El suministro de combustible se normalizó a partir de este jueves, especialmente en sectores del país que habían reportado un desabastecimiento por las tomas de carretera que impedían circular libremente el transporte de carga pesada.
Administradores de distintas gasolineras de la capital advertían problemas en sus inventarios debido a contratiempos que enfrentaban los conductores de tanques cisternas con grupos de manifestantes inconformes con los resultados de las pasadas elecciones generales del 26 de noviembre.
El grito al cielo de los consumidores se desató cuando empezaron rumores de escasez de gasolina superior y de diésel, problemática que se extendió a zonas apartadas del país, en especial, los departamentos de Copán, Santa Bárbara e Intibucá, entre otros.
El presidente de la Asociación de Transportistas del Petróleo (Atrapeno), Edgardo Menéndez, confirmó que el abastecimiento se normalizó luego que contingentes militares impusieron el orden y la normalidad en sectores donde imperaban las protestas violentas.
“En San Pedro Sula prácticamente esta normalizado el abastecimiento de combustibles, a Naco y a La Lima, en Cortés, llegamos por la mañana y logramos entrar a Progreso, Yoro, luego que los protestantes fueron retirados, en resumen, estamos normalizando todo el Valle de Sula”, amplió Menéndez.
Las cisternas también avanzaron hacia lugares apartados de La Esperanza, Intibucá y Santa Rosa de Copán. “Vamos despacio a medida que el Ejército logra retirar a los manifestantes, una vez queden despejadas todas las arterias únicamente necesitaremos 24 horas para abastecer todo el país”, agregó Edgardo Menéndez.
250 TANQUES DIARIOS
Según la Comisión Administradora del Petróleo (CAP), dependencia adscrita a la Secretaría de Desarrollo Económico (SDE), en el país se movilizan diariamente hasta 250 tanques cisternas con combustibles hasta las diferentes estaciones de servicio. Cada tanque tiene capacidad de 8 mil galones.
Esas autoridades se mantienen en constante monitoreo de las estaciones de servicio que enfrentan problemas en un intento de acelerar los envíos.
Por su parte, dirigentes del sector gasolinero, confirmaron que en las principales terminales cuentan con 22 días de inventarios, conforme a lo que demanda la ley.
El abastecimiento se normaliza también en lo que corresponde a Gas Licuado de Petróleo (LPG) utilizado por amas de casa en sus cocinas y en restaurantes.
Además, el gobierno garantizó el transporte de productos de consumo popular, entre estos, la leche, lácteos, carnes, huevos y pollo hasta los principales mercados y canales de distribución a nivel nacional.
“Nuestro compromiso es restablecer el suministro de combustible y otros productos de necesidad básica”, certificó el titular de la Secretaría de Desarrollo Económico, Arnaldo Castillo.
El combustible es considerado por analistas como la sangre de la economía, en el sentido, que su escasez afecta a toda la población y que le pasa la factura a todos los sectores productivos del país.
DATOS
La venta de divisas del Banco Central de Honduras (BCH) hasta el pasado 7 de diciembre de 2017 se había destinado principalmente a la importación de combustibles por un monto de 1,284.2 millones de dólares.
Con ese comportamiento, la compra de combustibles, lubricantes y energía eléctrica al cierre de diciembre superaría la factura petrolera de 2016 que fue de un mil 171 millones de dólares.
Una proyección económica establece que esa erogación de divisas podría ser igual a la de 2015 cuando alcanzó 1,356.1 millones de dólares.
Los productos que en mayor medida se importan son el diésel, luego sigue la gasolina y el bunker utilizado para generar electricidad con plantas térmicas.
En menor porcentaje aparecen compras externas de querosén y de Gas Licuado de Petróleo (LPG) para uso doméstico y vehicular. En su Programa Monetario (2017/18) el gobierno reconoce que la factura podría alterarse por alza de precios.