Una mujer que se cree que estuvo sepultada viva por error y permaneció inconsciente en el interior de un ataúd por once días, antes de intentar luchar para salir de la tumba de piedra.
Rosángela Almeida dos Santos, de 37 años, parece haber intentado desesperadamente escapar de su cofre de madera, que había sido cerrado con clavos después de que fuera enterrada viva, según versión del Daily Mail de Inglaterra.
Pero ella ya había muerto cuando los miembros de la familia rompieron la tumba el viernes pasado después de que los habitantes del lugar informaron haber escuchado gritos provenientes de su tumba, según los informes.
Imágenes impactantes muestran la conmoción en el cementerio Señora Santana en Riachao das Neves, al noreste de Brasil, cuando los hombres de la localidad sacaron el pesado ataúd y quitaron la tapa.
Algunas personas pidieron llamar a una ambulancia mientras otras tocaron los pies de la mujer y comentaron lo cálida que aún estaba.
Casada, la señora Santos fue declarada muerta por médicos de un hospital el 28 de enero y fue enterrada al día siguiente.
Las personas que vivían cerca del cementerio alertaron a su familia el 9 de febrero, 11 días después de haber sido sepultada, después de escuchar gritos y golpes procedentes del interior de la tumba.
Según los informes, su cuerpo se había dado vuelta y todavía estaba caliente, el algodón que había estado en los oídos de la mujer y las fosas nasales habían salido y tenía heridas en las manos y la frente, lo cual parecía que había intentado luchar por salir.
Había señales de que con las uñas había empujado la tapa del ataúd hacia arriba, y había arañazos y sangre en el interior, aseguran.
Santos había estado en el Hospital do Oeste en Barreiras, en el estado de Bahía, noreste de Brasil, durante una semana después de ser llevada de emergencia por su familia con una gran fatiga.
Ella sufrió dos paros cardíacos antes de morir de «shock séptico», de acuerdo con su certificado de defunción.
Según los informes, la mujer, que estaba casada pero no tenía hijos, sufrió desmayos desde que tenía siete años y tomó medicamentos anticonvulsivos.
Su familia la despidió en un velorio esa noche y la enterraron en una tumba de concreto en el cementerio municipal de su ciudad natal, Riachao das Neves, al día siguiente.
Pero el viernes pasado, los residentes que vivían en la calle al lado del cementerio dieron la alarma después de escuchar gritos, golpes y gemidos provenientes del interior de la tumba de la mujer. La ama de casa Natalina Silva le dijo al sitio web G1 de Brasil que muchas personas habían escuchado gemidos y gritos durante la noche. (Tomado del Daly Mail).
Mujer que fue “enterrada viva” quiso salir del ataúd después de 11 días
