Mi experiencia en “Anales Históricos”

Por: Ismael Zepeda Ordóñez

En la colección de la Hemeroteca del Archivo Nacional, encontramos columnas y secciones dedicados a los temas históricos. El Diario Ministerial “El Orden”, dirigido por don Francisco Cruz, dedicó la primera sección al tema de la historia de los departamentos y municipios. Esos artículos son coherentes con la política de construir una memoria histórica e identidad nacional que   puso en marcha la reforma liberal con la contratación del presbítero Antonio R. Vallejo para escribir una Historia de Honduras, y requirió de las corporaciones municipales un recuento del estado de su archivo local y los datos de su fundación y detalles de su evolución. En el Cronista y la Bandera Liberal, Rafael Heliodoro Valle publicó sus primeros artículos de fondo histórico. En la segunda y tercera década del siglo anterior, en semanarios y revistas los más reconocidos intelectuales mantenían colaboraciones sobre temas de historia. Los historiadores  Víctor Cáceres Lara y Juan Valladares R., fueron prolijos en las publicaciones de temas históricos.  En esa tradición de consignar espacios para divulgar trabajos de carácter histórico, cultural y literario, La Tribuna ha mantenido la sección “Anales Históricos” durante más de dos décadas bajo la dirección de Juan Ramón Martínez como una contribución ciudadana a la formación de la conciencia cívica e histórica de sus lectores. La tradición de publicar ensayos, reseñas, perfiles biográficos, correspondencia epistolar, fotografías y critica bibliográfica, hacen de Anales Históricos una fuente importante para los estudios históricos en Honduras. Cada fin de semana los lectores tienen una oportunidad de obtener información sobre Honduras y su gente, el mundo político y los protagonistas, la geografía y el poblamiento, los acontecimientos que marcaron una coyuntura y los principales intelectuales, cuya contribución coloca a Honduras en una posición significativa del mundo de las letras.  Durante más de veinte años, con una constancia envidiable, los fieles lectores de La Tribuna se han deleitado con variada información que solo es posible gracias a la investigación y consultas en archivos locales, en tradiciones orales y revisiones bibliográficas. La permanente consulta en diversas fuentes permite que los lectores encuentren temas de interés no solo de entretenimiento sino para reforzar sus conocimientos de historia patria. Y en esa tradición de La Tribuna, hice mi primera publicación en el número 156 del domingo 21 de enero de 2001 en el suplemento Anales Históricos con un trabajo sobre la figura del reverendo Bruno Padilla Matus, párroco de la iglesia local de Choluteca durante 1888 a 1926. El perfil biográfico de monseñor Padilla Matus fue producto de una investigación en el Archivo Eclesiástico de Choluteca, gracias a la gentileza del recordado sacerdote Jesús Valladares. Mis colaboraciones en Anales Históricos se han mantenido en los últimos 16 años, alcanzando alrededor de más de 2000 artículos. Muchas anécdotas se han producido a lo largo de ese tiempo. Desde lectores que me han formulado retos por algunos datos que le son inconformes o porque mi enfoque en tal o cual hecho, no corresponde a la legitimidad de la fuente documental. Otros porque no comparten mi opinión sobre algunos personajes. En fin, el oficio de escritor de temas históricos tiene contradicciones en su relación con el público, pero en resumen hay más satisfacciones que sinsabores. Recuerdo a Matías Fúnez h, en los pasillos de la UNAH, quien me alentaba a continuar publicando y se declaraba un lector asiduo de la sección. Otros, me reclaman cuando pasan unas semanas y no encuentran mis trabajos, y me dicen: “Lic. siempre compro el periódico por usted y ya días no leo nada. Apresúrese y mándelos a Juan Ramón”. En estos años, he abordado muchos temas históricos. He escrito artículos sobre la ciudad de Choluteca, mi ciudad; sobre las generaciones de hondureños agrupados en torno a su década de nacimiento, la política exterior y los movimientos diplomáticos durante el siglo XIX. Y sobre los acontecimientos centenarios que se cumplen cada año. Mantengo desde el 2007 el tema de las crónicas centenarias dedicado a los eventos y personalidades que cumplen un siglo en el próximo año inmediato. Soy una especie de historiador del acontecimiento con una fuerte inclinación al siglo 19. He revisado el Archivo Nacional durante más de una década, enfocándome en la documentación de los fondos del periodo comprendido entre enero de 1800 a diciembre de 1900. Ese siglo es mi pasión. Tengo como propósito escribir una síntesis del siglo XIX como una contribución a la comprensión del Estado Nacional. Actualmente varios trabajos bibliográficos han enriquecido una visión sobre ese periodo, y siento que ha llegado el momento de hacer una síntesis. Al concluir mis estudios de maestría, me enfocaré en esa actividad.  Y con el entusiasmo que mantengo en las colaboraciones al suplemento “Anales Históricos, celebro el compartir la edición número 1000 ¡Bonito momento! Resaltar mi compromiso con los lectores de La Tribuna por su fidelidad y por ello alzo la copa para desear muchas felicidades: ¡Salud, Anales Históricos por alcanzar semejante cifra!… gracias Juan Ramón por tu dedicación y perseverancia en la dirección del suplemento, y un agradecimiento a todos nuestros lectores por su fidelidad y constancia. Y de manera especial a todos y todas las colaboradoras por hacer su mayor esfuerzo en el trabajo intelectual para nuestros lectores.

Esta experiencia me ha producido una satisfacción a lo largo de estos 16 años de  escritor de Anales Históricos. Esta experiencia ha fortalecido mi conocimiento e interés por los estudios históricos, descubriendo el interés de muchos, por estudiar de cerca  los acontecimientos y la necesidad de conservar y organizar los fondos documentales del Archivo Nacional. Finalmente, hay todavía una inquietud pendiente: ¿cómo me convertí en colaborador del suplemento Anales Históricos?  Eso sucedió casi de manera espontánea. Localice a Juan Ramón Martínez, y le plantee la idea escribir sobre los temas coherentes el suplemento, y me manifestó: ¡claro hombre, mándamelos y yo los publico!, naciendo a partir de ese momento un continuum de artículos sobre Honduras y su gente. Y espero mantener mi  colaboración, por otros muchos años. Reiteramos nuestro saludo a los fieles lectores y celebrar con entusiasmo el número 1000 de su edición… ¡Felicidades! Y, reiterar mi agradecimiento al director de La Tribuna por su efectiva colaboración en la educación histórica de sus lectores, y a Juan Ramón Martínez por tu perseverancia, dedicación y espíritu de divulgación cultural ¡Felices 1000 ediciones!