Día de la Madre 2018

Por Jorge Roberto Maradiaga

Doctor en Derecho Mercantil, catedrático universitario
y especialista en Derecho Aeronáutico y Espacial

No cabe la menor duda que el mes de mayo se ha convertido en nuestra querida Honduras, en uno de los meses más importantes, relevantes y trascendente, dada las particulares y especiales celebraciones propias de dicho mes. Como se recordará, el primero de mayo se celebra el Día del Trabajador; el tres (3) de mayo el día de la Santa Cruz; el segundo domingo de mayo y que el presente año es el domingo trece (13) se celebrará con verdadero fervor, entusiasmo y alegría, el Día de la Madre. El 25 de mayo el Día del Periodista; y finalizan las celebraciones del mes justamente el treinta (31) de mayo, consagrado como el Día del Árbol, mismo que hoy en día tiene una importancia capital, dados los abusos sustantivos de gran parte de la población con la multiplicidad de incendios forestales.

A propósito del Día del Árbol, esperamos que este año y sobre todo en su fecha consagrada, haya una reflexión especial y el diseño de una estrategia efectiva y funcional que evite hacia el futuro esa quema indiscriminada e irracional de los bosques, homenajeando de esa manera a quienes han perdido la vida (recuérdese el caso de varios bomberos este año) tratando de evitar ese tan letal y destructivo perjuicio para nuestra querida Honduras.

Independientemente de lo anterior, el Día de la Madre es una festividad que se celebra en honor de las madres en todo el mundo, si bien ello es en diferentes fechas del año según el país de que se trate. Estudiosos del tema puntualizan que su origen contemporáneo se remitiría al “Día de la Amistad de la Madre” y las “Reuniones del Día de la Madre” organizadas en 1865 ó 1868 por Ann María Reeves Jarvis, en que las madres se reunían para intercambiar opiniones sobre distintos temas de actualidad.

Qué felicidad para todos aquellos compatriotas (hombres y mujeres) que tienen la dicha de tener viva a su madre y por consiguiente poder compartir con fervor y entusiasmo este domingo trece tan importante y trascendental celebración, conscientes de que la madre es lo más importante y significativo en la faz de la tierra.

Es procedente recordar, que las primeras celebraciones del Día de la Madre se remontan a la Antigua Grecia, donde se le rendían honores a Rea, la madre de los dioses Zeus, Poseidón y Hades. Igualmente los romanos llamaron a esta celebración Hilaria cuando la adquirieron de los griegos. Se celebraba el 15 de marzo en el templo de Cibeles y durante tres días se realizaban ofrendas.

Los católicos transformaron estas celebraciones para honrar a la Virgen María, la madre de Jesús. En el santoral católico el 8 de diciembre se celebra la fiesta de la Inmaculada Concepción, fecha que los católicos adoptaron para la celebración del Día de la Madre. Aunque no existe una fecha mundial declarada como Día de la Madre, lo importante es que siempre se materializan dichas celebraciones, si bien en diferentes fechas.

Este domingo trece escucharemos expresiones para las madres tales como: Eres la única persona del mundo que siempre está conmigo de forma incondicional. Si te rechazo, me perdonas. Si me equivoco, me acoges. Si los demás no pueden conmigo, me abres una puerta. Si estoy feliz, celebras conmigo. Si estoy triste, no sonríes hasta que me hagas reír. Eres mi amiga incondicional, eres mi orgullo personal. Por ello, se agrega: Me enseñaste a levantarme cuando caía, a disfrutar de los buenos momentos y a sobrellevar los malos, que la paciencia es una virtud, que de los errores se aprende y que con amor todo es más fácil.

Es un hecho comprobado que una madre es capaz de dar todo sin recibir nada. De querer con todo su corazón sin esperar nada a cambio. De invertir todo en un proyecto sin medir la rentabilidad que le aporte su inversión. Una madre sigue teniendo confianza en sus hijos cuando todos los demás lo han perdido.

En el orden personal yo ya no tengo a mi madre. Partió de este mundo terrenal en el año 1978, cuando yo apenas tenía cuatro días de haber salido del país con destino a Buenos Aires, Argentina en donde concreté el doctorado en Derecho Mercantil, una maestría en Asesoría Jurídica de Empresas y una segunda en Derecho Aeronáutico y Espacial, habiéndome graduado con excelentes notas (medalla de oro Facultad de Derecho) pues los estudios se los dediqué con verdadero orgullo a mi querida madre Ángela y creo que ese fue el mejor homenaje que le pude haber hecho, puesto que ni siquiera pude venir a sus actos funerales.

Esperamos que este domingo trece de mayo, las madres sean galardonadas tal como se lo merecen y que ese encuentro sirva para reflexionar en cuanto a la necesidad que existe de que todos asumamos un papel protagónico para que la paz, la tranquilidad, el amor y la confraternidad prevalezcan, tanto en el contexto nacional como internacional. Felicidades queridas madres de Honduras. Saludamos fraternalmente a quienes tienen la dicha y la suerte de compartir tan importante día con sus propias madres.

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