José Antonio Galdámez, ministro de MiAmbiente

Ya días no se escucha nada de la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (SERNA), ahora MiAmbiente, el nuevo nombre que adoptó en este gobierno. Lo último que se supo fueron escándalos de corrupción, permisos amañados y coimas en todos los procesos. Después de cuatro años al frente de este ministerio, su titular asegura que muchas cosas han cambiado para bien. Se trata de José Antonio Galdámez, un ingeniero forestal, ceibeño de corazón, gran pescador pero malo, según admite, para bailar punta.
¿Qué recuerda de su niñez?
Mi abuela me contaba que yo solo me fui a meter al kínder y le vine pidiendo dinero para matricularme. Me recuerdo desde siempre pescando, hasta quedarme durmiendo en el muelle como todo buen pescador.
¿Qué más hizo?
Vendí pescado, en los buenos tiempos, yo vendía porque servía el “billetillo” (dinero). También vendí gallinitas a siete lempiras la mancuerna, pinochos, trompos, en fin, he vendido muchas cosas, pero todo legal.
¿Y pescaba?
Claro, en las buenas temporadas, jureles, curbinas, sábalos y hasta robalos. Hasta tenía carné de pescador y un cayuco que me compró mi mamá.
Por ser de La Ceiba  ¿quiso ser futbolista?
Quise pero no di bola, al final, terminé jugando volibol.
¿Me imagino que es seguidor del Vida?
Soy seguidor del Vida aunque los cipotes y mi mujer me salieron Olimpia.
¿Baila punta?
Me gusta el carnaval y voy a las ferias de Corozal pero soy duro para bailar punta.
¿Cómo llega a la política?
Por medio de la ingeniera Hilda Hernández (QEPD)  cuando ella era subgerenta de Codefor y yo era presidente del Colegio de Ingenieros Forestales,  coincidimos en la agenda forestal hondureña y me invitó a trabajar con ella.
¿Conocía a JOH?
Yo no conocía al Presidente Hernández, yo a quien conocía era a Hilda en el Curla. Luego me invitó a formar parte del equipo de campaña del movimiento  Azules Unidos.
¿Le asignaron algún sector?
Sí, el llamado Cerro azul en las internas del 2013. Son 76 barrios, el único que ganamos fue el mío. En las generales, me mandaron a Comayagua, perdíamos por siete puntos y ganamos por 8 frente a Libre. Ahorita, en Comayagua, me dieron 5 municipios, los ganamos, o sea que en la parte política he sido efectivo.
¿Cuál es su filosofía en política?
La filosofía mía es no quedarme con lo que no es mío. Si usted quiere ganar en política, no se quede con lo que no es suyo, usted no puede quedarse con una bolsa solidaria ni con el dinero que es para una obra, con ropa, cualquier cosa destinado para los barrios y colonias.
Eso de quedarse con las cosas es una práctica recurrente en política ¿De acuerdo?
Claro, gente que hasta puso pulperías, pero eso no es nuevo, ni de un solo partido, sucede en todos, así es la política hondureña, pero nosotros no trabajamos así.
¿Qué misión le asignó el Presidente en la SERNA?
Dos cosas: Agilizar los procesos de licenciamiento ambiental y quitar la corrupción de ahí: Había  demasiado cobro ilegal. Una más: Cambiarle el nombre porque la gente solo escuchaba Serna y pensaba en corrupción, por eso le cambiamos a MiAmbiente.
¿Posicionó ese nombre?
Estamos trabajando en eso, es difícil, porque cuando la gente se le queda algo en la mente es difícil y más si es malo.
¿Qué halló?
A través de denuncias seguras nos dimos cuenta que los técnicos retrasaban los trámites a propósito para cobrarle a la gente. Había tarifas hasta 10 mil dólares en las Islas de la Bahía.
¿Comprobado?
Claro. Hubo un caso que le cobraban 800 mil, nosotros le dimos el permiso en 15 días y hasta se me acercó para decirme cuánto me debía. Confabulaciones del técnico con los abogados. Por ejemplo, un empresario puso la denuncia por una multa de 600 mil lempiras por derrame de aceite. Yo seguí el caso, fui a ver el derrame, al final, supimos que el técnico había ido, le iba a poner 100 mil lempiras de multa, pero el abogado le dijo que le subiera a 600 mil y luego se repartirían la diferencia.
¿Cuánto tarda un licenciamiento ahora?
Ahora, con el servicio en línea, lo llena en 30 segundos, lo que costaba seis meses. El sistema le dice si puede hacer el licenciamiento y le pide todo los requisitos, en 28 segundos se da cuenta si el proyecto es viable. Le damos una licencia operativa, con ella va al banco a que le den el dinero, luego le damos cuatro meses para que complete los expedientes técnicos.
¿Cuántos casos en mora?
Hallamos doce mil casos esperando, lo bajamos a tres mil, esos que faltan es por falta de impulso procesal, porque los abogados abandonan el caso, pero vamos a mover de oficio o cerrarlos porque no podemos seguir chineándolos.
¿Y esas licencias entregadas a proyectos que nunca arrancaron?
Ahora las estamos quitando y dentro de muy poco se van a eliminar esos proyectos que nunca generaron, que son de maletín, pero no nos corresponde a nosotros porque fue el Congreso que los dio y será el Congreso que los cierre. Nosotros solo vamos hacer la propuesta de cierre.
¿El proyecto que protestaba doña Berta Cáceres fue concesionado legalmente?
El permiso se dio bien en el gobierno de Pepe Lobo, no lo voy a engañar, aunque ellos alegan que no se hizo en base al convenio 169 de la OIT que manda hacer una consulta libre, previa e informada.
¿Se hizo ese procedimiento?
No hay ningún reglamento que establezca cómo se debe hacer una consulta libre, previa e informada, pero sí hay reglamentos que establecen los cabildos abiertos, las consultas de ambiente y son legales, entonces, ante la falta de un reglamento y teniendo la claridad de la ley se utilizaron esos mecanismos.
¿Se puede dar un permiso sin base al 169 de la OIT?
Claro, porque no es consentimiento, es consulta, que son cosas diferentes, al final el Estado tiene la potestad de decidir si lo hace o no.
¿Llenó todos los requisitos?
Todos y hay que diferenciar el tema de licenciamiento con el crimen de doña Berta, eso no se puede aceptar; si alguien tuvo que ver, tiene que pagar, son cosas separadas aunque estén relacionadas con el proyecto.
¿Y los permisos para la diputada Gladis Aurora López que tanto critican?
De igual manera, no sé si el proyecto es de ella o no, porque cuando entra un proyecto a la Secretaría viene con el nombre de una empresa y es difícil saber si es de una persona u otra.
¿Son quisquillosos los grupos indígenas o son justos sus reclamos?
A veces son justos, pero muchas veces son reclamos por intereses personales para los grupos que manejan las organizaciones y hay fondos externos que los impulsan.
¿Usted se entrevistó con dona Berta?
Yo me reuní con ella en dos ocasiones.
¿Y le dijo que la querían matar?
No me dijo eso, me dijo que habían compromisos por parte de la Secretaría que ella había hecho con el gobierno anterior y quedamos de reunirnos de nuevo.
¿Y se reunió?
Sí.
¿Y qué le pidió?
Información de los proyectos de generación hidroeléctrica en general, esa información que le di la usó para denunciarme más tarde en el Ministerio Público.
¿De qué lo acusan?
No sé, porque a mí no me han querido informar, a parte, que la fiscal para las Etnias, tiene mucho criterio personal, fueron a secuestrar documentos pero yo no tengo ningún problema porque actuamos con transparencia.
¿Extirpó la corrupción de la SERNA?
Hasta la fecha no tenemos más denuncias y si hay alguien que sepa algo que me lo diga porque nosotros no hemos tenido más denuncias.
¿Cómo controla ahora la entrega de licencias?
Soy el único que las firma. Si hay algún problema con alguna licencia en este gobierno el responsable soy yo. Hemos firmado 2,157 hasta hace dos semanas y asumo la responsabilidad porque si hubiera delegado se pierde el control, y no es lo mismo ofrecerle soborno a un técnico que a un ministro.
¿Resolvió el problema de las bolas de gas de Omoa?
Está resuelto. Era un problema de competencia entre una misma familia. Dos hermanos se dividieron por el control del negocio y uno de los hermanos ayudaba a la ONG con el tema de las protestas.
¿Y la basura que viene de Guatemala a las playas de Omoa?
Sigue siendo un reto grande aunque el gobierno de Guatemala está colaborando.
¿Por qué no demanda?
Mucha gente pide una demanda pero es más complicado porque se paran los acuerdos de limpieza. El problema es que el 86 por ciento de la cuenca del río Motagua está en Guatemala y hay 23 municipios que no tienen rellenos sanitarios.
¿Usted es de esos ministros que andan con guaruras y patrullas escandalosas?
Para nada, no tenemos ese tipo de excesos. Los buenos consejos de mi abuela me han ayudado en la función pública.
¿Tuvo presiones?
No, mucho menos del Presidente Hernández, nunca me pidió un favor, solo me pidió trabajo y honradez, los cambios que hicimos fue para mejorar.
¿Algún logro en particular?
Echar andar la represa El Coyolar después de dos gobiernos que no pudieron. Tenemos capacidad para 1.6 mega, estamos generando 0.8 megas, la gente no lo sabe.
¿Por qué no funcionaba?
Estaba parada por una turbina, logramos repararla con 100 millones del gobierno de Kuwait y 20 millones del gobierno actual. Estamos condicionando el lugar para turismo, tipo El Cajón. Además, es el primer  gobierno en sacar fuera del país 112 toneladas de productos químicos que estaban almacenados de toda la vida, era una bomba de tiempo.
¿El gorgojo fue real o fue un cuento para sacar madera gratis?
Es real. Y es un reto grande. Siempre hay gorgojo, lo que ya no hay es la cantidad enorme como en el 2015 que veníamos tres años de sequía, eso aumentó la reproducción de gorgojos y atacaron los bosques de pino.
¿Cómo se controló?
Con las rondas de prevención y cambiaron las condiciones climáticas, comenzó a llover.
¿Qué falta por hacer?
Mucho, en especial por reducir las multas por trámites simples ahora que el proceso es en línea. Hay que revisar también los tiempos de la licencia porque si el proyecto dura más de cinco años de lo que permite ahora, y solo presentan los trámites en línea para ahorro de tiempo y dinero.
¿Cuánto de vida le queda al Lago de Yojoa?
Sería irresponsable si le digo cuantos años le queda pero hay reproducción de lechuga que le chupa mucha agua, además del sedimento que le cae de las partes altas, como resultado de tanta deforestación.
¿Menos bosques?
Tenemos menos bosques, no lo puedo negar, son 600 mil hectáreas afectadas por el gorgojo y 32 mil anuales que se pierden por incendios.
¿Su propuesta?
Tenemos una propuesta desde hace tres años que no podemos pasarla: Es tiempo que el sector agrícola y ganadera nos unamos con el forestal, porque ya no habrá más reforma agraria, ya no hay tierra, toda la tierra tiene dueño.
¿Y qué hacer con el INA y el ICF?
Deben juntarse, aquí no hay más reforma agraria, no hay más que inventar. Lo que corresponde es una gran reforma agroforestal para generar empleo, evitar la migración y menos corte de bosque.
¿Se extinguió alguna especie?
No. Más bien tenemos informes de más especies encontradas en el mar, mamíferos acuáticos, aves, tortugas.
¿El Golfo de Fonseca tiene peces?
Estamos impulsando la instalación de domos artificiales en el Golfo de Fonseca porque se ha demostrado que después de dos años mejora el banco de peces. Ya soltamos 50 domos en el Litoral Atlántico.
¿Se puede traer agua de la  represa Nacaome a la capital?
Se puede, para eso es la ingeniería, pero hay que considerar a las comunidades río abajo en Valle, donde la usan para el riego y consumo, es necesario analizarlo para no generar un conflicto social. Lo mejor sería subir la cortina para almacenar más el agua.
¿Tenemos agua para buen rato?
Hay. Pero hay que mejorar los niveles de consumo, responsable y almacenamiento porque casi toda se va parar al mar.
¿Inversiones extranjeras en el sector?
No. Está parado el financiamiento internacional para energía limpia, los bancos no están prestando por el crimen precisamente de doña  Berta Cáceres.
¿Seguirá de ministro?
Estamos esperando lo que diga el jefe (el Presidente Hernández), donde él diga, vamos, no tenemos ningún prejuicio, todo es ganancia.