Tensión por “mar de basura” en aguas del Caribe hondureño

Un gigantesco “mar de basura” proveniente de Guatemala, por el río Motagua, tiene inundadas las costas nacionales en el Golfo de Honduras y la preocupante degradación medioambiental ha provocado cierta tensión entre ambos países ribereños.

«Ropas, plásticos, animales muertos y hasta cuerpos humanos»: el gigantesco «mar de basura» que tensa relaciones entre Honduras y Guatemala, destacó BBC Mundo en la publicación digital de ayer domingo, que reprodujo el diario virtual hondureño Proceso Digital.

Latas, envases, cubiertos plásticos, ropa vieja, jeringas, animales muertos… Es la escena típica de cualquier basurero. Pero este no es un basurero cualquiera, agregó.

El artículo elaborado por Lioman Lima, definió que es una isla de desechos que flota en el mar Caribe, entre las costas de Honduras y Guatemala, una nata de desperdicios que recala periódicamente en las playas y que, últimamente, se ha vuelto un motivo de tensión en las relaciones bilaterales entre los dos países.

Frente a la problemática, el titular de la Secretaría de Energía, Recursos Naturales, Ambiente y Minas (MiAmbiente), José Galdámez, indicó que han concluido los 15 días que se habían dado a las autoridades de Guatemala para obtener avances de parte del vecino país, acción que cuenta con el apoyo de la Cancillería y alcaldes, porque de los 17 mil kilómetros cuadrados que tiene la cuenca del río Motagua, el 84 por ciento corresponde a Guatemala y el resto a Honduras.

Así, detalló que son 95 municipios, de los cuales 27 están arrojando desechos al río, razón por la cual las autoridades hondureñas fueron al vecino país para pedir que por favor limpien el cauce del arroyo, redoblen el esfuerzo con esas bio-bardas, no permitan que la basura siga llegando a las costas y “si no miramos avances, nos da mucho pesar porque el diálogo es el mejor camino”.

El artículo de BBC Mundo señaló que las imágenes de un «mar de basura» al norte de Honduras se hicieron virales en las redes sociales hace un par de semanas. La fotógrafa británica Caroline Power publicó varias tomas que mostraban las aguas cercanas a la isla turística de Roatán (Islas de la Bahía), cubiertas de una costra de desechos de todo tipo, informó la publicación inglesa.

Tras la publicación de las fotos y la llegada de la basura flotante a varios municipios de la costa norte hondureña, ambos gobiernos sostuvieron una reunión para discutir posibles soluciones a una situación que ya se extiende por más de tres años, según las autoridades locales.

Pero las conversaciones entraron en tensión en un punto fundamental: quién es el principal responsable de los vertidos. Honduras señala a su vecino de propiciar la contaminación que llega a las playas de Omoa, Puerto Cortés y las Islas de la Bahía y, por otra parte, Guatemala, afirma que es el otro país el que vierte la propia basura que lo afecta.

Tras las reuniones bilaterales, el gobierno de Tegucigalpa dio un plazo de cinco semanas a su par guatemalteco para que controle los vertidos. De lo contrario, sostienen, recurrirán a organismos y tratados internacionales.

MiAmbiente denuncia que enormes cantidades de basura siguen fluyendo al Golfo de Honduras, por la desembocadura del río Motagua, provenientes de Guatemala.

EFECTOS Y CONSECUENCIAS

Carlos Fonseca vive desde hace 60 años en la comunidad de Travesía, en el municipio de Puerto Cortés, en el norte de Honduras, y dice que desde hace un par de años su rutina de muchas mañanas es levantarse a limpiar la basura que llega.

«En la época de lluvias, en estos meses, nos levantamos y limpiamos y ya en la tarde está todo lleno de basura de nuevo, como si no hubiéramos hecho nada. Son pilas y pilas de basura por todos lados», contó a BBC Mundo.

Ian Drysdale, un ingeniero ambiental que coordina una iniciativa para la protección del Sistema Arrecifal Mesoamericano, alertó que esa barrera coralina, la segunda más grande del mundo, es una de las principales afectadas por la basura.

«Por los movimientos de las corrientes marinas, esto puede incidir de forma negativa en toda la barrera, tanto en la parte que pertenece a Honduras como a la que pertenece a Guatemala. Yo buceando me he encontrado muchas veces con basura en la misma zona de los arrecifes coralinos», contó a BBC Mundo.

Con todo, el ministro de Medio Ambiente de Guatemala, ‎Sydney Alexander Samuels, consideró que su país está tomando medidas para controlar los vertimientos al Caribe y asegura que son los ríos hondureños los principales responsables de la actual situación.

«Las acusaciones solo toman en cuenta la parte de Guatemala. Ellos también deben considerar lo que están haciendo. Ellos tienen allí un río, el Chamelecón, que es prácticamente una cloaca de lo que es Puerto Cortés y San Pedro Sula. Yo puedo asegurar que la mayor parte de la basura que ha llegado hasta Roatán es de Honduras», afirmó a la publicación británica.

Samuels sostuvo que su gobierno nunca recibió información sobre el alegado encuentro de cuerpos humanos entre los desechos arrastrados por el río.

En contraposición, el ministro hondureño de Ambiente, José Galdámez, indicó que «están hablando que las soluciones entrarán en vigencia en 2018. Pero nosotros les pedimos que tomen medidas más inmediatas: que limpien los ríos, que limpien las playas, que no continúen tirando la basura a los ríos y cierren los botaderos clandestinos, que establezcan un sistema de alerta temprana, al menos, para nosotros estar preparados para saber que la basura va a llegar».

«No estamos buscando problemas, no estamos buscando pleitos. Estamos buscando responsabilidades comunes, pero diferenciadas, ese es el principio. Si usted tiene responsabilidad en el 86% de esa cuenca, de igual manera debe ser su responsabilidad para buscar una solución», agregó.

«Si ellos no hacen nada en cinco semanas, nosotros nos reservamos el derecho de proceder de acuerdo con lo establecido en los convenios internacionales que hay sobre aguas marítimas, zonas limítrofes compartidas y todos los convenios internacionales relacionados con protección de la diversidad biológica», advirtió.