Por qué el sexo es una amenaza para llegar a Marte

Desde octubre de 1984, cuando el Transbordador Challenger partió al espacio con dos astronautas mujeres, la NASA incorporó el cupo femenino en múltiples misiones. Nunca pareció un problema para lograr los objetivos. Sin embargo, la cosmonauta Helen Sharman, la primera británica en salir de la Tierra, reveló en los últimos días la existencia de un informe secreto que advierte a la diversidad sexual como una amenaza.

Durante el festival New Scientist Live en Londres, Sharman aseguró que el estudio fue presentado «hace algunos años» pese a no haber salido a la luz.

En él, se alerta que las tripulaciones mixtas podrían ser un problema durante el viaje de año y medio que llevaría la colonización de Marte.

«Hace unos años escuché sobre un informe. La NASA nunca lo publicó, pero se hizo para ver si las tripulaciones mixtas podían desatar pensamientos impuros», señaló Sharman. «Se encontró que la tripulación debe ser del mismo género: todos hombres o todas mujeres», agregó.

Se estipula que la expedición a Marte durará cerca de año y medio. Las relaciones sexuales podrían romper la armonía interna del grupo y generar divisiones. A su vez, durante ese período, los astronautas estarán expuestos a altas cantidades de radiación. En caso de que dos de ellos tuvieran sexo y la mujer quedara embarazada, podría traer aparejado severos efectos nocivos para el bebé.

De acuerdo a los dichos de la astronauta, el informe también marca que la mejor opción, en caso de tripulaciones unisex, serían todas mujeres.

Las razones que esgrimen es que trabajan mejor como un equipo y son menos propensas que los hombres a luchar por quién ostenta el liderazgo del grupo.

En su código de conducta oficial, la NASA no prohíbe la posibilidad de tener sexo en sus misiones espaciales. Sin embargo, insta a que las «relaciones de confianza» y «estándares profesionales» se mantengan en todo momento.

Lo que sí desaprueba la agencia espacial es que las parejas casadas participen de la misma misión. Aunque, en realidad, la prohibición no gira en torno a las relaciones sexuales, sino principalmente a la dinámica y la cohesión que deben reinar en un grupo.