horace Davis leyó en inglés la presentación del Presidente Soto sobre Honduras. Al concluir la lectura otra ronda de aplausos se dejó escuchar.

Los puntos importantes de la presentación del Presidente Soto:
Inicia dando la ubicación de Honduras en latitud y longitud más los límites con los otros Estados. Explica que es uno de los cinco Estados que formaron originalmente la Confederación de Centroamérica, la cual fue disuelta en 1840. Que su tamaño es de 39,600 millas cuadradas comparable con el Estado de Ohio. Bañada por dos mares y con una costa de 400 millas de largo, que se extiende desde la boca del río Tinto hasta el Cabo de Gracias a Dios hasta la boca del río Segovia.

La situación de ventaja de Honduras son sus excelentes puertos en ambos mares y los grandes valles de Goascorán, Humuya y Ulúa este último logra cruzar todo el país; y es donde nació la idea del ferrocarril interoceánico el cual comenzó hace algunos años con supervisión y capital norteamericano. Este proyecto ha tenido algunos problemas en el pasado pero ahora tiene toda la atención del país, una población que cree en él y espera que se lleve a cabo de la mejor manera. Hace poco una nueva compañía se ha formado para completar la obra y ha sido incorporada bajo las leyes de New York. Este ferrocarril facilitará un medio fácil, conveniente y barato para la comunicación entre los Estados de Norte América del Este con California y las repúblicas de Centroamérica particularmente con Honduras; siendo este uno de los objetivos principales en su construcción.

Este es el objeto principal de mi visita a este país, para darle la mayor importancia a este asunto y obtener todo el apoyo posible para lo cual el Congreso de Honduras me ha otorgado amplios poderes.

Hay pocos Estados favorecidos por la naturaleza como Honduras que está lista para alcanzar un gran desarrollo y poder soportar una gran población de gente inteligente e industriosa. Todos los productos de países y climas se pueden desarrollar a perfección allí, y pueden ser exportados por sus ríos a sus puertos en las bahías y a cualquiera de ambos mares.

Estos puertos tienen excelente anclaje ya sea en el Golfo de Honduras (Atlántico) y Fonseca (Pacífico), lo que significa facilidad para la exportación de productos agrícolas a buenos precios.

Desde tiempos inmemorables las minas de oro y plata han sido su mayor riqueza; podríamos decir que todo el país puede ser considerado de carácter mineral. Aunque muy poco capital se ha invertido en este rubro, haciendo uso de procesos anticuados, las minas todavía son la base del comercio. Actualmente el estado de la industria minera está teniendo un rápido empuje. Varias compañías han sido y están organizadas aquí en los Estados Unidos para trabajar nuestras minas en gran escala. Al presente se está trabajando en las minas en El Rosario, las de Yuscarán en el departamento de Tegucigalpa y El Paraíso respectivamente, y las minas de Santa Cruz y Gamalote en el departamento de Santa Bárbara. Todas estas minas producen oro, plata y minerales de alto grado.

Una de las características más remarcables de Honduras es que las cordilleras que se ramifican hacia el Pacífico tienen venas ricas en minerales, lo que debería motivar a la explotación en gran escala a los habitantes de los Estados del Pacífico de Norte América en donde la industria minera se ha llevado casi a la perfección y a dado lugar a acumular grandes fortunas.

Leyes liberales y regulaciones liberales se han emitido en Honduras para promover la industria minera. Además del código minero, que en sí es una legislación basada en los mejores modelos de otros países e inspirada por ideas liberales, hay un decreto adicional que declara libre de todos los impuestos de exportación para la plata, cobre y otros metales; asimismo los impuestos de importación para todo tipo de maquinaria y materiales para ser usados en el beneficio de minas. También hay otras concesiones intencionadas a la estimulación de esta rama de la industria.

Yo creo que no puede haber empresa minera en Honduras que trabajada con capital suficiente, inteligencia y buena fe puede fracasar y obtener considerables ganancias.

Hay un punto que me gustaría llamar su atención, y es sobre la abundancia de trabajadores mineros en Honduras, estos mineros o prospectores son atrevidos y activos, dotados de una sagacidad casi instintiva en determinar el grado de mineral y el mejor método para tratarlo. Mineralógos Europeos y americanos elogian las cualidades del trabajador hondureño.

De acuerdo con nuestras leyes que aplica igual a nativos y extranjeros, la propiedad minera se puede adquirir gratuitamente con el simple acto de registrar un predio y hacer una medición.

Nuestra agricultura está bien atrasada y algunas de nuestras tierras más ricas se encuentran improductivas y todo por falta de medios de comunicación, con ese inconveniente solventado en el interior del país casi cualquier empresa agrícola tendría éxito. Sin embargo en nuestras costas la caña de azúcar, índigo y algodón crecen casi espontáneamente.

Durante su guerra de Secesión grandes plantaciones de algodón se levantaron en nuestra costa pacífica. La tierra siendo inmensamente rica y gratis a todos los agricultores, con mano de obra abundante; el cultivo de algodón en gran escala podría ser una fuente excelente de ingresos. Ese algodón por su excelente calidad logró alcanzar buenos precios en el mercado europeo.

Todo tipo de maquinaria puede ser transportada sin ninguna dificultad a través de los ríos Goascorán, Nacaome y Choluteca o por medio de carretas ya que esta región costera es completamente plana.

El algodón que ha sido cultivado en la costa atlántica se ha considerado igual o superior en calidad al de los Estados Unidos. Varias pruebas se han hecho en el hermoso valle de San Pedro Sula.

La caña de azúcar, en ambas costas crece tan vigorosa y de manera exuberante que no requiere replantarla por bastantes  años. Creo que no hay clase de cultivo más fácil y productivo que la caña de azúcar en la costa pacífica. Hay otros productos que no me gustaría dejar sin mencionar como ser la goma india y la zarzaparrilla ambas abundantes y consideradas las mejores del mundo.

La madera de construcción y la de color son otra fuente de riqueza en Honduras, los árboles de cedro, la madera en tronco y las caobas crecen abundantemente en los alrededores del Golfo de Fonseca. Solo en madera se mantiene un tráfico considerable  entre Amapala, Francia e Inglaterra. En la costa atlántica la caoba se ha cortado por mucho tiempo.

En los últimos años se ha desarrollado un comercio de frutas entre las Islas de la Bahía, el Golfo de Honduras y nuestra costa con la parte Este de los Estados Unidos.  Bananos, cocos y limas son cultivados en gran escala en esta región y debido a la gran demanda ya líneas de vapores están llevando a cabo este tipo de comercio.

Hay otra industria apenas comenzando en la costa atlántica y es el cultivo de plantas fibrosas, muy abundantes en Honduras, con una compañía trabajando hace poco y otra recién comenzando y la cual está montando una fábrica en Puerto Cortés; tardará un tiempo en ver el resultado de estos sembradíos.

La cría de ganado es otra rama productiva de la industria en Honduras. Uno de los objetivos actuales del gobierno es el cruce de ganado nativo con razas mejoradas y los granjeros de California son un buen ejemplo a seguir en este aspecto.

Para estimular la agricultura y la cría de ganado se han emitido extremas leyes liberales para incentivar este rubro. La adquisición de tierra es fácil y gratis y los ganaderos han sido objeto de todas las excepciones necesarias para incentivar su industria.

En Honduras como en toda Centroamérica hay un gran deseo de atraer el capital y la industria americana. Redunda en la exageración la simpatía y admiración que siente la gente de estas repúblicas por los métodos avanzados de cultivo de ustedes. Con esta simpática unanimidad de ideas, sentimientos y aspiraciones, nada sería más fácil que hacer las relaciones comerciales más atractivas económicamente y activas. Con las ricas minas hondureñas y las mayores potencialidades para la agricultura, el país ofrece vastos campos de inversión a los capitalistas americanos. Y yo estaría muy feliz si con mi visita aquí lograra que mi país y el suyo llevaran a cabo relaciones prolíficas.

Tanto Honduras como México y las otras repúblicas de Centro y Sud América han sufrido mucho por las guerras civiles y por eso no han logrado alcanzar el grado de prosperidad y civilización que se merecen, debido a su posición y riqueza natural. Pero hace ya varios años que todo esto ha cambiado para mejor en mi país y ahora es capaz de ofrecer una inmensa oportunidad para la inversión y con altos fines de continuar con los mismos prospectos políticos. Durante los 6 años y medio de mi administración, la paz ha sido duradera, el orden ha sido restablecido y existe una tranquilidad y confianza en toda la República. Actualmente en Honduras el espíritu de empresa ha triunfado sobre el espíritu revolucionario. Muchas industrias, la mayoría de americanos, le han dado nueva vida al país y nuevos ímpetus al espíritu público. Hace como tres meses el primer vapor con su bandera  americana fue visto en las aguas del río Ulua. Últimamente varias concesiones se han otorgado a ciudadanos americanos para navegar con vapores en los ríos Chamelecón, Blanco y el Lago de Yojoa, lo cual no deja de producir felicidad de las relaciones entre Honduras y los Estados Unidos. Uno de los últimos actos de mi gobierno fue hacer las regulaciones aduaneras más favorables a todas las importaciones. El mercado para nuestros productos es sin duda los Estados Unidos y de seguro los otros países de Centroamérica y Suramérica también ofrecen términos favorables a este país. Tratados recíprocos entre nosotros nos beneficiaría a los dos.

En palabras de su paisano el señor Squiers: la naturaleza ha sido magnificente en sus regalos y ha puesto en los límites angostos de Honduras, una variedad de climas y productos que no tienen comparación en el mundo entero.

Este país que ahora desea ser aceptado en la comunidad de naciones civilizadas, trayendo con su comercio e industria y ofreciendo tesoros inagotables a ese espíritu de empresa, que transforma y engrandece todo en beneficio de la civilización.

Quiero aprovechar esta oportunidad para ofrecerles unas copias del libro del Sr. Squiers, en donde describe a Centroamérica y Honduras vivamente y correcta. Este libro describirá a ustedes en detalle mi país mucho mejor que mi apresurada descripción; asimismo yo lo expondré ante mi Congreso en mi último mensaje ya que es una fotografía completa del estado actual del país.

Caballeros: quiero terminar expresando mi gratitud por su manifiesto interés en Honduras y asegurarles a ustedes que estaré gustoso de proveer cualquier información deseada sobre las ventajas y los medios para buscar unas relaciones más estrechas entre nuestros países. Muchas gracias. (Traducción Ramón E. Izaguirre).