Reseña de La maestra Choncita

Por: Ligia Aguilar

No recuerdo exactamente la primera vez que escuché el nombre de Clementina Suárez. Posiblemente mi madre o padre, ambos educadores y lectores pudieron leerme un poema o hablarme de ella. O tal vez fue uno de los docentes de mi vida escolar que me invitó a conocer a la aclamada escritora hondureña. Realmente no lo recuerdo. Lo que sí quedó muy bien grabado en mi memoria es que solo la evocación de su nombre estaba revestida de un enigma especial, de una serie de episodios de su vida personal, que de una u otra forma se convirtieron en un tipo de leyenda urbana. Más tarde, ya adulta y con un interés particular en mujeres hondureñas destacadas, me puse la tarea buscar información de este intrigante personaje. Para mi grata sorpresa, encontré en una de las librerías de la ciudad,  el libro El retrato en el espejo, de Janet Gold, un ensayo biográfico y literario en torno a la vida de Clementina Suárez, el cual sirvió de referencia principal para el libro que estamos presentando el día de hoy. La niña que nació para ser poeta: Clementina Suárez de la escritora hondureña María Eugenia Ramos.

Este libro hace parte de la colección Pispizigaña de la Editorial Guaymuras, bajo el género de biografía infantil y escrito de forma magistral, a mi criterio, por María Eugenia. Quisiera abordar la relevancia de este obra desde dos perspectivas: una estrictamente pedagógica y otra desde una mirada feminista.

Desde el ámbito de la pedagogía, tenemos en el país una deuda histórica con la niñez hondureña, pues por un lado, desde la Convención de los Derechos de Niñez, ratificada por Honduras en 1990, la niñez tiene derecho a tener acceso a literatura e información general sobre su cultura, su identidad y su historia, y para nuestra preocupación, los libros de literatura infantil, escritos por autoría hondureña son muy pocos y por otro lado, debemos valorar su calidad estética y literaria. (Tengo en mi poder, una colección privada de libros de literatura infantil hondureña que no supera los 60 títulos). También,  la evidencia científica es contundente en cuanto a que acceso a la literatura local es fundamental para facilitar el desarrolla de la competencia lectora. Particularmente desde el enfoque sociocultural del aprendizaje de la lectura, se observa la demanda de que la niñez esté expuesta al lenguaje y entorno que reconoce, tanto en el texto escrito como en las ilustraciones o imágenes que le acompañan. Es decir, cuando se reconoce la cotidianidad del texto escrito, el lenguaje común de su ciudad o pueblo facilita la comprensión de la lectura, pues el lenguaje cobra sentido al trascender de la escuela a las prácticas sociales de la familia y la comunidad.