Así era el rostro de la grandiosa Cleopatra

La leyenda de la belleza de Cleopatra (69 a.C. – 30 a.C.), la última reina del antiguo Egipto, ha traspasado los siglos e inspirado numerosas obras de arte.

Su encanto supo cautivar a Julio César y a Marco Aurelio, dos poderosos líderes romanos de la época.

Una reciente investigación, no obstante, indica que su atractivo pudo haber estado mucho más ligado a su inteligencia y poder de seducción, que a su aspecto físico.

La egiptóloga de la Universidad de Cambridge, Inglaterra, Sally-Ann Ashton, se dedicó a reconstruir las verdaderas facciones de la faraona más célebre del Imperio Egipto.

Para eso se basó en los grabados de antiguas monedas y en esculturas y reproducciones de decoraciones de diversos templos de Dandara, una localidad al oeste del río Nilo.

Según sus conclusiones, Cleopatra medía 1,52 mts de estatura, tenía una piel marcadamente oscura y poseía un leve sobrepeso. Su rostro se caracterizaba por tener una gran nariz, labios muy finos y una quijada puntiaguda.

Los datos revelados parecen coincidir con lo escrito por el historiador griego Plutarco, quien escribió que la reina de Egipto no era hermosa en un sentido convencional, pero tenía la capacidad de embrujar con su discurso. (History)