No te cases si tu pareja hace unas de estas cosas

Es mejor enfrentar estos problemas con tu pareja lo antes posible; no esperes a la boda.

Para las parejas que se han comprometido y tienen planeada una boda próximamente, es importante evaluar su relación antes, no después, de llegar al altar.

En vez de gastarte todo tu tiempo y energía en planear la boda, considera invertir algunos de esos valiosos recursos en tu relación: especialmente si tienes dudas sobre formar una pareja de por vida con la persona con que te comprometiste.

En este artículo, un grupo de terapeutas matrimoniales revelan los comportamientos que son lo suficientemente graves como para posponer la boda hasta que tú y tu pareja puedan resolver sus problemas. Y, si las cosas no mejoran, quizá vale la pena reevaluar su relación por completo.

1. Es frecuente que ponga a otras personas y otros planes por encima de ti

¿Tu pareja te cancela los planes cuando le sale algo mejor con sus amigos? O quizá toma una llamada de trabajo, que no es urgente, cuando están cenando en la celebración de tu cumpleaños. De ser así, quizás es señal de que tu pareja no te da prioridad a ti ni a su relación.

«Las personas se casan por muchas razones», reveló a HuffPost Aaron Anderson, terapeuta matrimonial y familiar. «No siempre se trata de amor. Asegúrate de que no te estás casando con alguien que esté contigo por conveniencia. Te tienes que asegurar de que eres una prioridad. No quieres ser la pareja comprensiva por el resto de tu vida o empezarás a sentirte como su tapete».

2. No tiene buenas habilidades comunicativas.

En lugar de tener una conversación productiva sobre temas difíciles, como sexo, problemas familiares o dinero, tu pareja pelea contigo o simplemente evita esas discusiones. Se ha repetido hasta el cansancio, pero la comunicación de verdad es la piedra angular de un matrimonio sólido. Si no pueden hablar con naturalidad de las cosas difíciles, quizá no estén listos para el matrimonio.

«Los problemas que se crean cuando los conflictos cotidianos no se resuelven, pueden arruinar tu relación», reveló a HuffPost Tina Tessina, psicoterapeuta y autora del libro How to Be a Couple and Still Be Free (Cómo estar en pareja y seguir siendo libre). «Proponte hablar sobre algún tema difícil: necesitas saber qué tan capaces serán de discutir los problemas que surgirán en una vida juntos».

Y si no encuentran una manera de hablar de esas cosas sin que explote una pelea, quizá convenga visitar a un terapeuta de parejas, que podría ayudarlos a mejorar sus habilidades de comunicación.

«Si eso no funciona, probablemente tampoco la relación lo haga», agregó Tessina.

3. Te ha puesto el cuerno.

La infidelidad no tiene que significar el fin, pero ciertamente es algo que debes considerar antes de llegar a la boda. Si tu pareja siente un remordimiento verdadero y está dispuesta a trabajar para descubrir qué la llevó a ser infiel, es una buena señal. Antes de comprometerse, vale la pena evaluar cualquier problema subyacente en su relación, que pudo contribuir a ese comportamiento.

«Aunque no estoy de acuerdo con el dicho, ‘Una vez infiel, siempre infiel’, es necesario que ocurran cambios importantes en la forma de pensar y en el comportamiento para evitar que se repita esa conducta», reveló a HuffPost Kurt Smith, terapeuta que se especializa en terapia para hombres. «Se tiene que comprobar el cambio antes de la boda».

4. Han dejado de tener o incluso hablar de sexo.

A lo largo de una relación, es normal que los niveles de deseo sexual varíen en cada uno. Lo que importa es que tú y tu pareja sean capaces de tener una conversación saludable sobre estos altibajos inevitables, y que además puedan expresar lo que les gusta (y lo que no) en la cama. Si tu pareja se cierra o se niega a tomar tus intereses en serio, es poco probable que estos problemas se resuelvan por sí solos después de que digas «Acepto».

«Si en este momento sientes cierta tensión en su relación sexual, imagina cómo se sentirá cuando pasen varios años», comentó a HuffPost Anderson. «Una vida es mucho tiempo para tener mal sexo. La gente piensa que los problemas sexuales son una razón muy superficial como para cancelar una boda, pero esas mismas personas comprenderán aún menos si esa es la causa de una infidelidad o de un divorcio. Toma la decisión ahora o resuelve ese problema antes de dar el sí».

5. Tiene problemas de adicción: drogas, alcohol o apuestas.

De nuevo, este punto no tiene que acabar con la relación si tu pareja realmente está comprometida con su recuperación. Pero las adicciones que se han tratado pueden poner una presión muy fuerte en una relación, así que no pongas la otra mejilla, no importa cuánto ames a esta persona. Si tu pareja está lista y dispuesta a pedir ayuda, eso es una cosa, pero si sigue en negación, es algo completamente distinto.

«Las adicciones no se resuelven fácilmente», Smith reveló a HuffPost. «Sería un grave error pensar que vas a ser capaz de cambiar esta conducta problemática de tu futuro cónyuge. No puedo sé decirte a cuántas parejas he tratado que dejaron pasar algo así en el inicio porque pensaron que no iba a ser un problema importante».

6. Hace poco pasó por un evento importante en su vida, como un cambio de carrera, una mudanza o enfermedad o muerte de uno de sus padres.

Estas no son razones suficientes como para romper la relación, pero puedes considerar mover la fecha de la boda. Quizá valga la pena posponer la boda hasta que las cosas se estabilicen y algún nivel de normalidad regrese a la vida de tu pareja.

«Tratar de construir sobre una base inestable nunca es buena idea», reveló Susan Pease Gadoua a HuffPost, terapeuta matrimonial y autora del libro The New I Do: Reshaping Marriage for Skeptics, Realists and Rebels (El nuevo ‘acepto’: cambiar el matrimonio para los escépticos, realistas y rebeldes). «Una pareja con la que trabajé tenía conflictos debido a las consecuencias de la enfermedad del padre del marido, lo cual alejó al recién casado de su esposa. Aunque, por un lado, ella lo entendía, por el otro, lo resentía por lo mucho que él tenía que cuidar de su padre. Desde su perspectiva, ese debía haber sido su tiempo de recién casados».

«A su vez, él resentía a su nueva esposa, porque ella no entendía la relación con su padre», continuó Gadoua. «Haciendo memoria, la esposa pudo ver que su esposo no estaba completamente presente el día de su boda y en los meses anteriores. Intuitivamente, sabía que él no estaba en condiciones de casarse, pero pensó que podrían enfrentar la tormenta juntos».

7. Son controladores y emocionalmente volátiles.

Todos tenemos días buenos y malos. En los días malos puede que no seamos las mejores versiones de nosotros mismos, quizás estamos irritables o de mal humor. Pero, ¿el mal comportamiento es la excepción o la regla con tu pareja? Si en la mayoría de los casos tu pareja está teniendo arrebatos emocionales, te trata de controlar (lo cual podría ser una señal de maltrato emocional) o muestra conductas narcisistas, son señales de advertencia importantes que no deben ignorarse, le dijo Smith a HuffPost.

«Cualquier comportamiento de este tipo debe hablarse con un profesional de la salud mental para determinar la importancia», dijo Smith. «Si estos comportamientos, u otros parecidos, te hacen pensar que pueden ser un problema, no debes ignorarlos. Estas son algunas de las principales causas por las que las parejas buscan terapia matrimonial».

8. Están lidiando con problemas de salud mental importantes.

Cada año, casi 1 de cada 5 adultos en Estados Unidos experimenta una enfermedad mental. Es muy común. Pero si tu pareja está lidiando con un problema grave y debilitante, el estrés de una boda solo aumentará la pesada carga mental y emocional.

«Tuve unos pacientes que entraron a terapia premarital un mes antes de la fecha de la boda y con cada sesión, el novio caía en un agujero cada vez más oscuro de depresión», nos cuenta Laura Heck, terapeuta de parejas y creadora de la serie de terapia de parejas en línea ForBetter. «Contrató a un terapeuta individual que se especializa en depresión, quien le recomendó que ingresara a un hospital por unos días para proteger de las autoagresiones. Esta fue una gran señal de alarma y el punto donde debería haber quedado claro que la fecha de la boda ya no era prioridad».

Contra el consejo de Heck de posponer la boda, la pareja se casó días después de que el novio fuera dado de alta del hospital.

«Las bodas pueden ser eventos estresantes; de hecho, una boda obtiene un 50 de 100 en la escala de unidades que te cambian la vida», dijo. «Cualquiera puede sufrir un aumento en la ansiedad o cualquier condición preexistente; sin embargo, los pensamientos suicidas y los comportamientos de autoagresión deberían tener prioridad y detener la decisión de seguir adelante con la inminente fecha de la boda. Mi recomendación es posponerlo y llegar al fondo para saber de dónde vienen estos síntomas».

9. Mantienen secretos.

Supongamos que tu compañero gastó dinero demás un mes o cenó con su ex: ¿Te lo dicen? o ¿no dicen nada y esperan que no lo descubras? Admitir nuestras malas acciones no es fácil; requiere honestidad y vulnerabilidad. Pero, en última instancia, ser sincero sobre estos errores puede ayudar a construir una base sólida para su futuro juntos.

«Mentirle a tu compañero si has roto un acuerdo, hace más daño que romper el acuerdo», le reveló Tessina a HuffPost. «Si cometes un error, di la verdad. Si te equivocas, di la verdad. Si tu pareja es quien se ha equivocado, escúchala sin culparla o enojarte, para que ambos puedan llegar a una solución al problema».

En cualquier relación exitosa, la confianza debe ser mutua, agregó Tessina.

«Según esa definición, si hay un secreto que no quieres compartir, puede que algo esté mal con la confianza que hay entre ustedes», dijo. «Compartir secretos dañinos es una excelente manera de probar la viabilidad de la relación. Yo abogo por compartir todo».