El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, se mostró hoy «muy optimista» ante la posible llegada al país de un mediador de la ONU para iniciar un diálogo que permita una salida a la crisis por un supuesto fraude en las elecciones de 2017.
«Todos los sectores queremos diálogo, ahora tanto (la) ONU como la Organización de Estados Americanos (OEA) y otros sectores están dispuestos a contribuir, espero que ya esta semana vengan algunos facilitadores que quieran ayudar y creo que va por buen camino», dijo Hernández.
El gobernante, en su calidad de comandante general de las Fuerzas Armadas, soldados, oficiales y centenares de feligreses asistieron este jueves a la misa especial para rendir homenaje a la Virgen de Suyapa, patrona de Honduras, cuyo día se conmemora el 3 de febrero.
Hernández dijo estar «muy optimista» ante la posible llegada de un mediador de la ONU, organización a la que la semana anterior solicitó en una carta «apoyo técnico» para iniciar un diálogo que permita encontrar una salida a la crisis generada tras las elecciones del 26 de noviembre de 2017.
En la misiva enviada al secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, el Gobierno hondureño indica que el apoyo técnico de esa organización para un proceso de facilitación del diálogo debe contar «con personas de amplia experiencia, objetividad y credibilidad internacional, como un elemento clave para el éxito del diálogo».
«Cada quien tiene que cambiar» para poder «escucharnos todos», subrayó Hernández, quien dijo que ha pedido a Dios que lo acompañe en su segundo mandato, el que juró el pasado 27 de enero, para «seguir generando un clima de paz, prosperidad» en Honduras.
Hernández convocó a finales de diciembre de 2017 a un diálogo nacional, en el que el excandidato de la Alianza de Oposición contra la Dictadura, Salvador Nasralla, dice que no cree.
La crisis en Honduras por las denuncias de «fraude» en las elecciones hechas el 29 de noviembre pasado por Nasralla desembocó en manifestaciones, muchas de ellas con vandalismo, que han causado al menos 40 muertos y cuantiosas pérdidas materiales y económicas.
Nasralla no reconoce los resultados de las elecciones, las cuales, según el Tribunal Supremo Electoral, ganó Hernández, quien buscaba el poder por segunda vez bajo la bandera del Partido Nacional, y asegura que él es el ganador.
Diversos sectores de Honduras han clamado por una pronta solución a la crisis, que ha dejado decenas de comercios saqueados e incendiados durante las protestas callejeras.
El gobernante reelecto también destacó el papel de la Fuerza Armada y la Policía Nacional en la reducción de la criminalidad y la recuperación de paz en Honduras.
Los policías y militares «arriesgan todo por la paz de la nación» y para «edificar una nueva Honduras«, subrayó Hernández, quien dijo que todos los hondureños deben contribuir en el desarrollo del país.
«Cada uno de los hondureños tenemos que aportar para edificar una nación de hermanos, donde exista esa cercanía, hermandad, entendimiento y que sea un solo propósito», enfatizó el mandatario.
Miles de hondureños comenzaron a llegar esta semana en romería hasta la basílica menor de Suyapa, en el extremo oriental de Tegucigalpa, para venerar a la diminuta imagen, que tiene conferido el grado de capitana de las Fuerzas Armadas de Honduras.
La virgen de Suyapa es una estatuilla de seis centímetros de alto tallada en madera de cedro, que fue hallada, según apuntes históricos, por los campesinos Alejandro Colíndres y Lorenzo Martínez el 3 de febrero de 1747. EFE
El gobernante, en su calidad de comandante general de las Fuerzas Armadas, soldados, oficiales y centenares de feligreses asistieron este jueves a la misa especial para rendir homenaje a la Virgen de Suyapa, patrona de Honduras, cuyo día se conmemora el 3 de febrero.
Hernández dijo estar «muy optimista» ante la posible llegada de un mediador de la ONU, organización a la que la semana anterior solicitó en una carta «apoyo técnico» para iniciar un diálogo que permita encontrar una salida a la crisis generada tras las elecciones del 26 de noviembre de 2017.
En la misiva enviada al secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, el Gobierno hondureño indica que el apoyo técnico de esa organización para un proceso de facilitación del diálogo debe contar «con personas de amplia experiencia, objetividad y credibilidad internacional, como un elemento clave para el éxito del diálogo».
«Cada quien tiene que cambiar» para poder «escucharnos todos», subrayó Hernández, quien dijo que ha pedido a Dios que lo acompañe en su segundo mandato, el que juró el pasado 27 de enero, para «seguir generando un clima de paz, prosperidad» en Honduras.
Hernández convocó a finales de diciembre de 2017 a un diálogo nacional, en el que el excandidato de la Alianza de Oposición contra la Dictadura, Salvador Nasralla, dice que no cree.
La crisis en Honduras por las denuncias de «fraude» en las elecciones hechas el 29 de noviembre pasado por Nasralla desembocó en manifestaciones, muchas de ellas con vandalismo, que han causado al menos 40 muertos y cuantiosas pérdidas materiales y económicas.
Nasralla no reconoce los resultados de las elecciones, las cuales, según el Tribunal Supremo Electoral, ganó Hernández, quien buscaba el poder por segunda vez bajo la bandera del Partido Nacional, y asegura que él es el ganador.
Diversos sectores de Honduras han clamado por una pronta solución a la crisis, que ha dejado decenas de comercios saqueados e incendiados durante las protestas callejeras.
El gobernante reelecto también destacó el papel de la Fuerza Armada y la Policía Nacional en la reducción de la criminalidad y la recuperación de paz en Honduras.
Los policías y militares «arriesgan todo por la paz de la nación» y para «edificar una nueva Honduras«, subrayó Hernández, quien dijo que todos los hondureños deben contribuir en el desarrollo del país.
«Cada uno de los hondureños tenemos que aportar para edificar una nación de hermanos, donde exista esa cercanía, hermandad, entendimiento y que sea un solo propósito», enfatizó el mandatario.
Miles de hondureños comenzaron a llegar esta semana en romería hasta la basílica menor de Suyapa, en el extremo oriental de Tegucigalpa, para venerar a la diminuta imagen, que tiene conferido el grado de capitana de las Fuerzas Armadas de Honduras.
La virgen de Suyapa es una estatuilla de seis centímetros de alto tallada en madera de cedro, que fue hallada, según apuntes históricos, por los campesinos Alejandro Colíndres y Lorenzo Martínez el 3 de febrero de 1747. EFE