República o res pública

Después de siglos en luchas y ensayos Grecia y Roma guiadas por filósofos y otros sabios concibieron los conceptos democracia (poder del pueblo) y república (beneficio de todos). En su evolución histórica esas ideas básicas han experimentado enormes cambios en el orden práctico. Pequeños grupos valiéndose de audacia y codicia sin límites irrespetando las mayorías, decididos a obtener riqueza de cualquier manera, utilizando el sagrado nombre de Jesús, otros mediante hurto, robo o muerte, se han apropiado de los bienes de la nación, mordiendo por un lado, comiéndolos por otro, al extremo que para la absoluta mayoría de la gente solo han quedado los huesos. Esto ocurre en todo el mundo pero aquí se les ha pasado la mano. Viajando por barrios, aldeas y comunidades aisladas de nuestro país, encontramos niños y adultos anémicos, con hambre, rostros y ojos hundidos, aspecto somnoliento que nos recuerda la edad de piedra, gente que no sabe leer ni escribir, que por todo eso su mente no les dice qué hacer y cómo empezar; todo lo dicho es fácilmente comprobable, está a la vista. Mientras unos pocos se dan la gran vida, lucen sanos, ágiles y felices, con recursos hasta para desperdiciar. En esas condiciones Honduras no es república sino res pública; pública porque el saqueo se hace en público, a vista y paciencia de todos. Recordemos a Jesucristo que con todo y su santidad se vio obligado a azotar a los comerciantes que abusaban del templo; en el siglo XXI hay mucho material para construir azotes y millones de instrumentos letales en manos de hambrientos y de otros oportunistas; también recordemos los terribles conflictos de los años 60’s cuando incluso surgieron guerrillas que motivaron a John F. Kennedy a promover la Cumbre Punta del Este, Uruguay, donde los presidentes para resolver los conflictos acordaron impulsar programas de reforma agraria, vivienda, educación, trabajo, salud y otros para mejorar la vida, especialmente de los más pobres. En nombre del Creador, somos hermanos todos, apartemos la codicia y compartamos en paz.
Abog. Armando Matute Fortín
Celular 9548-2089
Tegucigalpa, M.D.C.