Policía estudia “raro” artefacto explosivo decomisado en protesta

Agentes especializados en artefactos explosivos desde el pasado domingo 24 de diciembre, estudian la construcción, el mecanismo e impacto de un extraño artefacto explosivo improvisado (AEI) que fue encontrado en un sector de la carretera CA-4, a la altura de la colonia Brisas del Valle del sector Cofradía, departamento de Cortés, capaz de provocar muertes a varios metros de distancia.

El hallazgo ocurrió el 21 de diciembre del año en curso por personal policial asignado a la UMEP (Unidad Metropolitana de Estación Policial) número 6, quienes fueron advertidos de protestas en la colonia en mención, cuando durante las labores para disuadir las manifestaciones en la carretera encontraron la “bomba casera”.

El personal que realizó el peritaje estuvo a cargo del inspector de policía Palacios Ramírez, técnico profesional en explosivos y el agente Castro Ferrera, técnico en explosivos, informó la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), quienes ampliaron que entre los hallazgos de importancia se encuentran en la capacidad de explosiva con quinientos setenta y siete (577) fragmentos metálicos, puntiagudos conocidos como tachuelas o miguelitos.

Lo anterior significa que al ser detonado podría también ocasionar heridas de gravedad al penetrar las tachuelas en cuerpos humanos. Sumado a esos hallazgos, según los expertos, la velocidad de detonación del material explosivo encontrado en el artefacto oscila entre los mil y dos mil metros por segundo (1,000 ó 2,000 m/s).

Esta es la cantidad de pólvora recuperada de la “bomba hechiza” encontrada en la colonia Brisas del Valle del sector Cofradía.

Por lo anterior, la metralla una vez proyectada se convierte en un proyectil que puede causar lesiones graves o en el peor de los casos la muerte. El material explosivo es inestable y sensible al ser expuesto al calor, fricción o al golpe, por lo que hay que tomar medidas de seguridad antes de ejecutar una acción, advirtieron.

Es por esto, que el artefacto continúa en estudio desde la fecha en que se encontró y permanece en custodia de un equipo de la Unidad Antiexplosivos en el laboratorio para más análisis.

“La bomba improvisada” tiene un contenedor o cuerpo que corresponde a ciento noventa y seis (196) capas de papel periódico con un espesor de dos (2) centímetros, confinadas con cinta adhesiva de color negro.

El sistema de ignición corresponde a 222 centímetros de mecha rápida, la cual se quema en un tiempo aproximado de seis minutos y veintiún segundos (6.21), tiempo suficiente para el lanzamiento y posterior fuga.

La cantidad de tachuelas que rodeaban el artefacto explosivo se colocan con la intención de que, al ser detonado, la velocidad las impulse hacia al objetivo para dañarlo.