Pastoral llama a revertir los síntomas graves de la ecología

Los participantes en la XXIX Asamblea Nacional de Pastoral de la Iglesia Católica: obispos, laicos, religiosas y sacerdotes, emitieron un comunicado en el que destacan que los hondureños debemos de preservar la ecología, la espiritualidad, la palabra de Dios y los documentos de la Iglesia.

Durante la asamblea reflexionaron sobre varios temas en el Centro de Espiritualidad Las Tres Rosas, en Valle de Ángeles.

“Fuimos convocados por la Conferencia Episcopal de Honduras para: Sensibilizarnos sobre las amenazas que atentan contra la casa común de Honduras.Fomentar la formación y espiritualidad ecológica a partir de la palabra de Dios y de los documentos de la Iglesia. Promover y apoyar la organización de nuestras comunidades en el cuidado y defensa de la casa común.

“La eucaristía, centro del universo, foco desbordante de amor y de vida inagotable, fuente de luz y de motivación para nuestras preocupaciones por el ambiente, la celebramos en un clima de fe y de respuesta a la invitación para ser custodios de todo lo creado”.

“Dedicamos una gran parte de esta asamblea a conocer mejor lo que está pasando a nuestra casa común hondureña, los síntomas más graves y dañinos de la crisis ecológica que se manifiestan en: contaminación, basura y cultura del desastre; el cambio climático y su impacto en las condiciones esenciales para la vida humana; los problemas y tensiones en torno al agua potable y segura como derecho humano básico fundamental y universal”.

La pérdida de la biodiversidad en nuestros bosques, ríos, mares y el enorme daño que produce en nuestras comunidades las industrias extractivas.

Con el mensaje del Papa en la Laudato Si, hemos aprendido a escuchar el clamor de la tierra devastada por la deforestación, que provocan grandes empresas, por una agricultura migratoria, la desertificación por los monocultivos,el uso de agroquímicos y por la quema del suelo, pero escuchamos también el clamor de los pobres que claman vivir con mayor dignidad (Cfr.LS. 49).