¿Existen las pruebas rápidas de VIH?

Hoy en día, saber si se tiene VIH es bastante sencillo. Colombia ha estado implementando las pruebas rápidas las cuales, en 40 minutos, gracias a un dispositivo similar al de los test de embarazo, detecta los anticuerpos a partir de una gota de sangre, un procedimiento fiable de alta sensibilidad. Si el resultado es reactivo requiere de una prueba confirmatoria posterior.
En el país, según datos del Ministerio de Salud, se estiman que aún 59.359 personas no saben que tienen este virus. En 2017, en Bogotá, se calculó que 24.670 viven con VIH, de los cuales cerca del 30% todavía no lo saben.
Durante junio y diciembre de 2017, la corporación Red Somos, gracias a un proyecto financiado por el Fondo mundial para la lucha contra el sida, la malaria y la tuberculosis, realizó 8.492 pruebas rápidas, en las que 8.357 fueron realizadas a hombres que tienen sexo con hombres y 135 a mujeres transgénero, poblaciones que son priorizadas, ya que se consideran de mayor vulnerabilidad frente al contagio.
Desde este proyecto se obtuvo resultado reactivo en cerca del 5,5 % de las personas que se realizaron la prueba, a quienes se le acompañó para el ingreso al sistema de salud para la confirmación del diagnóstico e inicio del tratamiento.
En la actualidad, la prueba se sigue realizando para estas poblaciones sin costo para el beneficiario, en la que se hace una asesoría Pre y PostTest sobre el VIH, el tipo y la toma de la muestra, en la que aquellos que tiene un resultado reactivo, se le identifican las necesidades entorno a la atención en la salud y protección social y se activan las rutas para la atención en su aseguradora (EPS) según corresponda al paciente.
El beneficio de hacerse la prueba rápida de VIH consiste en una oportunidad para realizar un diagnóstico oportuno en un lapso de tiempo relativamente corto que permita a la persona a acceder a la atención integral a la que se tiene derecho.
Esto significa acceder a tratamiento antirretroviral (TAR), un elemento clave para que las personas que viven con VIH mantengan una buena salud, mejoren su calidad de vida y mantengan una expectativa de vida amplia similar a la de una persona que no vive con el virus.