La “caja de Pandora”: ¿estrategia para elegir al Fiscal?

Por Boris Zelaya Rubí

“Iniciadas las hostilidades de la campaña, aborde el carrusel de la intriga con todo el poderío de un búfalo, y atropelle y maltrate a quien se encuentre a su paso sin contemplación alguna. Arremeta sin piedad contra sus adversarios, y sométalos con el resplandor de la intriga o la fórmula de la corrupción”.

Todos los hondureños que amamos este país estamos tristes, los últimos acontecimientos nos han dejado con una profunda decepción, aunque los inquisidores dan a conocer los errores cometidos en la administración pública, hasta que se han acumulado, es necesaria la profilaxis aún sabiendo que todas las personas involucradas tienes el sagrado derecho a la defensa.

La convulsión a lo interno de los partidos políticos, ha sido aprovechada por las corrientes que no resultaron afectadas, entre los que salieron “premiados” en la rifa de la ¡caja de Pandora!

Nos extraña que no se presenten los actos de corrupción a medida que se van descubriendo, dando la impresión que los acumulan y publicitan con alguna mala intención, aprovechando determinado momento político.

Las acciones contra los que han hecho mal uso de los fondos del Estado deben ser permanentes y a priori, al señalar los casos en masa afectan la imagen del país en el exterior, porque mostramos ante el mundo que no hay políticos honrados y que de repente, hasta necesitamos alguien que tome las riendas del poder. (Hasta aquí nos parece escuchar las carcajadas de Jiménez Mayor).

La vox populi observa con asombro la felicidad y casi celebración triunfal de Luis, el presidente del otrora gran Partido Liberal, que más parece que sus pasos van en contra del jefe de la bancada liberal en el Congreso Nacional. ¿Será motivado por tener el poder del voto en la elección del Fiscal? ¿Qué tal estando en el poder? ¡Exterminaría a todos sus enemigos! Esos resultados dividen a los colorados y les hace cuesta arriba volver a triunfar.

Todos los señalados por acciones contra las arcas por políticos de diferentes colores, tienen que demostrar su inocencia de lo contrario les espera la cárcel o ser sometidos a los castigos que el juez les imponga.

Después de haber visto la participación de la señora representante de la Comisión Nacional Contra la Corrupción parcializada con Luis Zelaya y el expresidenciable Nasralla en un mitin político, pareciera una estratagema bien hilvanada, aunque se hinque y jure que lo hizo a título personal ¡no fue correcto! Sus acciones de ahora en adelante están viciadas por su indiscutible y marcada preferencia por determinados movimientos políticos, lo que la convierte en una persona cuyos resultados de cualquier investigación se pudieran parcializar. Demuestra su ambición de ubicarse en el futuro en la estructura del Estado o a lo mejor está contagiada del protagonismo enfermizo igual al del exdirigente o dueño del PAC.

Hacer campaña proselitista o aspirar a un cargo de elección popular financiado con fondos que no se sabe su procedencia, ha de ser una delicia, pues nadie, nadie en Honduras se mete la mano a la bolsa para gastar de su propio peculio en política, tiene que provenir de contribuciones acompañadas con falsas promesas para acciones futuras que beneficien a sus mecenas.

Por mientras estaremos observando si el desenlace de la “caja de Pandora”, obedece a intrigas bien montadas, con fines de desprestigiar a muchos políticos, sostenemos que la sonrisa de satisfacción de los “verdugos” se puede borrar porque ¡todo ciudadano tiene derecho a la defensa! Aunque las honras quedan manchadas y por mucho menos, han resultado venganzas políticas que se pueden lamentar para siempre. ¡Caiga quien caiga!
De rodillas solo para orar a Dios.