Cristiana Nufio Gamero

Por: Segisfredo Infante
Poquísimos detalles conozco de la licenciada doña Cristiana Nufio Gamero, que hoy se encuentra como retirada del “mundanal rüido”. Apenas recuerdo sus relaciones técnicas en los tiempos de los famosos “ajustes estructurales de la economía” de comienzos de la década del noventa del siglo próximo pasado, que fueron impuestos desde afuera, con resultados todavía indiscernibles. Pero creo haberme aproximado un poco a sus desempeños como funcionaria de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, y como persona interesada en el mundo de los libros en las áreas de las llamadas ciencias económicas, preocupada por el destino de los estudiantes universitarios.
Como preámbulo puedo afirmar que me reuní un par de veces con ella y que nunca detecté el interés por destruir el taller de la vieja Editorial Universitaria “Ramón Oquelí Garay”, como sí, efectivamente, era detectable de parte de tres funcionarios prejuiciosos recargados de esnobismo aparentemente “reformista”, que ya ni siquiera laboran en la UNAH. Doña Cristiana Nufio me atendió con toda la amabilidad posible. Ignoro si acaso se trataba de una simpatía natural por mi devoción al mundo de las letras y las ciencias, del cual ella es oriunda por razones y motivos que explicaremos en otro momento.
En este punto es pertinente aclarar, en honor al rigor histórico, que también hubo otros funcionarios de alto nivel que me apoyaron, en unos y en otros momentos, en la vieja Editorial Universitaria, especialmente don Oswaldo Ramos Soto, don Enrique Flores Valeriano (QEPD), don René Sagastume Castillo, don Octavio Sánchez Midence, doña Ana Belén Castillo, don Rafael Suazo, don Miguel Ángel Fúnez (QEPD) y don Manlio Martínez Cantor. Este último propuso en algún instante que “Segisfredo Infante debe coordinar todo el aparato de libros de la Universidad, incluyendo la Librería Universitaria, el Sistema Bibliotecario y la Editorial Universitaria misma”. Tal información me la regalaron personas que estuvieron presentes cuando el gran economista nacional Manlio Martínez Cantor hizo tal propuesta. El disgusto, las envidias y las conspiraciones afloraron como por arte de magia, para entorpecer la existencia de un personaje humilde como el que escribe estos renglones. Sin embargo, “Don Manlio” terminó fuera del esquema universitario, a pesar que había sido el único en proponer (en el contexto de la mal llamada “Cuarta Reforma Universitaria”) una visión de país para el año dos mil treinta, desde los parapetos académicos universitarios. El folleto se lo publicamos nosotros mismos, como una pequeña muestra importante sumada a la cantidad industrial de libros que publicamos mientras me desempeñé como administrador y director de “La Editorial”. Por ahí andan desperdigados los catálogos y listados de libros que fueron publicados en el curso de una gestión en que fui acompañado, hasta cierto momento, por los licenciados Oscar Cerrato y Juan Ramón Martínez, quien después interpuso su renuncia a la rectora Castillo. Creo que publicamos aproximadamente unos mil títulos en un lapso de casi treinta años. Le publicamos, con grandes dificultades técnicas, a todas las edades, disciplinas y a todas las tendencias de pensamiento. Empero, las calumnias y graves distorsiones (sobre todo anónimas y en las redes antisociales) continúan por doquier, a pesar de nuestra regla de silencios esporádicos.
Volviendo a doña Cristiana Nufio Gamero de Figueroa, es indispensable alentarla en su aislamiento para subrayar que gracias a su iniciativa personal como jefa de la Carrera de Economía (y a la de Reina Amaya Montoya), se logró organizar la Biblioteca de la Facultad de Ciencias Económicas, habida cuenta que los estudiantes de economía, y algunos profesores quizás, habían abandonado la lectura de libros indispensables que debe leer todo economista, tal como me lo reafirmó “Julito” Raudales. Para sólo traer cuatro ejemplos podríamos hablar de “Una Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones” del filósofo y economista clásico Adam Smith; “El Kapital” de Karl Marx; y varios libros de John Maynard Keynes y del polaco Michal Kalecki.
Doña Cristiana Nufio Gamero se tomaba el tiempo, dentro de su recargada agenda, de visitar casi todas las semanas la mencionada “Biblioteca de Economía”, y detectar las falencias con el fin de amortiguarlas. La Universidad Nacional Autónoma de Honduras debe comenzar a premiar a sus cuadros excelentes que se desempeñaron, en el pasado, con devoción académica y espiritual. En tal sentido proponemos al actual rector magnífico don Francisco José Herrera Alvarado que bautice a la mencionada biblioteca especializada con el egregio nombre de “Cristiana Nufio Gamero”. ¡!Sea!!