Honduras: 28 días para elecciones generales

A partir de hoy los hondureños tienen 28 días para decidir si reeligen en el poder a Juan Orlando Hernández, en unas elecciones generales que serán las décimas consecutivas desde que Honduras retornó a la democracia en 1980.

Las elecciones, que se celebrarán el 26 de noviembre, serán marcadas por la participación de diez partidos políticos, con nueve candidatos presidenciales y el rechazo de la mayoría de la oposición a que Hernández sea reelegido.

El rechazo a la postulaciones de Hernández lo argumenta la oposición en base a que la Constitución no permite que el titular del Ejecutivo pueda reelegirse bajo ninguna modalidad.

Pero una reforma de la Corte Suprema de Justicia de mayo de 2015 dejó abierta esa posibilidad, lo que también rechaza la oposición por considerar que eso no le compete al poder judicial y que se trata de una jugada política del gobernante, que llegó al poder el 27 de enero de 2014.

Los comicios generales de noviembre también tienen de novedoso la aplicación de la Ley de Financiamiento, Transparencia y Fiscalización a Partidos Políticos y Candidatos, conocida como Ley de Política Limpia, lo que supone que las campañas no serán financiadas con dinero sucio.

Quizá la nueva ley haya incidido para que en el actual proceso electoral no se haya visto derroche de propaganda como ocurrió en todas las elecciones desde 1981, con gastos millonarios en un país de mucha pobreza y miseria.

La nueva ley ha sido respaldada por la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH), de la Organización de Estados Americanos (OEA), que se instaló en el país en abril de 2016 entre el optimismo de muchos, que creen que contribuirá a reducir la corruptela, y el pesimismo de otros, que aseguran que no.

En el pasado reciente trascendieron muchas denuncias sobre la presunta financiación de campañas de candidatos a cargos de elección popular de varios partidos que habrían sido pagadas por el narcotráfico, sin que ninguna autoridad lo investigara.

Fueron años en los que los carteles hondureños de la droga como los Valle Valle y los Cachiros, para citar un ejemplo, operaron en con libertad, principalmente en toda la región caribeña, norte y occidente del país, enviando a Estados Unidos droga procedente de América del Sur.

Los líderes de la oposición, cuyas principales fuerzas son el centenario Partido Liberal y la Alianza de Oposición contra la Dictadura, aseguran que ganarán las elecciones, pero acusan a Hernández de que hará fraude para seguir en el poder.

El candidato del Partido Liberal es Luis Zelaya, un ingeniero industrial y exrector de una universidad privada, sin militancia, que en 2016 decidió reunificar a ese ente resquebrajado tras el golpe de Estado del 28 de junio de 2009 al entonces presidente hondureño Manuel Zelaya de quien no es familia.

El golpe de Estado representó un duró golpe para el Partido Liberal, bajo cuya bandera en 2006 llegó al poder Manuel Zelaya, quien fue derrocado y expulsado del país cuando promovía reformas constitucionales que la ley le impedía.

La división interna de los liberales fue tan grande que en las elecciones generales de 2013, las que ganó Juan Orlando Hernández, pasó a ser la segunda fuerza de oposición en el Parlamento, del que ahora es diputado Manuel Zelaya, líder del partido Libertad y Refundación (LIBRE), surgido tras el golpe de Estado de 2009.

Luis Zelaya pide el voto de los liberales y de los demás partidos políticos para impedir la reelección de Hernández, lo que también hace la Alianza de Oposición contra la Dictadura, cuyo candidato es Salvador Nasralla, también ingeniero industrial, aunque es más conocido como presentador de televisión y narrador deportivo.

Nasralla acordó con LIBRE una alianza, cuyo coordinador general es el derrocado expresidente Zelaya, tras fracasar como máximo líder y fundador del Partido Anticorrupción (PAC), con el que en los comicios de 2013 logró trece diputados en el Parlamento.

Pero el PAC, de quien Nasralla dice que le fue «robado» por el Partido Nacional, y del que ya no es parte, se fue resquebrajando y varios de sus diputados se pasaron a otros partidos.

Para conformar la Alianza de Oposición que busca impedir la reelección del presidente Hernández, LIBRE tuvo que ceder a que Xiomara Castro, esposa de Manuel Zelaya y quien sería su candidata, se hiciera a un costado y el nuevo liderazgo lo asumiera Nasralla.

Xiomara Castro fue la candidata de LIBRE en las elecciones generales de 2013, en las que obtuvo una importante cantidad de votos que fueron suficientes, al menos para romper con el bipartidismo en Honduras. Con su arrastre popular hizo de LIBRE la primera fuerza de oposición en el Parlamento.

Nasralla también fue el candidato del PAC en las elecciones de 2013, de las que asegura que se las robaron. (ACAN-EFE)