Peaje

Por Armando Cerrato

La revisión al precio del peaje por la empresa COVI Honduras (Concesionaria Vial Honduras) aumentando la tarifa por tránsito de vehículos por tramo carretero entre Tegucigalpa y San Pedro Sula (CA-5), San Pedro Sula y Cortés, no solo ha alarmado a los transportista de carga y viajeros corrientes sino que, ha despertado inquietud en toda la nación hondureña a la que los políticos siguen untándole atole con el dedo.

El alza al peaje por COVI parece haber despertado el sentido nacionalista y de identidad nacional de algunos diputados de oposición que plantean la posibilidad de que el Congreso Nacional haga una revisión del contrato concesionario firmado por el gobierno con estos empresarios considerando que el trato es sumamente voraz, grosero e inequitativo, aparte de que la empresa no cumple a cabalidad con lo pactado más que en su propio beneficio.

La CA-5 es una carretera muy moderna de 4 carriles y fue construida con fondos del milenio por el gobierno central que siempre ha manifestado deficiencias en el mantenimiento de la infraestructura vial en todo el país por lo que decidió concesionarla a empresarios que prometieron mantenerla en perfecto estado, ampliarla en algunas zonas y dar seguridad vial a los transeúntes a cambio del pago por su uso.

Pero el contrato fue aprobado sin mucha discusión y análisis y mucho menos socialización en términos que no dejan beneficios al Estado hondureño y más bien le causan perjuicio brutal y hasta aniquilador a su principal elemento (la población).

Ha habido protestas que no han degenerado aún en violencia contra COVI porque la empresa es protegida fuertemente por elementos de la Policía Nacional preventiva, militar y del orden público y hasta de las Fuerzas Armadas, temiéndose que en una reacción encolerizada los golpeados económicamente y necesitados de usar la vía pública destruyan las casetas, cosa que ya ha ocurrido anteriormente como efecto de protestas políticas.

Con el aumento al peaje se ha disparado hacia arriba el precio de los combustibles y por efecto colateral también la canasta básica, todos los servicios públicos y privados, la mano de obra, los materiales de construcción, las medicinas, las consultas médicas especializadas y privadas, mientras que se ha reducido y se mantiene como política y doctrina gubernamental la reducción del empleo gubernamental en diversos sectores cuya cancelación aumenta considerablemente el índice de desempleo que es sumamente alarmante en esta nación centroamericana, que ya se encuentra considerada una de las más pobres del mundo, con una tasa de endeudamiento externo in crescendo y a estas alturas impagable.

Es un país de proletarios desempleados con una tasa de nacimientos de las más altas de América Latina (4% aproximadamente) y su principal rubro de exportación en los últimos años es de emigrantes, especialmente a Estados Unidos y España, aunque hoy, hay hondureños que se reportan desde el lejano oriente, todos ellos aventurándose por un futuro económico que no pudieron encontrar en su patria, todos ellos remesando dólares y euros contribuyendo así al sostenimiento no solo de sus familias sino del gobierno hondureño mismo.

A las deficiencias antes apuntadas hay que agregar la falta de una instrucción pública adecuada y eficaz con una infraestructura derruida y sin posibilidades de mejorar aunque ahora se exija grado académico universitario aún para los instructores de educación primaria de los cuales hay miles de desempleados luchando por obtener una plaza de las pocas que el gobierno pone en juego y que no son nuevas aperturas sino sustituciones aparte de que muchas han sido canceladas definitivamente. A ello hay que agregar serias deficiencias en el pago de las remuneraciones oficiales a todos los sectores, muchos de los cuales presionan en las calles declarados prácticamente en calamidad económica y pregonando que en Honduras el estado es fallido y quizá tras este somero análisis de la verdadera situación que vivimos los hondureños pueda ser que tengan razón… no cabe duda que Honduras está cambiando.

Licenciado en Periodismo