Pese a las múltiples aplicaciones didácticas y académicas que poseen los teléfonos móviles, algunos directores de colegios solicitan que se prohíba el uso de ese aparato en las aulas de clases, porque los alumnos le están dando un uso inadecuado.
La sorprendente petición la están haciendo docentes de varios institutos educativos de Roatán, Islas de la Bahía, tras descubrir que los jóvenes permanecen viendo contenidos pornográficos.
Lo anterior fue dado a conocer por la directora del Instituto Arnaldo Auld, quien pidió a la Fiscalía de ese sector insular del país, una intervención para evitar que los adolescentes sean consumidores de contenidos inapropiados.
Asimismo, ha solicitado la asesoría a la Oficina Nacional de Derechos Humanos, para establecer una regulación de los aparatos por el descontrol sexual de algunos jóvenes estudiantes.
“Qué bueno por los avances de la tecnología, pero sucede que los padres no tienen un control sobre sus hijos para el uso de sus móviles”, dijo la maestra a medios de comunicación locales.
Añadió que “hay alumnos que traen sus teléfonos al colegio y lo único que andan es pura pornografía. Entonces, dentro del reglamento de la institución está la prohibición para que los muchachos no traigan teléfonos a la institución”.
La directora, de quien no se dio a conocer el nombre, cuestionó que los padres de familia hayan perdido el control sobre sus hijos, aun cuando existe un compromiso firmado en acta. “Si les compran un teléfono, qué bueno, pero que mantengan la autoridad sobre sus hijos”, reiteró.
Puntualizó que la tecnología ayuda a la educación pero al no supervisarse se convierte en una mala práctica que va en detrimento de la calidad educativa de los jóvenes en formación.
Según estudios de expertos, el teléfono móvil cuenta con aplicaciones de gran utilidad a nivel académico, capaz de sustituir la presencia del docente en el aula, pero ese recurso tecnológico no está siendo aprovechado por muchos alumnos en todos los niveles educativos.