El Salvador da giro positivo a fin de protección temporal en EEUU

El gobierno de El Salvador agradeció este lunes a Estados Unidos haber concedido 18 meses de extensión al Estatuto de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) para unas 200.000 personas, antes de poner fin al beneficio en septiembre de 2019.
«La administración del presidente Salvador Sánchez Cerén considera que esta decisión constituye un reconocimiento al aporte de nuestros compatriotas que cuentan con dicho beneficio migratorio, al ser en ese país una importante fuerza laboral», declaró la presidencia en un comunicado.
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés) apuntó que, para «garantizar una transición ordenada», los salvadoreños tendrán 18 meses para hallar otra forma de regularizar su situación o irse del país, lo que El Salvador saludó como una «prórroga» del TPS.
«El gobierno salvadoreño manifiesta su agradecimiento al gobierno de los Estados Unidos por este anuncio, el cual reafirma los fuertes lazos de amistad y de cooperación que mantienen como socios históricos», destacó la nota.
El canciller salvadoreño, Hugo Martínez, destacó que su país obtuvo un plazo mayor que otras naciones, como Nicaragua y Haití, que recibieron 12 meses de gracia antes de finalizar su TPS.
«Se nos ha otorgado el período de tiempo máximo que se otorga según la legislación, para que nuestros compatriotas puedan continuar trabajando en Estados Unidos hasta el 9 de septiembre de 2019», destacó Martínez.
Adelantó que su gobierno impulsará gestiones ante el Congreso de Estados Unidos «para lograr una solución permanente» para los 195.000 salvadoreños con TPS.
«Tenemos hacia el futuro inmediato frente a nosotros un gran reto, y ese reto es lograr que se apruebe una legislación que brinde estabilidad migratoria a los beneficiarios de TPS«, enfatizó Martínez.
Además, El Salvador deberá ofrecer «mejores condiciones» dentro del país para evitar la migración en busca de mejores oportunidades en otros países, reconoció el canciller.
En tanto, el director del no gubernamental Instituto Salvadoreño del Migrante (Insami), César Ríos, advirtió que «no estamos preparados para una deportación masiva».
«Ni Estados Unidos está preparado para una deportación masiva, ni El Salvador para recibirlos», resumió Ríos.
El gobierno salvadoreño realizó un intenso cabildeo en los últimos meses para evitar que Estados Unidos cancelara el TPS, vigente para los salvadoreños desde 2001, cuando el país centroamericano fue devastado por dos terremotos.
La economía dolarizada de El Salvador recibió en 2016 4.576 millones de dólares en remesas familiares desde el extranjero, equivalente a 17,1% del producto interno bruto (PIB), según cifras oficiales.
Las remesas, que en 2017 registraron un incremento de 10%, proceden mayoritariamente de Estados Unidos, donde viven unos 2,5 de los cerca de tres millones de salvadoreños que residen en el extranjero.
El Salvador, con escasos 20.742 km2 y 6,6 millones de habitantes, cerró 2017 con 60 homicidios por cada 100.000 habitantes, lo cual lo ubica como uno de los países sin guerra más violentos del mundo.(AFP)