Lastimosamente al jugar política no lo hacemos de forma seria como debe de ser, todos nos prestamos al vaivén de los movimientos que más guasa causa a la sociedad, por convertir la política en circo no en ciencia como lo es, esperamos con ansias los errores que comete el uno y el otro para saciar el morbo o para señalar los enormes baches que cometen en su afán desmedido de darle rienda suelta a sus deseos mesiánicos, sin medir las consecuencias que estos políticos dejaran en el cuerpo de toda Honduras. Una de las grandes cualidades que debe poseer un candidato presidencial es la seriedad en sus actos, en especial los que tienen, más posibilidades de gobernarnos, hemos visto y escuchado a través de nuestra vida, muchos pero muchos candidatos, pocos han sido los que llevan indexados la responsabilidad en su actuar electivos, algunos van desde la seriedad enorme de Beto Reina y Carlos Flores, hasta el folclorismo de “Rosuco” y el menosprecio a la institucionalidad de “Mel”, lo mismo un cachureco que se llevó la cerca con actuación totalmente diferente a su actuar intelectual al cual éramos adictos los jóvenes de aquellos tiempos, nos encantaba escuchar sus intervenciones en las plazas públicas, en las ágoras de la intelectualidad como solía repetir, lo mismo en las escritas, en foros y en intervenciones de gente de pensamiento privilegiado, pero que al llegar a la puerta presidencial equivocó el camino y no hubo poder humano que lo hiciese entrar en razón, el resultado fue una enorme derrota electoral que hasta a mí me alcanzó en mi primera experiencia política: me cachimbiaron… también me fui en la “chalana”.
Los humanos somos reacios a vernos en el espejo de la historia y el que no otea en él, está condenado a repetir los mismos errores del fracaso, a nuestra puerta llegó el locutor de marras con un enorme cargamento de ofensa hacia los candidatos más señalados para la Presidencia a los cuales denigra hasta más no poder, en especial a JOH, a quien tiene metido entre ceja y ceja, y a cada paso de su inútil vida de profesional fracasado, que tuvo que chepear un viejo programa para poder subsistir en su hasta hace poco solitaria vida usada como caja de resonancia del tal “Mel” repitiendo lo que tiene deparado para esta patria de la cual se ha proclamado su salvador, este locutor se ha tomado hasta el tiempo para viajar a la USA velando que le den una cita con cualquier político gringo que desee escucharlo para dar rienda suelta a su odio hacia los políticos, las instituciones y el análisis narcisista de que nuestra patria lo necesita, al no existir un hondureño que posea su intelecto y dotes de “primera Donna”.
Este es el triste célebre “Chava” Nasralla personaje sacado de las caricaturas, que por rencor se metió a político y aunque usted no lo crea, es un tipo que dentro de su corazón no existe más que él, no lo tomemos a guasa, estos de género indefinido son peligrosas y en pandillas mucho más, se alimenta de ego y de odio, de menosprecio al único en el género humano, pensemos en Honduras al momento de depositar nuestro voto, no se trata a estas alturas de albergar resentimiento, estamos forjando cuatro años más de historia democrática, historia de las cuales seremos su protagonista, en estos momentos recuerdo a Trino Murillos quien por muchos años nos repetía todas las noches… “Seamos serios”.
Toño Flores
Choluteca, Choluteca