MIAMI (EFE). La defensa de Ricardo Martinelli anunció ayer que pidió al secretario de Estado de EE UU, Mike Pompeo, que tenga en cuenta las “motivaciones políticas” del caso y no extradite al expresidente panameño, pues el actual mandatario de Panamá, Juan Carlos Varela, es capaz de violar sus “derechos humanos”.
“Pedimos al secretario de Estado que niegue a Panamá la extradición por su naturaleza política”, dijo a la prensa la abogada Inna Shapovalov, quien representará a Martinelli ante esa cartera estadounidense.
La abogada enfatizó que si Martinelli es entregado a la justicia de su país, existe la “posibilidad” de que reciba un tratamiento inhumano, que “sea torturado” por parte de las autoridades y que le violen el debido proceso.
Planteó además que la falta de “independencia” y “corrupción” en el ámbito judicial panameño “incrementa” la imposibilidad de un juicio justo.
La defensa de Martinelli, que está encarcelado desde junio de 2017 en Miami, presentó así detalles de la nueva estrategia ante el Departamento de Estado, que es el que tomará la decisión final de extradición, después de que dos jueces federales dijeran que no hay impedimentos legales para que sea extraditado.
Martinelli retiró la semana pasada el proceso de apelaciones con el que buscaba frenar su entrega a la justicia panameña, que lo solicitó por un caso de escuchas ilegales.