El Marathón pide suspender de por vida a mexicano de la Comisión de Arbitraje

El Marathón ha pedido multar y suspender «de por vida» al vicepresidente de la Comisión de Arbitraje de Honduras, el mexicano Pedro Rebollar, por las polémicas decisiones del colegiado designado para conducir el miércoles el partido de la liguilla final del Apertura contra el Real España.

El presidente del Marathón, Orinson Amaya, argumentó ante la Comisión de Disciplina Noroccidental del Fútbol Profesional de Honduras, que Rebollar ha mostrado favoritismo hacia el Real España.

Un penalti concedido el miércoles por el árbitro Armando Castro a Real España provocó la suspensión del partido, pues fanáticos invadieron la cancha y reaccionaron con violencia.

Rebollar «pretende influir ilícitamente en el resultado de un partido contraviniendo los principios de ética deportiva que rigen a todas las personas involucradas en el fútbol profesional de nuestro país», expuso Amaya.

Rebollar ha dicho que el partido, que fue suspendido al minuto 71, se debe reanudar con la ejecución del penalti concedido por Castro.

El Marathón, que dirige el argentino Héctor Vargas, pide además una sanción económica a Rebollar equivalente en lempiras a unos 4.255 dólares.

La Liga Profesional de Fútbol de Honduras todavía no ha indicado la fecha para reanudar el partido.

La violencia inició en las gradas del extremo sur del Estadio Francisco Morazán, donde estaban los aficionados del Marathón, entre quienes decenas de enardecidos se abalanzaron sobre un portón de alambre hasta romper el candado e ingresaron a la cancha.

Agentes de la Policía Nacional reaccionaron con bombas de gas lacrimógeno para dispersar a los fanáticos.

El Real España, que tiene como entrenador al uruguayo Martín García, ganaba el partido por 2-0 cuando se produjo un contragolpe de su equipo y el árbitro sancionó el penalti.

El incidente también provocó que se suspendiera el partido de vuelta previsto para este sábado.

Se jugaría este domingo, lo mismo que los dos que debieron disputar Olimpia y Motagua, ambos de Tegucigalpa.

Olimpia y Motagua debieron jugar el jueves y mañana, según el calendario.

Lo ocurrido el miércoles en el Estadio Francisco Morazán se dio en un ambiente tenso y de violencia política que vive Honduras por un presunto fraude que la Alianza de Oposición contra la Dictadura alega que le hicieron a su candidato, Salvador Nasralla, en las elecciones generales del 26 de noviembre.

La Secretaría de Seguridad, en comunicación con los directivos de los cuatro equipos, recomendó que se suspendieran los partidos hasta que se le pueda garantizar protección a sus jugadores, dirigentes, aficionados y demás personas que asisten al estadio.

No se descarta que lo que resta de los partidos de la semifinal y final del torneo Apertura se jueguen en otro país, que podría ser Estados Unidos, o que el campeonato sea declarado nulo, según versiones no oficiales que trascienden en la prensa local. EFE