LA OEA Y LOS RECADOS

EN una nota –un tanto inusual para el lenguaje que estilan los diplomáticos– la Misión Permanente de Honduras formula unos reclamos al Secretario General de la OEA. Le objeta que “la diseminación pública de estas comunicaciones –se refiere a los Twitters del uruguayo sugiriendo la repetición de elecciones– que no ofrecen las características de formalidad, causó efectos muy negativos sobre la ciudadanía y la imagen internacional del país y provocó daños personales y materiales incalculables al estimular la polarización de la sociedad hondureña”. Sin embargo, pese a que le solicitan mayor formalidad en las comunicaciones, el uruguayo quizás emulando al inquilino de la Casa Blanca, no cambia su forma de mandar recados. Van otros que transmite, alusivos al zipizape que mantiene con el peruano propietario de la prestigiosa empresa internacional contratada por el TSE para la transmisión y divulgación de resultados electorales, por el “falaz informe de la MOE”, al punto que este decidió recurrir a un bufete de abogados.
La firma legal allá en Washington lo emplaza a “que se tome nota de las deficiencias del informe de auditoría –que sirve de sustento al informe de la MOE– se retiren el informe final y del segundo informe preliminar los hallazgos y conclusiones, y que se emita una disculpa formal y pública”. Así que una vez el Consejo Permanente ignora su solicitud de poner en agenda la discusión del informe de la MOE sobre Honduras en su primera sesión ordinaria, comprendió que la insistencia sería un esfuerzo muy cuesta arriba. Aun cuando ya había desestimado la revisión a la que anteriormente se había comprometido, dizque por extemporánea, el fin de semana hubo un cambio de parecer. Por su cuenta oficial transmitió la rectificación: “La OEA recibió documentación enviada por parte de la empresa que opera sistema de transmisión de datos del TSE en Honduras, cuya relevancia está siendo revisada por técnicos de la Misión Electoral de OEA en Honduras”. Aunque el paso más sorprendente ha sido este último comunicado de prensa: “La Secretaría General de la OEA sostiene, al mismo tiempo, que el marco apropiado para propiciar el ambiente que atienda estos asuntos es la normativa del Sistema Interamericano y especialmente la Carta Democrática Interamericana”. “En ese sentido manifiesta su firme intención de trabajar en el futuro con las autoridades electas de Honduras, en sus tres niveles, Ejecutivo, Legislativo y municipal, en el marco de los acuerdos de cooperación vigentes, el fortalecimiento institucional, y la reforma electoral que permita la conveniencia democrática, justa y solidaria”.
Allí tienen, pues, la declaración no puede interpretarse de otra forma que no sea el ineludible reconocimiento de la Secretaría General de las “autoridades electas de Honduras”. Después que los Estados Unidos –por medio de la portavoz del Departamento de Estado– emitiera su manifestación aceptando la declaratoria oficial del TSE, en forma sucesiva fueron llegando las demás notas de felicitación de los gobiernos de la región. A ninguno de ellos atrasó la reticencia de la Secretaría General. Algunos países como Colombia, México y Guatemala; España en Europa e Israel en el Medio Oriente, se habían adelantado. Sin embargo el comunicado del imperio fue el equivalente de ponerle la tapadera a la olla. Y fin a la larga espera. Los europeos lo hicieron atendiendo el informe –distinto al de la OEA– que emitió la Misión de Observadores de la Unión Europea. (Para que tomen nota que este país –por chiquito y manejable que parezca– no es comida de trompudos).