La capital, un antes…y un después

**Por momentos, entra al túnel del tiempo y revive como eran ciertos pasajes de la antañona de  ayer  y como lucen hoy. ¿Recuerdas tus juegos? ¿Cómo llegabas al barrio El Chile?

Muy buenos días mis amables lectores. Son ustedes los que ponen salsa a estas entregas, enviándonos sus amables reacciones por medio de los distintos medios que brinda la tecnología.

Quizá estas lecturas sabatinas se tornan más sosegadas, más “relax”, después del imparable bombardeo  de toda una semana atiborrada de noticias tan feas como que le cobren a uno.

Todos los días, desayunamos, almorzamos y cenamos con muertos y heridos. Lamentamos por sus familias. La pasamos entre  sucesos  preocupantes que sobresaltan nuestro estado de ánimo.

La gente encrespada y temerosa en las calles ante la inseguridad, esas colas ante el infierno vehicular que en nada desaparecen, más bien acrecientan. A pesar de lo que dicen, están haciendo la gente de la Alcaldía.

El estridente sonar de los claxon, las mentadas de madre de taxistas y buseros…en fin. Como que aquí sólo se puede pasar o loco, bien “mangueado” o enamorado. Para no saber nada, ni sentir nada.

Por ello, tal vez caigan como un bálsamo para el alma leer estas modestas  líneas.  Diferente a todo. Ponga su música suave preferida, acomódese  en su sillón  y por ahí solita llegará  a visitarlo la nostalgia que un ayer le regala.

Aunque todo es relativo, muchos aseguran fue mejor. Recordando con cada una de estas fotos, viejos tiempos. Como era todo antes y como está ahora, por estos lares.

Ayer y hoy. Calle Real de Comayagüela. Véase que la circulación de los pocos carros de esos tiempos era a la inversa de hoy.

PASAJES

En un ayer más tranquilo, nuestros antepasados y muchos de nuestra generación conocieron el viejo, empedrado  y angosto callejón llamado Santa Teresita. Ahí por el parque Valle. Por aquí bajaban o subían los vecinos de los barrios altos de la ciudad.

Los amigos de La Ronda, La Leona, El Edén, El Bosque, Casamata, Viera Tierra Colorada y otros, hacían este recorrido camino a sus trabajos, colegios o universidad.

Este paraje fue musa para muchos pintores y quién no recuerda los cultos que ofrecía la iglesia evangélica que se situaba en el lugar. Hoy también les traemos la estampa actual de este histórico tramo capitalino.

Vámonos a Comayagüela. Nos cuentan nuestros antepasados que la  segunda avenida o Calle Real, antaño estaba arbolada y que después, la modernidad la dejó “calva”. Como tal está quedando toda la capital con tanto árbol cortado para dar paso al cemento. Pero sobre esto, lo traeremos ampliado en otro reportaje.

Se dice que esta vía, constituía desde la época colonial la principal arteria vial de la ciudad gemela. Una de las edificaciones referentes de este sitio era la hermosa casa de adobes de la familia Reina Idiáquez.

En una de las esquinas de la antañona edificación, funcionó la famosa Barbería El Fígaro. Desapareció cuando las aguas del Río Grande inundaron ese sector durante el huracán  Mitch en octubre de 1988.

En El Obelisco. Comayagüela. Aquellas famosas potras de fútbol en “La pista” . Todavía hoy se practican aquí, pero ya con porterías.

POTRAS FUTBOLERAS

En la década de los sesentas y setentas, ir a jugar futbolito a las canchas del parque el Obelisco en Comayagüela era una gran diversión. En la secundaria, con nuestros compañeros del Instituto Central, solíamos llegar a “potrear” todas las tardes a la salida del colegio.

Es que el Central se había trasladado del centro(parque La Merced) hacia la periferia de este sector del Obelisco, por el barrio Lempira.

Los cipotes que vivían por estos lados eran asiduos “ rigiadores” (fanáticos) jugando al futbolito en una pequeña pista cuyas metas eran unos “huequitos” instalados a los lados de la misma.

De esta manera  desarrollaron habilidades para meter goles en están cortos espacios. Una gran cantidad de público se apostaba en los alrededores de esta pista para presenciar las emocionantes potras.

De aquí salieron muchos jugadores que ya adolescentes, figuraron como estrellas de los equipos capitalinos de la Liga Nacional de Fútbol.

Antes, había muchas canchas para jugar este deporte en la capital, no como ahora que desaparecieron. Y si las hay, son privadas. Se tiene que pagar para jugar.

Por ahí cerca estaba también existió una cancha abierta llamada  “La era”. Aquí se realizaban fogosos encuentros de fútbol en aquellos tiempos. Ubícate. Hoy en este predio se encuentran las instalaciones de BANADESA.

Aquel ayer. Así se jugaba futbolito antes. Manual, no virtual como ahora.

Y HABLANDO DE FUTBOL

Cual “Xbox”, cual  Tablet ,en donde ahora la niñez y juventud son partícipes de juegos virtuales de fútbol. En aquellos dorados tiempos no había nada de esto.

La juventud de épocas pasadas se las ingeniaba. Para jugar sus potras de fútbol “manuales “, no virtuales, bastaba una tabla cepillada, sobre esta se colocaban clavos que emulaban a los jugadores. 11 y 11. Dos equipos en contienda.

Un tablilla de cualquier paleta ya saboreada o “pilón”, un mable y  ¡dale al juego, papa! Uno contra uno o dos contra dos. Si ves la gráfica de hoy, seguro te traerá emocionantes recuerdos .

Y vámonos a otra acera. El túnel del tiempo nos lleva a la calle que conduce a la Iglesia Los Dolores en donde existieron una serie de negocios que fueron muy concurridos. Por ejemplo, la Sala de Belleza Custodio, Barbería La Tropicana, Supermercado Mahomar.

En la esquina de la avenida Colón, funcionaba un banco llamado La Capitalizadora que después fue  Bancahsa. Más adelante tiendas como el ABC, La Giralda, entre otras.

Esta es otra ruta que recordarás haber transitado en tus tiempos de niñez y de estudiante. Hoy te traemos una gráfica como era aquí en 1967 y como luce ahora. Un antes y un después.

¿Lo recuerdas? Puente colgante para llegar al barrio “El chile”.

Y…

Para terminar, ¿quien recuerda el puente colgante para llegar al del barrio el Chile  viniendo de La Concordia?  Primero fue una de “jamaqueo” para luego hacer una pequeña estructura un poco más fuerte. Vino el Mitch en 1988 y destruyó todo. Esto obligó a construir el puente que hoy vemos en este sector.

1967 y 2017. Calle que conduce a iglesia Los Dolores. Antes, el punto de taxis. Gráfica del ayer, tomada por el misionero Bob Misiorowsky, compartida por Carlos Rosa Mejía.

Hasta el próximo sábado, si Dios quiere. Hemos dejado otra HUELLA imborrable en el pedregoso camino de un ya largo trajinar.

QUE DIOS NOS CUIDE Y BENDIGA A TODOS.

(Comentarios y más a mi correo: [email protected]. Y en nuestro sitio en la Internet. www.latribuna.hn Sección Reportajes Huellas)