Homilía dominical: Pidamos por nuestras “madrecitas”

El cardenal Óscar Andrés Rodríguez, en la homilía de este domingo que se celebra el Día de las Madres, pidió por todas las mujeres de Honduras que han luchado por sacar adelante a sus hijos independientemente de las dificultades que han tenido.

“En este domingo especial, pidamos por nuestras madrecitas, encomendémoslas a todas”, dijo el cardenal.

“venimos del amor de Dios a través del amor de nuestros padres y que lindo que hoy recordamos a todas las madrecitas, venimos del padre y estamos destinados a la vida plena y eterna. Hoy es un día de fiesta y alegría, los que tenemos la madrecita en el cielo, con la misericordia de Dios, un día nos vamos a encontrar con ellas”, añadió.

Rodríguez reflexionó ante los feligreses que este domingo es el día de la ascensión de Jesús y que así como el hijo de Dios se hizo como nosotros y llegó al cielo, también cada uno de nosotros tiene un destino, una vida plena y perfecta en Dios y en el cielo.

“La Ascensión es el día del triunfo definitivo de los valores humanos, el día de la victoria. Jesucristo aseguró que no nos iba a dejar huérfanos, que siempre iba a estar con nosotros. Estamos llamados a participar en la plenitud, porque el cielo es nuestro destino definitivo”, reflexionó.

El religioso también pidió a los hondureños que dejen de pensar que Honduras es el país más corrupto del mundo.

“No podemos seguir pensando que somos el país más corrupto del mundo, no es cierto, si es cierto que tenemos que luchar contra estos males, pero hay más bien que mal, Honduras no es mala, pero cada uno de nosotros somos responsables para que vivamos en un país mejor”, apuntó.

El Cardenal añadió que para que Honduras sea un país de bien, todos deben ayudar a otros, en especial a que salgan de la pobreza espiritual.

“Nosotros tenemos que pedirle a Jesús que nos ayude a seguir caminando en la vida, que ayude a nuestra Honduras para que no nos quedemos estacionados, pongamos en práctica echar los demonios de nuestra vida, hablemos en lenguas, pero en la lengua del amor”, expresó.