Guam

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Por Francisco Zepeda Andino
Cnel. ® FAH

La superioridad militar de los Estados Unidos de América sobre Corea del Norte, (con nombre oficial de República Popular Democrática de Corea), es innegable en lo relativo a poder de fuego. De allí resulta toral intentar establecer como podría el líder norcoreano llegar a la decisión de lanzar un ataque a Guam u otro territorio norteamericano, ya sea con armas convencionales o nucleares.

La crisis actual no se desarrolla en un contexto de vacío geopolítico. Involucra en forma directa a naciones como Corea del Sur, Japón y en menor grado a China Popular y Rusia, sin descartar totalmente a Taiwán y las Filipinas.

Si la decisión de Kim Jong-un es disparar sus misiles de alcance intermedio (3.000-4.000 Kms.) o de largo alcance, (más de 4.000), en dirección a Guam, estos tendrían obligatoriamente que sobrevolar territorio y espacio aéreo japonés, en abierta violación de la soberanía de esa nación. ¿Cuál sería la reacción japonesa? Conocemos la existencia de sistemas antibalísticos en Japón y posiblemente trataría de derribar esos misiles rumbo a Guam, lo cual podría ser interpretado por los norcoreanos como acto de guerra.

Corea del Sur, como inmediato vecino de los norcoreanos, tiene un altísimo interés que la situación se resuelva en forma diplomática y pacífica. Su frontera terrestre (238 Kms. de extensión) y la vulnerabilidad de Seúl a un ataque del Norte, pesan bastante en las decisiones del gobierno surcoreano. Como lo expusimos en nuestro artículo “Panmunjon”, con fecha 26 de mayo en LA TRIBUNA, Corea del Sur no se conoce que tenga armamento nuclear y depende de la “sombrilla atómica” de los EUA. Pero la cercanía, (50 Kms.) de su capital (25 millones de habitantes) a la frontera con Corea del Norte, está dentro del alcance de la enorme cantidad de artillería o cohetes tierra-tierra norcoreanos.

China Popular y Rusia ven con preocupación el estado actual de la crisis. La primera por tener un amplio intercambio comercial con los norcoreanos, sin tomar en cuenta las sanciones impuestas por Naciones Unidas, cierta afinidad política y el temor de recibir un flujo masivo de refugiados al desatarse hostilidades. Rusia, como adversario directo de los EUA en el panorama político internacional y su historia al haber disputado el control de la península coreana posterior a la rendición japonesa en la Segunda Guerra Mundial, puede considerar como interés nacional mantener el statu quo en la región.

Asumiendo que los EUA no lanzaran un ataque preventivo convencional y mucho menos nuclear y sí lo harían en caso de ser agredido territorio o población norteamericanos, todavía falta por establecer las numerosas variantes de un empleo armamentístico convencional o nuclear en el área. La pérdida de vidas y los efectos en el medio ambiente de explosiones nucleares, ya sea en Guam, Corea del Norte u otros sitios, no lo hemos visto contemplado en la diversidad de análisis existentes a nivel internacional. La contaminación dejada por el “accidente nuclear” en Chernóbil, Ucrania, en 1986 y la Planta Fukushima, Japón, 2011, son una base para sacar conclusiones científicas de la diseminación de materiales radioactivos y tóxicos, no solamente en el terreno sino también su propagación en altos niveles de la atmosfera, expandiéndose hasta áreas distantes. Estaríamos ante la posibilidad del mayor desastre medio ambiental de la historia. ¿Cuál de los dos líderes nacionales, Corea del Norte o los EUA, está dispuesto a tomar la decisión de apretar el gatillo nuclear?

Aparte del intercambio de misiles con o sin carga atómica, fuego de artillería en Corea del Sur y Norte, posibles ataques con fuerzas aéreas, acciones navales e incursiones terrestres, una plena invasión por tierra sería muy costosa para ambas partes en cuanto a pérdida de vidas. Dada la superioridad numérica del Norte en cantidad de tropas, el Ejército surcoreano dependería del enorme potencial de fuego de las fuerzas aéreas y Naval norteamericanas.

Como lo hemos mencionado en el artículo anterior, el desarrollo de la capacidad por parte de los norcoreanos de lanzar misiles desde submarinos, cambiaría radicalmente la situación estratégica. Aún cuando hay medidas y sistemas antisubmarinos, la detección de uno de ellos no pudiese darse y podría llegar a las cercanías de la Costa Oeste de los EUA, sus grandes centros poblacionales y bases militares o la Isla de Guam, constituyéndose en un peligro mortal para la nación norteamericana. Todo lo anterior debido al poco tiempo de pre-aviso existente al ser detectado un lanzamiento de misil por los sofisticados sistemas satelitales o terrestres de los EUA. Al presente, la población de Guam tendría un tiempo estimado de 15 minutos de advertencia desde el despegue del misil en Corea del Norte, hasta alcanzar su objetivo, si no es destruido en vuelo.

Para su consideración final, en diciembre de 1941, todas las estimaciones de inteligencia militar tenían a las Filipinas como blanco principal del ataque japonés y ya sabemos lo ocurrido.