EL EQUILIBRIO EN LOS LLAMADOS

LO que son las diferencias cuando las cosas se ven en “misa de cuerpo presente” o sea en el terreno mismo donde suceden los acontecimientos a cuando se perciben a la distancia, desde afuera, sin más elementos de juicios que las noticias –inclinadas para uno u otro lado– que trascienden o la información suministrada por grupos de interés. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) en Honduras, acaba de pronunciarse en los términos que, a criterio de cualquier observador imparcial, constituye el llamado más objetivo hasta el momento. Antes, para que el amable lector pueda establecer un contraste copiamos el mensaje que unas horas atrás despachaba el uruguayo desde su cuenta oficial: “Honduras: urgimos al Estado garantizar los derechos políticos y los demás DD HH del pueblo hondureño, acatando lo determinado por la misión de observación electoral de la OEA”.

Bien ese recordatorio, ya que es un deber de las fuerzas del orden actuar mesuradamente y con responsabilidad meridiana respetando los derechos individuales y colectivos consagrados en la Constitución. Sin embargo, ¿no le parece raro a cualquier observador independiente que haya podido presenciar la naturaleza violenta de los disturbios, que no haya en el texto anterior palabra alguna dirigida a los grupos políticos que los instigan ni a las turbas que los ejecutan? Ahora bien, los funcionarios internacionales que integran la OACNUDH, están en el país. No cabe la menor duda que han tenido oportunidad de constatar, no lo que les contaron, sino lo que están viendo. Su comunicado, entonces, difiere del anterior. Hacen un llamado al Estado “a adecuar sus órdenes de actuaciones y procedimientos durante las protestas y garantizar que el uso de la fuerza se ajuste estrictamente a los principios de legalidad, necesidad, proporcionalidad y rendición de cuentas”. “Hace –además– un llamamiento a las autoridades a garantizar las condiciones necesarias para que las protestas pacíficas puedan desarrollarse libremente”. “Igualmente, llama a las autoridades a incrementar los esfuerzos iniciados para asegurar la investigación pronta, imparcial e independiente de las denuncias sobre las actuaciones de sus agentes y el juzgamiento y sanción de los eventuales responsables”.

Sin embargo, observe el amable lector el equilibrio y la objetividad: “Asimismo, la Oficina también expresa su preocupación por el empleo de medios violentos en algunas tomas y protestas así como por los saqueos contra negocios y propiedad privada, quemas y ataques contra instalaciones públicas y contra agentes de las fuerzas de seguridad del Estado”. “Puntualmente estas situaciones han resultado en graves daños para personas y bienes y en un número creciente de agentes del Estado que han sufrido heridas de diferente consideración”. “Estas conductas bajo ninguna forma pueden ser consideradas como expresión del derecho de reunión y protesta pacífica reconocido por el Derecho Internacional de los Derechos Humanos”. Hasta allí las reproducciones. Para que cada cual saque sus propias conclusiones.