Se paran autobuses ante zozobra por criminalidad

Los transportistas que cubren las rutas de los municipios de Valle de Ángeles, Villa de San Francisco, Cantarranas, San Juancito y Santa Lucía, Francisco Morazán, paralizaron los automotores debido a la inseguridad y ola criminal, ya que en las últimas 48 horas sufrieron dos asaltos y una persona herida.
De esta forma, los dueños de unidades y operarios, motoristas y ayudantes, le exigen al gobierno que se les proporcione seguridad, porque cada día la situación empeora y prueba de ello son los últimos actos delictivos que han enfrentado con personas heridas.
Los delincuentes les atacan a todas horas del día, pero después de las 5:00 de la tarde el ambiente se torna más peligroso, ya que azotan con más violencia, despojando a los pasajeros no solo de los bienes materiales, sino hasta de su vida en algunas circunstancias.
El lunes dos unidades fueron asaltadas y en una de ellas una persona herida por los malvivientes y ese fue el detonante para que los propietarios de los buses y conductores paralizaran las labores.
Ahora están exigiendo al gobierno que les presten las medidas de seguridad en los buses porque no pueden seguir exponiendo su vida y la de sus pasajeros.
Uno de los propietarios de estas unidades, Gerardo Ochoa, indicó que “queremos que las autoridades nos brinden solución a esto, las medidas que vamos a tomar, no nos conviene tener los usuarios sin transporte”.
“A JALONES”

En las últimas 48 horas han sufrido dos asaltos que dejaron una persona herida y por eso se tomaron medidas drásticas.

En las terminales capitalinas de los buses hacia Valle de Ángeles, Santa Lucía, Cantarranas y San Juancito, los pasajeros esperaron transporte y algunos tuvieron que desistir de sus viajes o pagaron carros particulares.
Y en la entrada a Santa Lucía, Valle de Ángeles y San Juancito los usuarios se movilizaron “a jalones” y otros caminaron para llegar hasta sus trabajos y centros de estudio.
Transportistas, autoridades municipales y policiales de la zona se reunirán para buscar una solución a la problemática que mantiene en zozobra a la población y que afecta la temporada turística de esos municipios.
En varias ocasiones los transportistas se han quejado de la inseguridad, pero nunca han recibido la ayuda que han buscado, pero ahora que hay muertos y heridos y riesgos mayores la preocupación les ha llevado a tomar medidas extremas.
Los pobladores de esta zona esperaron “jalones” para poder llegar a sus lugares de trabajo o estudios

En la reunión se buscaron estrategias para mejorar la seguridad. Algunos ciudadanos como Yaneth Sauceda exigen que “el gobierno saque el Ejército a las calles y hacer algo que anden en las unidades”.
“Cada vez que matan a una persona es una familia que queda enlutada y ellos son los que llevan el pan de cada día al hogar, ya no hay respeto”, manifestó Sauceda.
Personas que se dirigían hasta algunos hospitales de la capital para ver a sus familiares o llevarles algo, no llegaron a la hora que debían, mientras en la terminal de Valle de Ángeles los pasajeros se aglomeraban en una larga espera.
Desde la mañana fueron entre 45 y 50 buses amarillos y ejecutivos o “rapiditos” los que permanecieron estacionados en la entrada a Santa Lucía. (DS)
Entre 40 y 45 autobuses dejaron de circular por el ataque de delincuencia y la falta de seguridad en las rutas.