La educación y los móviles

Por: Mario E. Fumero

Estudios realizados recientemente por especialistas en psiquiatría, psicología y pedagogía han detectado y dictaminado que los niños y jóvenes modernos están experimentando una terrible adicción a la tecnología, principalmente al uso de los teléfonos móviles, considerando que esta adicción trae consecuencias sico-emocionales profundas, y conflictos en la interrelación, además de reducir la capacidad de concentración en el adolescente  y la poca actividad física, lo cual conlleva a problemas de obesidad y depresión, junto a otros problemas de conducta.

Este análisis ha llevado a que algunos gobiernos se planteen estrategias para evitar el bajo rendimiento académico de los estudiantes en los centros  educativos públicos. Uno de los países que ha tomado la delantera para resolver este problema ha sido el gobierno francés. El Ministerio de Educación ha decidido regular el uso de los teléfonos móviles en los planteles educativos a partir del mes de septiembre del 2018, alegando que los mismos distraen a los estudiantes, disminuyendo su rendimiento escolar y afectando el aprendizaje. Para ello se le retirarán los teléfonos al entrar a clases, y se les devolverá en horas de recreo y almuerzo, pero no podrán tenerlo en sus aulas.

Esta decisión del gobierno galo está fundamentada en los estudios hechos por expertos, que afirman que por culpa del uso de los teléfonos móviles e inteligentes, el poder de aprendizaje de los estudiantes ha disminuido grandemente en los últimos años, y el mismo no solo afecta el poder de concentración en clase, sino también en las relaciones personales de los alumnos dentro del plantel. Además, el uso de los teléfonos inteligentes priva a los alumnos de la capacidad de razonar, ya que por medio del móvil, y el internet, pueden interactuar para resolver problemas, sin usar su propia inteligencia, anulándose su capacidad de razonar.

Hoy día el uso de la tecnología, que puede ser de bendición en algunos casos, nos puede hacer esclavos, y llevarnos a una adicción igual o peor a las drogas. Es por ello que se hace necesario poner límites a esta, sin llegar al extremo de satanizarlas. Todo tiene su tiempo, y los padres, maestros  y autoridades deben poner límites a la inteligencia artificial que nos puede llevar como dijo Albert Einstein a “una generación de seres humanos idiotas”, porque dejaremos de razonar, para ser esclavos del sistema artificial.

Los hechos evidencian el efecto destructivo del abuso de los teléfonos móviles. Hemos visto el incremento de la obesidad en los niños, debido a que estos pasan más tiempo testeando, que practicando algún deporte, y teniendo una vida física menos activa. También vemos cómo por medio de las redes sociales son víctimas de la manipulación, exaltación a la violencia, y conflictos sexuales. Pero el peor efecto que encontramos en el abuso extremo de la tecnología es la falta de sociabilización y de relación humana entre la familia y con sus compañeros. Por otro lado, la tecnología de los videojuegos, en la mayoría de los casos violentos, es el nutriente de la conducta agresiva de los jóvenes de hoy, los cuales causan muchas tragedias, aumentándose los crímenes, asesinatos y suicidios, principalmente en los menores de 25 años. No cabe duda que las redes sociales son un peligro, porque están siendo usadas por grupos radicales para atraer a jóvenes frustrados a conductas  antisociales.

Vemos también cómo en las iglesias, con el cuento de tener la Biblia en los móviles, muchos tristemente se distraen de las enseñanzas, testeando, y en retiro y campamentos, los celulares afectan la atención de los presentes, para poder alcanzar una verdadera concentración y comunión en la búsqueda de Dios, siendo este medio, el arma de más distracción en la edificación de nuestras vidas.

Faltó añadir que muchos de los accidentes de tránsito son ocasionados por el uso del móvil mientras conducen, y es frustrante hablar con una persona y ver cómo está mensajeando con el celular, sin ni siquiera mirarte a los ojos. Es bueno poner freno a esta esclavitud, porque el abuso de la misma, afecta todas las áreas de nuestro diario vivir.

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