El cineasta tapatío Guillermo del Toro se despidió ayer de quien fue uno de los grandes pilares de su vida y carrera: su padre Federico del Toro.
El señor, de poco más de 85 años de edad, conocido por sus familiares como “El Güero”, murió ayer por la mañana en un hospital privado en Guadalajara, Jalisco, México, según fuentes allegadas al realizador.
Amigos, colegas, políticos, parientes y el cineasta de 53 años, velaron el cuerpo en una funeraria ubicada en Avenida Vallarta.
Para mantener el duelo en privado, el cineasta rentó toda la agencia funeraria, la cual cuidó que ningún desconocido de la familia ingresara.
Entre quienes fueron vistos al llegar para brindar el pésame destacan Raúl Padilla, Presidente del patronato del Festival Internacional de Cine en Guadalajara, e Ismael del Toro, Presidente Municipal electo de Guadalajara y primo del director.
“Federico es primo de mi padre y persona que estuvo en su juventud muy cercana y por supuesto que es una lamentable pérdida para lo que hoy significa Del Toro para Jalisco, pero hoy vengo en calidad de familiar a darles condolencias“, compartió Ismael.
El director de ‘Crimson Peak’ arribó a la Ciudad el 18 de julio para acompañar a su padre en su estado crítico de salud.
Federico del Toro, empresario automotriz, sufrió un secuestro de 72 días en Guadalajara, en 1998. El cineasta, quien para entonces ya había filmado Cronos y Mimic, optó por llevarse a su familia del País, decisión irreversible, según ha comentado, debido a la inseguridad y violencia latentes en toda la República.
En enero pasado, el cineasta no acudió a la premiación del gremio de Productores de Estados Unidos, donde ‘The Shape of Water’ obtuvo el galardón al Filme del Año, porque viajó a Guadalajara para estar junto a su padre, quien estaba grave de salud.