Laura Bozo

Este artículo fue escrito hace algunos años debido al revuelo mediático que causaron los enredos legales internacionales que atravesaba la Dra. Laura Bozo; sin embargo nunca fue publicado (no recuerdo la razón) pero recientemente, me he enterado que el canal de las estrellas de México la canceló hace algunos meses y que ella está preparando un nuevo formato para lanzar al aire este detestable programa en cualquier compañía televisora del mundo que se atreva a darle un espacio en su respectiva programación, y en vista de que a través de los años, lo único que ha hecho esta señora es cambiarle el nombre a su “show” pienso que vale la pena publicar este escrito y desnudar moralmente a esta traficante de la dignidad y de la miseria humana.

Desde hace algunas semanas he estado siguiendo con profunda e indescriptible satisfacción a través de un canal de televisión Guatemalteco, los pormenores de una demanda multimillonaria que una de las mejores y más reconocidas firmas de abogados de la República del Perú, en representación del pueblo andino, esta interponiendo contra canal Telemundo de Miami y contra la tristemente célebre conductora de televisión Dra. Laura Bozo, acusados ambos por el repetido y deleznable acto de abuso de menores acaecidos en su internacional programa “Laura en América” y que como primer paso, para regocijo de millones de latinoamericanos y especialmente del noble pueblo peruano, este denigrante programa ha sido retirado del aire en forma definitiva.

Este programa ha surcado por años los aires de Latinoamérica, Canadá y Estados Unidos, invadiendo los hogares y en donde en forma fraudulenta presenta al mundo un Perú falso, conformado por una sociedad enajenadamente degenerada, sin moral ni valores familiares, en donde reina el incesto, la violación y abuso de menores, violencia intrafamiliar, infidelidad, prostitución o cualquier otra podredumbre incubada en el enfermizo cerebro de esta delincuente de las cámaras.

Durante años me he preguntado qué cómo ha sido posible que las comisiones de censura de nuestra bella América hayan permitido la transmisión de esta basura enlatada, en donde Laura encierra a una niña en una habitación con cámaras escondidas e introduce generalmente a un hombre que las toca y les dice frases soeces e impronunciables, haciéndole creer al mundo que este abuso es real y que sucedió en un marginal barrio peruano.

Las comisiones de censura y las autoridades de nuestros países no tienen excusa para haber permitido esta barbarie y autorizar la emisión de este programa porque en primer lugar, si los hechos realmente ocurrieron y nadie estaba actuando, existe una ley que expresamente prohíbe la exhibición pública de menores involucrados en crímenes, ya sean estos víctimas o victimarios y en segundo lugar, si estaban actuando por una paga, ante la ley, ante las cámaras y ante el mundo, Laura Bozo estaba cometiendo un horrendo crimen deliberadamente, con fines de lucro personal, al abusar de menores al exponerlos públicamente al manoseo de un actor barriobajero.

Fue el valiente periodista peruano Jaime Bayly, quien inició y lideró la protesta internacional destapando la caja de pandora y exponiendo en carne viva al mundo el horroroso y criminal fraude televisivo al buscar, localizar y entrevistar a varias de las menores usadas vilmente en el susodicho programa. Me conmoví hasta los tuétanos al escuchar el doloroso testimonio de una niña de ocho años quien declaró que por un pago de setenta soles (veinte dólares aproximadamente) que le habían dado a su mamá, la habían metido en un cuarto con un señor desconocido que hacía el papel de padrastro, con instrucciones precisas de Laura para que se dejara tocar por él y llorara pidiendo auxilio ¡Que aberración! Como es posible que por años la legislación peruana haya permitido semejante vejamen no solo contra la desprotegida niñez de su país, sino que contra toda la sociedad descendiente de Atahualpa y José de San Martín, porque a pesar de todos los esfuerzos realizados por esta depredadora infantil (Laura) por mostrar una imagen de una sociedad andina distorsionada, la verdad es otra, ya que el pueblo peruano es trabajador, honesto, de principios morales firmes y de grandes valores familiares, diciendo esto con conocimiento de causa porque a través de los años he tenido la fortuna de conocer y convivir con familias peruanas que son el polo opuesto a la imagen degenerada difundida por esta presentadora. Si usamos el sentido común llegaremos a la conclusión de que es imposible que en una sociedad normal exista tal degradación del ser humano, como para presentar a diario casos que horrorizan al mundo entero.

Espero de todo corazón que la demanda prospere, que Laura sea llevada a los tribunales y que por orden judicial devuelva los millones obtenidos en la comisión del delito, para que sean debidamente indemnizados todos los menores que fueron deliberadamente perjudicados.

Ahora que ya sabemos toda la verdad, podemos dar un suspiro de alivio y respirar tranquilos, ya que no existen veintinueve millones de peruanos degenerados, sino que tan solo uno y no más que uno: la enfermiza y delincuente Dra. Laura Bozo.

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