Por Jorge Roberto Maradiaga
Doctor en Derecho Mercantil, catedrático universitario
y especialista en Derecho Aeronáutico y Espacial
Uno de los temas de actualidad es el relativo a la emisión de una nueva tarjeta de identidad, en consideración a que tales documentos datan desde hace varios años. Obvio es que tienen en la actualidad una falencia u obsolescencia de primera y por ende se torna un imperativo la emisión de un nuevo documento de identificación. Es del conocimiento público la iniciativa promovida en tal sentido por el Poder Ejecutivo y que ha sido remitida al honorable Congreso Nacional, convirtiéndose así en un tema de actualidad. La gran pregunta que de momento aflora es: Cuántos millones de lempiras costará la emisión de esa nueva tarjeta de identidad?
En función de la evolución experimentada en el campo tecnológico nuestra sugerencia sería mejor proceder a la emisión de un documento nacional de identidad electrónica, en coincidencia con la tendencia mundial. El mismo cumpliría múltiples papeles o funciones (identidad, licencia de conducir, carnet de estudiante, carnet de seguro, etc.) y reduciría sustantivamente los costos que genera la emisión del documento tradicional (identidad). Este contaría con tecnología similar a la usada en las tarjetas de crédito y un chip que almacenará amplia información del ciudadano.
El mencionado chip contendría las huellas dactilares del titular del documento, así como su firma digital para dar fe de que es él quien verdaderamente realiza una transacción electrónica desde una computadora. La decisión de emitir los DNI en nuestro país responde a la necesidad de actualización y dar seguridad a este documento identificador, utilizando un material blindado contra la eventual falsificación.
El documento de identidad electrónico (DNI-e) también conocido como DNI electrónico o cédula de identidad electrónica es un documento emitido por una autoridad oficial para permitir la identificación de la población de forma personal o virtual. Tiene el tamaño de una tarjeta de crédito y dispone de un chip que permitirá a las personas naturales firmar digitalmente documentos electrónicos con la misma validez legal que una firma manuscrita.
El Documento Nacional de Identidad electrónico (DNIe) es el documento que acredita física y digitalmente la identidad personal de su titular, permite la firma electrónica de documentos y otorga la posibilidad a su portador de utilizar la identidad electrónica en cuantos servicios digitales estén disponibles.
Y como saber si un DNIe es un documento electrónico? Simplemente con analizar su tarjeta física podrá saber si dispone de un DNIe electrónico. Si la tarjeta contiene un chip, está usted en posesión de un DNIe electrónico. Si su Documento Nacional de Identidad se encuentra en vigor, tiene plena validez jurídica con independencia del modelo de tarjeta.
El chip que incorpora el DNIe contiene los mismos datos que aparecen impresos en la tarjeta (filiación, fotografía y firma digitalizada y resumen criptográfico de la impresión dactilar) junto con los certificados de autenticación y firma electrónica, además de un certificado de componente propio del DNIe.
Es procedente destacar de entrada las ventajas del documento de identificación electrónica así:
Aumentar la seguridad del DNIe y reducir los casos de suplantación y de fraude; 2. Firmar documentos electrónicamente sin necesidad de encontrarse físicamente; 3. Ejercer el voto electrónico remoto (esperamos que nuestro país este mecanismo electoral sea empleado en un futuro cercano; 4. Pagar los impuestos “en línea”; 5. Acceder a diversos servicios (estatales o privados) las 24 horas de día, los 365 días del año y desde cualquier parte del mundo.
Como se recordará, en nuestro esquema tradicional, desde que se llega a la edad de dieciocho años, todo compatriota hombre o mujer tiene derecho a que se le expida la denominada tarjeta de identidad, pues es el documento que sirve para identificarse en toda la dimensión geográfica nacional, convirtiéndose por tanto en un documento básico y fundamental. A pesar de las dificultades que en la práctica existen debido a limitaciones presupuestarias y la falta de disponibilidad de la infraestructura tecnológica básica requerida para tornar efectivo su cometido, nuestro documento de identificación sigue siendo ampliamente valorado; pero se torna un imperativo categórico el dar un paso trascendente en su actualización.
Indiscutiblemente, tal como hemos señalado, las circunstancias actuales demanda la emisión de un documento más funcional y efectivo y justamente por ello, hoy en día reiteramos, se habla del documento nacional de identificación electrónica, en el entendido que se trata de un documento único; vale decir, de un documento que lo identificará en todo contexto. Este documento contaría con tecnología similar a la empleada en el caso de las tarjetas de crédito.
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