Un juez con jurisdicción nacional dejó en prisión preventiva a José Luis Oliva Meza, quien es un reconocido capo llamado el “Patrón de Patrones” y que era buscado por la Interpol en Nicaragua, Costa Rica y Colombia, por el tráfico de drogas, lavado de activos y uso de documentos falsos, al portar identidades falsificadas de hondureños.
La Fiscalía Especial contra Crimen Organizado (Fescco) logró, en audiencia inicial, un formal procesamiento con prisión preventiva para José Luis Oliva Meza, por los delitos de almacenamiento de munición de uso prohibido y por uso de documentos falsos.
También se corroboró que sobre él hay pendiente una orden de captura a nivel internacional, por suponerlo traficante de drogas en Costa Rica.
Además, José Oliva Meza (identidad hondureña falsa) procesado por tráfico de drogas y lavado de activos en Costa Rica.
Junto a Oliva Meza, también fue enviada a prisión su esposa, Elizabeth Johan Cáceres, por tráfico de drogas y portación de tarjeta de identidad falsificada.
Fredy Hernán Reyes Sánchez y Santiago Daniel Oliva Cáceres fueron capturados junto al capo “Patrón de Patrones”, quienes ahora guardan prisión y enfrentarán la justicia por el tráfico ilícito de drogas.
Las pruebas presentadas por Fescco son suficiente prueba para el juez con jurisdicción nacional, quien no dudó un momento en enviar a los traficantes a las ergástulas que están en el Primer Batallón de Infantería, en Las Casitas, para evitar posibles escapes.
También los investigadores dieron a conocer que Oliva Meza era el brazo derecho del capo hondureño Wilter Blanco, quien fue capturado en Costa Rica y extraditado a EE UU, donde guarda prisión y enfrenta la justicia.
Oliva Meza quedó al frente de todas las operaciones en Honduras para recibir la droga y transportarla a los Estados Unidos y según se conoció, movía no menos de 30 millones de dólares en droga, los que ocultaba a través de “lavados de activos” con unas empresas de “maletín”, que pronto serán incautadas por la Fiscalía.
Como se recordará, fue la Operación Eclipse que ejecutó la Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico (DLCN), la que permitió ubicar a uno de los narcotraficantes que Interpol tenía en la lista de alerta roja.
Oliva Meza es un nicaragüense, con el nombre de Ruadán Osmar Zamora Valerio, quien en Honduras falsificó la tarjeta de identidad.
La doble identidad dificultó vincularlo a estructuras criminales, pero desde el primero de noviembre que se le detuvo, el rastreo que se hizo confirmó lo que se temía: se trata de uno de los narcos más buscados que operó con Wilter Blanco, extraditado a Estados Unidos.
“Al hacer la búsqueda de información del detenido encontramos que sacó papeles hondureños, eso dificultaba encontrar nexos o antecedentes delictivos”, notificó la DLCN.
Tras un rastreo se determinó que se trata de Zamora Valerio, quien es buscado en Costa Rica, país adonde traficó casi una tonelada de marihuana y legitimó unos 60 millones de colones.
Se hace llamar también el “Señor de los Cielos” y encontró su refugio en Honduras.
Desde aquí operaba en el trasiego de drogas”, explicó un agente antinarcóticos.
Ruadán Osmar Zamora Valerio inició sus operaciones en el narcotráfico en 2006.
Comenzó como logístico del grupo de transportadores que dirigían Barrington Muller Pereira, John Tenorio y Blaine Kandler, refiere un informe elaborado por organismos de inteligencia de Centroamérica y que le seguían la pista a través de la operación Alcatraz.
Salió de Nicaragua y buscó en Costa Rica el lugar para establecerse y desde allí operar.
Pero fue en abril de 2012 que se conoció que Ruadán Zamora tenía interés de trasladarse a Bluefields en Nicaragua para esquivar la justicia en Costa Rica.
“El Señor de los Cielos era acusado de transportar una tonelada de marihuana que le habían decomisado las autoridades de ese país”, dijeron.
Pero de nada sirvieron sus intentos de escapar y fue detenido.
Se le procesó, pero sus defensores lograron que saliera en libertad condicional y fue entonces que se vino Honduras, salió en avioneta y desde ese entonces radicaba en La Ceiba.
Operación Eclipse llevó a ejecutar 18 allanamientos a viviendas en La Ceiba, Atlántida, y en Balfate, Colón.
Las pistas indicaban que en esa zona había un sitio de procesamiento de clorhidrato de cocaína entre las aldeas de Río Esteban y El Bambú, en Balfate, y que operaba desde abril de 2016.
“Toda la información recolectada lo conecta con Wilter Blanco, él quedó manejando muchas de las propiedades de él y le apoyó en el transporte de varios envíos de droga”, explicó un agente.
Junto con Zamora fue detenida su compañera Elizabeth Johana Cáceres Pavón y tres personas más.
Ligan a Zamora en siembra de marihuana en Olancho. Conforme se unen las piezas de los nexos y actividades que ejecutó Ruadán Zamora Valerio en Honduras, los investigadores van encontrando cómo fue trazando una línea de operación que no solo cubrió los departamentos de Atlántida y Colón, sino que se extendió a Olancho.
“Todo apunta que a Zamora se le vincula con un narcolaboratorio y con el cultivo de marihuana que en mayo fue desmantelado en una zona montañosa de Esquipulas del Norte, Olancho.
En ese lugar se destruyeron unas 12,000 plantas y se desmanteló un establecimiento adonde se procesaba pasta de coca”, explicó un agente de la DLCN.
Pero más allá del trabajo de procesamiento de droga se investiga también la red de transporte que montó el “Señor de los Cielos” a lo largo de todo el país, adonde se identifica a varias personas que se ubican en el corredor para llegar a la frontera con Guatemala y El Salvador.
Los tentáculos del nicaragüense llegaron a Panamá, Costa Rica, Nicaragua y Honduras, adonde fue estableciendo operaciones, contactos y adquiriendo diferentes bienes.
En estos países realizaba las negociaciones de los cargamentos de droga, organizaba y financiaba el transporte de la droga.
Ruadán Osmar Zamora Valerio aparece casado con la costarricense Ivania Zúñiga Araya, vecina de Puerto Limón.