Por: Nery Alexis Gaitán
La democracia es el sistema político y social que hemos elegido los hondureños. En la democracia se practica la libertad del individuo en todos los aspectos posibles. La democracia participativa es la mejor opción de vida porque el pueblo, a través de su voto y luego de sus representantes, tiene injerencia en el gobierno y puede participar en las grandes decisiones encaminadas hacia el bien de la sociedad.
Es requisito indispensable que los representantes del pueblo sean personas que aboguen por el bien común, por mejorar la calidad de vida de los desposeídos, que en nuestro caso es la mayoría de la población, y no representen intereses económicos o de grupo en detrimento del pueblo.
En Honduras la democracia ha sufrido una serie de problemas debido a que nuestros políticos están reñidos con los valores morales y espirituales; y por lo tanto, la corrupción se ha instaurado en todos los estratos gubernamentales condenando al pueblo a la miseria, a que no tenga empleo, a tener una educación mediocre, a no recibir asistencia en salud como debe ser, etc.
Sería insensato cerrar los ojos ante la dura realidad que vive nuestro pueblo, ocasionada por los políticos corruptos que han hecho de las suyas a lo largo de nuestra historia. Por lo tanto, se hace urgente que la población empiece a pedir cuentas a los corruptos y que estos vayan a la cárcel que es donde merecen estar, sean quienes sean. Se hace necesario validar una democracia más justa y que represente los intereses de los pobres de nuestro país.
Pero, aún con todo, los problemas de nuestra sociedad se pueden mejorar considerablemente eligiendo las personas idóneas, honestas, que tengan una gran sensibilidad social para que trabajen por el bien de los desposeídos y de este país que amamos tanto. Debemos votar por personas que sean amantes de la democracia, que no quieran atentar contra sus instituciones, ni irrespetar las leyes.
No votemos por los corruptos, por los que les han hecho daño a los pobres; los que se han dedicado a dañar la imagen del país a nivel internacional; no votemos por los generadores de la violencia, del caos social, de la anarquía. No votemos por los que dividieron a la familia hondureña. No votemos por los que ya gobernaron y dejaron al Estado en bancarrota, no importa el partido a que pertenezcan.
Esta contienda electoral se resume en votar a favor de la democracia o por el socialismo democrático que propugna el partido Libertad y Refundación (LIBRE). Como aquí todos nos conocemos ya se sabe que Manuel Zelaya, con su mampara Salvador Nasralla, y sus seguidores, lo que desean es volver al poder, instaurar una Asamblea Nacional Constituyente y perpetuarse en el gobierno, tal como lo han hecho todos los mandatarios que siguen esta corriente populista. Volver al desorden social es lo peor que le puede pasar a los hondureños.
Este 26 de noviembre hay que votar conscientemente por aquellos candidatos que planteen las mejores alternativas para solucionar los graves problemas que el país enfrenta. No confiemos en aquellos candidatos que solo presentan propuestas políticas sin fundamento alguno.
Compatriota, vota conscientemente por Honduras y su democracia, tu familia te lo agradecerá.