Vecinos de Vicente Alonso Solano Bonilla (53), el hondureño que tenía planificado detonar una bomba en Miami, Florida, relataron ayer que el acusado y su familia han sido personas ejemplares, por lo cual están sorprendidos por lo que le ha ocurrido.
Vicente A. Solano, de 53 años, fue arrestado el viernes, luego de que un agente encubierto del FBI revelara su plan para poner una bomba en Dolphin Mall, en Miami.
La declaración presentada en la Corte de Miami Dade, revela detalles de cómo este hombre de origen latino planeó el ataque, así como de las motivaciones que lo llevaron a esta medida extrema.
Luego de su detención, el lunes en la mañana, el hondureño fue llevado ante una juez de un tribunal federal, quien ahora enfrenta cargos de intentar usar un arma de destrucción masiva contra personas e instalaciones en los Estados Unidos.
TESTIMONIOS DE VECINOS
“Yo conocí muy bien a los padres de Vicente Adolfo. Hace varios años fallecieron, quienes procrearon cuatro hijos, entre ellos a Vicente Adolfo, todos ellos fueron y son grades personas, y por eso estamos muy extrañados por lo que le ha pasado a Vicente”, relató una vecina en la colonia Kennedy.
Añadió que hace dos años vino a visitar a su hermano Hernán, conocido popularmente como “Nan”, quien es un gran pintor en varias áreas, y a la vez reconoció a un hijo, al que aún no había reconocido, “y por eso le estoy pidiendo a Dios que todo esto sea aclarado por las autoridades de Estados Unidos”.
El padre de Vicente era don José de la Cruz Solano, una persona “afrohondureña”, un hombre muy respetuoso, mientras que su madre era doña Emperatriz Bonilla, originaria de Choluteca, era una mujer trabajadora, quien por muchos años laboró en el área de mantenimiento del Hospital Escuela”, quienes desde hace más de 40 años se vinieron a vivir aquí en la súper manzana 2 de la colonia Kennedy”, donde con nadie tuvieron problemas.
ESTUDIABA EN LA NOCHE Y TRABAJABA EN EL DÍA
“Vicente estudiaba en un colegio en la jornada nocturna, porque trabajaba en el día, y de pronto hace más de 15 años se marchó para Estados Unidos, ya que antes se había ido Alberto “Beto”, quien es su hermano mayor, ya que han sido muy unidos, y solo Dios sabe qué es lo que ha pasado”, dijo otro vecino de la familia Solano Bonilla.
Agregó que “sería bueno conocer sino es una trampa que le han montado a este compatriota, ya que en algunos casos ocurre esa estrategia, porque no creo que Vicente sea un terrorista, porque yo los conozco desde que eran muy jóvenes, y jamás tuvieron una mala conducta. Pero que sean los tribunales estadounidenses los que resuelvan este caso”.
Lo más delicado en este caso, es que las autoridades estadounidenses informaron que Vicente Adolfo Solano Bonilla, había hecho videos pro-ISIS, pero que no había indicios concretos de que hubiera sido entrenado para llevar a cabo el supuesto ataque terrorista del grupo terrorista islámico.
“Esa era gente trabajadora que no se metía con nadie. Su partida a los EE UU era porque ganaba muy poco y quería algo mejor, pues al no tener sus padres, mejor emigró”, dijo otro de los vecinos, que prefirió el anonimato, pues dijo que por esos casos de terrorismo, es complicado salir en los periódicos.
“No tomes fotos”, le gritó otro vecino al reportero gráfico, quien le dijo que “esos casos son gruesos en los EE UU y uno aquí de pobre, pueden pensar otra cosa.
Al principio los vecinos negaron que viviera allí Solano, pero al ver que era para algo positivo, solo unos pocos se atrevieron a recordar la vida de los padres de “Chente”, pues por el accionar de uno, no puede caerle toda la culpa a su familia, quienes a través de los años han mostrado humildad, trabajo y honradez.
COMIENZO DE LA INVESTIGACIÓN
La investigación a Solano Bonilla por parte del FBI, comenzó a finales de septiembre pasado, cuando a raíz que recibió información de la DEA de la presunta participación de un acto terrorista, por lo cual los agentes comenzaron a investigarlo.
Ante las sospechas, los agentes encubiertos del FBI, con los que había estado hablando, le entregaron un dispositivo falso, pero Solano Bonilla creyó que era una verdadera bomba, que supuestamente haría detonar en el centro comercial de Miami, y fue el momento en el que lo capturaron.