Consternación en el velatorio de La “Baby Policía”

Únicamente por una semana formó parte de la carrera policial, como si la vida hubiese querido concederle, a Alejandra Interiano, su anhelo de convertirse en agente.

Interiano quien murió ahogada, la mañana del martes, en compañía del policía Jacobo Mendoza García, (46), la joven madre Mirna Yamileth Rosales Mejía (22), y su bebé de 13 meses, culminó sus estudios en el Instituto Tecnológico Policial (ITP), el lunes 6 de noviembre y esa misma semana, exactamente el jueves, sus jefes le notificaron que prestaría su servicio en la jefatura número 4 de Santa Rosa de Copán.

“Se graduó un lunes y ya el jueves se presentó a la posta de Santa Rosa para comenzar sus labores. Este era su primer fin de semana siendo policía por eso mi hija decidió venir a ver a sus abuelos sin imaginar que perdería la vida”, expresó el padre de Alejandra, Elvin Interiano.

MUY QUERIDA

Con sus ojos nublados y con una tristeza evidente el señor contó que su hija desde muy niña tenía ese deseo por servir a la patria.

“A sus 18 años cumplió sus sueños, pero los planes de Dios son diferentes, porque su palabra dice: mis pensamientos no son vuestros pensamientos. Solamente Dios puede darnos esa fortaleza para superar la muerte de mi querida hija”. La aplicada y guapa policía era muy especial con toda la familia y sus cuatro hermanas quienes lloran su partida al más allá.

Mucho dolor había en el velatorio de la joven Interiano quien se ganó el cariño de amigos y familiares.

Don Elvin detalló que tenía diez días de no ver a la muchacha, pero que siempre pasaban en comunicación y en una de esas pláticas Alejandra le comentó que se seguiría esforzando por tener un buen rango dentro de la institución policial.

“La meta de ella era la carrera militar y me dijo que quería entrar a la Academia Nacional de Policía (ANAPO), por eso se inscribió primero en el ITP, para trabajar y continuar sus estudios porque me comentaba que quería tener un alto rango”.

Los restos de Alejandra estaban siendo velados ayer miércoles en la mañana en el barrio Las Brisas de Yoro, sin embargo, sus abuelos Blanca Castro y Fidel Garmendia querían que los parientes trasladaran a la muchacha hacia la comunidad de Locomapa, lugar en donde ocurrió la terrible tragedia debido a que ella al entrar el ITP firmó un acta en donde se le consultaba dónde quería que la enterraran si llegara a pasar algún percance en el ejercicio de sus deberes.

La policía María Sandoval llora la muerte de su compañera y amiga Alejandra a quien recordará siempre.

“El cadáver de mi hija será llevado a Locomapa a pesar que todavía no hay paso porque el río sigue crecido, pero los abuelos se responsabilizan de eso debido a que es arriesgado pasarla por el caudal porque no hay otro camino”, aseguró don Elvin.

María Sandoval fue amiga y compañera de promoción de Interiano y dijo a LA TRIBUNA que “fuimos compañeras en el ITP, y a pesar que estábamos en diferentes destacamentos siempre interactuábamos porque era una persona alegre y servicial”. Mencionó que la víctima tenía que presentarse el miércoles a su trabajo, pero nunca llegó. “El viernes anduvimos en San Pedro Sula dando seguridad en el estadio Olímpico por el juego entre Honduras y Australia. El sábado ella viajaba muy contenta hacia donde su familia aquí en Yoro”, manifestó Sandoval mientras lloraba.

Alejandra Interiano portaba el uniforme policial con mucho orgullo y según sus parientes le gustaba ayudar a los demás.

Se detienen

El día del incidente, los que iban a bordo de la patrulla PND 083, supuestamente analizaron la situación antes de aventurarse a cruzar el otro extremo del río Locomapa.

Lo anterior, lo dijeron los dos sobrevivientes Franklin Antonio Reyes y Javier Martínez a su jefe el clase II, Segundo Pérez después de pasar el tremendo susto. “Ellos me dijeron que al llegar a la orilla del caudaloso río deciden detenerse, pero como observaron que cruzaba otro vehículo, tomaron la determinación de pasar, sin embargo, no corriendo con la misma suerte”. Mencionó que su compañero muerto, Jacobo Mendoza García, tenía doce años de ejercer la profesión y deja tres hijos pequeños.  “En el manejo de vehículos tenía siete años de experiencia y nunca había tenido un percance. Lamentamos que haya ocurrido ese accidente y que el niño de 13 meses de nacido no ha aparecido a pesar que los bomberos lo andan buscando río abajo”.

Los restos de la joven Mirna Yamileth Rosales Mejía fueron enterrados ayer en Comayagua y los del agente Mendoza descansan en su lugar de origen, situado en La Paz.

Su belleza era admirada por sus amigos y compañeros.
Alejandra estaría de cumpleaños el 20 de enero.