Un día después de matar a su esposa, maestro aparece muerto

JUTICALPA, Olancho. Luego de un día de asesinar a quien fuera su compañera de hogar frente a sus hijos, Winston Guillén (59 años), apareció sin vida en un terreno cercano a la vivienda que ambos compartían.

Según datos preliminares de las autoridades policiales, Guillén pudo haberse quitado la vida, ya que junto se encontraron dos armas de fuego de grueso calibre.

Su cuerpo presentaba señales de haber sido ya devorado por aves carroñeras, sumado con las fuertes temperaturas, que lo tenían en plena descomposición y fue reconocido por las autoridades policiales y el juez del municipio.

La ahora occisa, Milsa Danelia Espinal, de 45 años, originaria de Juticalpa, mientras que su victimario Winston Guillén, quien luego de perpetrar el crimen se dio a la fuga, ambos laboraron en la escuela Rafael Pineda Ponce.

De acuerdo a versiones de algunos vecinos de la familia Guillén Espinal, ellos estaban separados por maltrato doméstico, que con frecuencia vivían, pero Guillén intentaba a la fuerza reconvenir a su pareja para que le dejara volver a su hogar, con la promesa de que todo cambiaria.

Según relatos, minutos después de alguna discusión, los parroquianos cercanos a la vivienda escucharon al menos siete impactos de bala, instantes seguidos uno de los niños salió gritando de forma despavorida pidiendo auxilio, ya que su madre se debatía entre la vida y la muerte en medio de un charco de sangre.

La pareja que se trasladó a Patuca, desde el municipio de Gualaco, en la época del pleito, Nájera-Turcios, ya que era amigo de uno de los que laboraba en una escuela del pueblo, donde ejercían la docencia y procreaban su familia.

El martes anterior un poco después de las 10:00 de la noche, Guillén llegó a su casa a visitar su familia, la cual no veía desde días atrás, producto de un problema de pareja, que estaban viviendo.

En medio de algunas discusiones logró entrar a la vivienda, donde ya descansaba la profesora.