Hijos de mercaderes registran el menor índice de deserción escolar

Involucrarse en la actividad comercial de sus padres no es un obstáculo para que cientos de alumnos sean perseverantes en sus estudios, en distintos centros educativos aledaños a los mercados de Comayagüela.

Son ellos quienes más culminan sus estudios con éxito, su espíritu de superación va más allá de permanecer entre el “mar de gente”, mercancías y vehículos durante jornadas del día, vendiendo con su familia, sin dejar de ir a clases con la meta de obtener un título.

La directora del Instituto Mixto Hibueras, en la cuarta avenida de Comayagüela, Maritza Navarro, manifestó que si bien, los menores de edad no deberían trabajar, ellos colaboran con sus padres que tienen negocios en la zona de los mercados y dan muestras de superación.

“Trabajan en equipo con sus padres, pero no abandonan sus estudios, aquí en el Hibueras hemos tenido esa experiencia con estos alumnos perseverantes”, señaló Navarro, para luego referir que algunos llegan a la jornada de la mañana para luego ayudar a sus padres en la tarde, y viceversa.

No es casualidad que el hijo de una persona que tiene puesto de venta en esa zona comercial se retire de estudiar, porque que tienen una meta de salir adelante y eso son objetivos que cumplen.

Los estudiantes ayudan con el negocio de sus padres y luego se van a clases.

Sin embargo, los más propensos de abandonar las aulas son muchachos que solo estudian, debido a otros problemas sociales, como la falta de dinero o que sus padres no tienen empleo, así como la inseguridad, entre otras circunstancias.

La docente indicó que la mayor parte de matriculados son hijos de comerciantes en los mercados y afortunadamente en sus entorno de trabajo están los centros educativos.

Mientras, alumnos procedentes de colonias como la Izaguirre, San Miguel, barrio Villa Adela, Cerro Grande, Ciudad España y Reparto por Arriba y los bordos del río Choluteca, suelen enfrentar problemas para asistir a clases.

“Nosotros tenemos decenas de alumnos que trabajan con sus padres, se han propuesto graduarse en el Hibueras y seguir estudiando en la universidad, y de esos son miles ya graduados universitarios, entre estos doctores, abogados y licenciados en diversas carreras”, aseguró la directora.

Esta alumna es un ejemplo de superación al apoyar a su madre, justo en un negocio frente al Instituto Hibueras.

La prioridad es abrirles las puertas del centro educativo a todos los niños y jóvenes independientemente de su condición social, aunque al año desertan un aproximado de 80 alumnos de 2 mil 500 matriculados, según estadísticas de ese reconocido instituto de secundaria.

Las autoridades educativas promueven un programa para ayudar a alumnos, que consiste en alimentación y hasta recursos para el trasporte, en un intento de que no se retiren de sus estudios.

Un estudio de la Secretaría de Educación indica que la deserción escolar durante el 2017 superó los 69 mil alumnos, causas relacionadas a la falta de recursos económicos familiares, inseguridad ciudadana y la actividad laboral.

VENDEDORA
“Gradué a cuatro hijos con trabajo hombro a hombro”

Los estudiantes hijos de mercaderes también registran buen rendimiento académico.

Los padres de familia que tienen negocios en los mercados, dan gracias a Dios de contar con una fuente de ingresos, para sacar adelante a sus hijos, aunque los incorporen a sus actividades comerciales con el fin de que no pierdan sus estudios. Uno de los casos es de Balbina Torres, quien tiene un puesto de baleadas en el mercado, donde sus hijos han sido parte del trabajar en equipo y ahora solo le queda una por graduar. “He graduado cuatro hijos en este colegio Hibueras y a ellos todo el tiempo los anduve conmigo trabajando hombro a hombro en este mercado y ahora ellos trabajan en otras ciudades del país, gracias a que les enseñé a salir adelante”, destacó Torres.

DIRECTOR DE ESCUELA
“Niños que vienen de mercados mantienen un buen rendimiento”

Moisés Espinoza, director del Centro Básico Estados Unidos.

El director del Centro Básico Estados Unidos de América, Moisés Espinoza, manifestó que en ese centro educativo tienen baja deserción escolar, debido a que la mayoría de alumnos son hijos de personas que se dedican al comercio en los mercados. “Tenemos una deserción muy baja, porque los alumnos permanecen con sus padres en sus puestos de venta, principalmente los estacionarios, no así los ambulantes porque en ocasiones tienen que moverse hacia otras colonias y se reiteran”, afirmó Espinoza. Añadió que la mayaría de esos alumnos, hijos de padres comerciantes estacionarios, tienen buen rendimiento, pese a que colaboran con los negocios que ellos tienen, se preocupan por sus estudios y eso les ayuda mucho.