Voraz incendio arrasa en tres días con 170 hectáreas de área verde

Unas 170 hectáreas de área verde consumió el incendio que se originó el pasado lunes, a eso de las 10:00 de la mañana, en la orilla de la carretera hacia la aldea El Chimbo, en el municipio de Santa Lucía, departamento de Francisco Morazán.
Un 70 por ciento del sector quemado era zacatera y un 30 por ciento zona boscosa.
El jefe regional del Instituto de Conservación Forestal (ICF), Manuel Leverón, informó que “el último dato preliminar que tenemos es que se afectaron alrededor de 170 hectáreas, la mayor parte del incendio se presentó en zacatera, aproximadamente un 70 por ciento y un 30 por ciento en la zona boscosa”.
Según información del Cuerpo de Bomberos, una vez inició el incendio, en un costado de la calle principal de un sector de El Chimbo, rápidamente las llamas se avivaron por las zacateras de la zona, hasta llegar a las faldas de El Trigo, al filo de las 4:00 de la tarde del lunes anterior, lo que activó inmediatamente el Sistema de Comando de Incidentes (SCI).

Con rondas y de forma directa combatieron el fuego los bomberos hondureños, en la zona de El Chimbo y El Hatillo.
Con rondas y de forma directa combatieron el fuego los bomberos hondureños, en la zona de El Chimbo y El Hatillo.

ALERTA FORESTAL

El ICF, integrado por todas las instituciones del Comité Nacional de Protección Forestal (Conaprofor), se dispuso pronto a plantear diferentes estrategias con el fin de combatir los primeros estragos causados por el incendio. Las fuertes llamaradas en varias zacateras de la zona tenían más de dos metros de altura que sirvieron como “gasolina” para exacerbar el fuego inicial.
Los pobladores de El Chimbo y de El Hatillo, totalmente alarmados, informaron a las autoridades del Cuerpo de Bomberos, quienes coordinaron las movilizaciones de ataque para sofocar las llamas con personal del ICF, de la Fundación de Parques Nacionales, la fundación Amigos de la Tigra (Amitigra) y del Comité de Emergencia Municipal (Codem).
Las dos fuerzas de tarea en la etapa de mayor intensidad de las llamas, favorecidas por el fuerte viento, se distribuyeron en las faldas del cerro El Trigo y desde la cumbre de El Hatillo, para reducir el avance de la línea de fuego en uno de los puntos más altos y accidentados en el sector noreste de la capital.
Otro factor que complicó las intervenciones del personal de todas las instituciones involucradas fue el difícil acceso a algunos lugares sumamente inclinados del área forestal, donde algunos troncos y ramas localizados en el suelo, producto de la poda del gorgojo del año pasado, reactivaban las brasas que fueron liquidadas en su totalidad posteriormente.
A los trabajos de los apagafuegos, realizados hasta ayer, en horas de la tarde, por más de 48 horas, se sumaron elementos encargados de las Fuerzas Armadas de Honduras (FF AA), por la vía terrestre y aérea. Desde tres helicópteros, cargados con canastas gigantes llenas de agua, se redujo gran parte del incendio en el bosque de pino, con una topografía irregular.

Aproximadamente 170 hectáreas de área verde, un 70 por ciento de zacatera y 30 por ciento de zona boscosa, fueron afectadas por el voraz incendio.

PÁNICO Y TEMOR

El pánico invadió a gran parte de los habitantes, ya que recordaron el temible incendio del año pasado, en la aldea de El Hatillo, durante el mes de marzo, que redujo a cenizas unas 30 hectáreas de bosque y causó destrozos en varias viviendas de la población cercana.
Durante el incendio se realizaron evacuaciones preventivas en al menos 15 viviendas en riesgo, que al final no fueron amenazadas por las llamas, aunque se encontraban a unos 500 metros del fuego, ya que los bomberos, con rastrillos, azadones y otros enseres, marcaron varias rondas que evitarían cualquier invasión sobre las zonas habitadas. (KSA)

La Fuerza Aérea Hondureña contribuyó a reducir las llamaradas del incendio con agua, desde una canasta de un helicóptero.