¡Apoyemos a los bomberos!

De nuevo veo en las calles de la ciudad capital a miembros del Cuerpo de Bomberos en su faena de lograr la venta de boletos para la rifa de vehículos y de esta forma agenciarse fondos para hacerle frente a sus muchas necesidades de carácter presupuestario y de logística.
La labor trascendental de esta benemérita institución es inconmensurable y merece el pleno reconocimiento de la sociedad hondureña, la cual debe identificarse con cualesquier acción que conlleve a su fortalecimiento institucional, en este caso en particular con su venta diaria de boletos. El Cuerpo de Bomberos de Honduras se ha ganado el reconocimiento nacional y merece el apoyo decidido y unánime en pro de cualesquier causa o acción que lleve a cabo para su beneficio y fortalecer con ello ese bagaje de sus anhelos, esfuerzos y esperanzas.
Todos los hondureños estamos contestes de la amalgama de actividades que los honorables miembros del Cuerpo de Bomberos están prestos a enfrentar aun a riesgo de su propia vida en el combate a incendios; a atender personas que demandan primeros auxilios; a atender lesionados en accidentes automovilísticos, etc. etc. Su presencia es muy significativa.

El respaldo material y numismático al Cuerpo de Bomberos por parte de los hondureños sin distingos de colores políticos en esta actividad, sin lugar a ninguna duda se traducirá siempre en fortalecer su capacidad de respuesta en sus tareas inherentes y para consagrarse a las mismas con efectividad y hondura. ¡Y qué mejor oportunidad para su reconocimiento, que apoyarlo adquiriendo los boletos que sus miembros ofrecen en la plaza pública!
El Cuerpo de Bomberos nos brinda una magnífica oportunidad a los hondureños por converger a una noble causa. Es la oportunidad propicia para restaurar con creces ese sentimiento del pueblo con que siempre se ha caracterizado por apoyar acciones de este tipo. El Cuerpo de Bomberos es una noble institución que merece el respeto, cariño y calor de la comunidad nacional.
Demostremos al Cuerpo de Bomberos que cuentan con seguridad con un hermano que está y estará siempre presto a brindar su mano en las horas de mayor necesidad. El noble pueblo de Honduras.
Demostremos esa solidaridad de que estamos hechos. Sé que los hondureños son solidarios en las buenas causas y la del Cuerpo de Bomberos es una noble causa. Sin lugar a dudas. En tal sentido insuflamos vida a esta institución.
Y para finalizar identifiquémonos con el pensamiento de Juan Pablo II: “La solidaridad, es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común, es decir, el bien de todos y cada uno, para que todos seamos realmente responsables de todos”.
¡Adelante hondureños, no abandonemos a esta benemérita institución!
¡Apoyémosla sin reservas, la patria nos lo agradecerá!
César Augusto Bonilla Ochoa
Tegucigalpa, M.D.C.