Tres policías asistirán a audiencia de imputados por abuso de autoridad contra universitarios

Para el próximo 28 de febrero quedó pactada la audiencia de declaración de imputado en la causa que se sigue contra el comisionado de Policía, Félix Adrián Colindres Hernández; y los subcomisionados, Juan Manuel Aguilar Godoy y Marlon Agustín Vásquez Palma.
A los tres policías, la Fiscalía Especial de Derechos Humanos (FEDH) los acusa por los delitos de abuso de autoridad, violación de los deberes de los funcionarios, torturas y detención ilegal en perjuicio de cuatro defensores de derechos humanos y ocho estudiantes universitarios.
El relato de la investigación detalla que, en mayo del 2017, la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) fue tomada por estudiantes universitarios miembros del Movimiento Estudiantil Universitario (MEU).
En ese contexto, las autoridades policiales, entre ellos los hoy encausados, desalojaron a los manifestantes con el fin de recuperar los espacios físicos de la UNAH. Debido a que en el interior de la Alma Máter aún se encontraban varios estudiantes, defensores de derechos humanos solicitaron la intervención del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH), que envió un microbús para retirar a los estudiantes.
Ante esta situación, los integrantes del MEU optaron por salirse por una ventana de los baños del primer piso de la Facultad de Ingeniería y procedieron abordar el microbús propiedad del CONADEH. Estos hechos fueron observados por los elementos del orden, quienes inmediatamente rodearon el autobús conminando a sus ocupantes a salir el vehículo.

A los policías también se les acusa por torturas y detención ilegal de cuatro defensores de derechos humanos y ocho universitarios, en mayo del 2017.

GAS PIMIENTA EN BUS

Ante la negativa de los defensores de derechos humanos y universitarios, los agentes policiales comenzaron a liberar gas pimienta en el interior de la unidad de transporte, pese a que se encontraban las ventanas casi cerradas. Posteriormente, los ocupantes comenzaron a bajar del automotor y les continuaron rociando gas en la cara.
Luego procedieron a detenerlos de forma abrupta, a pesar de mostrar signos de malestar, lo que al final provocó en algunas de las víctimas desmayos y lesiones, sufriendo quemaduras en los ojos.
A los policías se les presentó la acusación en razón que el comisionado y los subcomisionados tuvieron una participación activa en la detención y liberación de gas pimienta en los rostros de las víctimas.