Inmigrante hondureña de 15 años escapa de centro de detención en EEUU

Completamente sola, la aterrada adolescente se escondió detrás de una caja de herramientas en un taller de automóviles en Homestead.

La inmigrante hondureña de 15 años —que llevaba tres semanas en el centro de detención para inmigrantes menores de edad de Homestead— acababa de escaparse de la vigilancia de empleados de la instalación que la llevaban a una cita médica de rutina con el médico programada para el viernes por la mañana, dijo la Policía de Homestead.

“En cuanto se bajó del automóvil para ir al médico, echó a correr”, dijo el detective de la Policía de Homestead Fernando Morales al Miami Herald el domingo. “La muchacha huyó y se escondió en un taller de mecánica”.

De acuerdo con la Policía, la jovencita estuvo llorando cerca de una hora.

“Estaba muy asustada y se negaba a moverse”, agregó Morales. “Dijo que no quería regresar al lugar”.

La fuga de la adolescente la reportó primero el periódico Washington Post. Según el diario, la chica comparó al Refugio Temporal para Menores sin Acompañantes de Homestead —que queda a unas cinco millas al noreste de la tienda donde se ocultó— con una “prisión”. La joven había cruzado sola la frontera entre Estados Unidos y México el mes pasado.

El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), la entidad que maneja las instalaciones, dijo en junio que el centro de detención de Homestead albergaba cerca de 1,200 inmigrantes menores de edad, entre ellos 70 que quedaron separados de sus padres en la frontera.

La instalación —la segunda más grande de su tipo del país— ha sido protagonista de enormes protestas provocadas por la política de cero tolerancia del gobierno del presidente Donald Trump, algo que ha llevado a que más de 2,500 niños estén separados de sus padres tras atravesar la frontera ilegalmente.

El HHS no quiso hacer comentarios sobre el incidente y se limitó a dar a conocer una declaración. “Como siempre, como una cuestión de política, con el fin de proteger la privacidad y seguridad de los menores sin acompañantes, el HHS no identificará a nadie en particular ni comentará sobre ningún caso en específico”, dijo en un correo electrónico Victoria Palmer, portavoz del HHS.

Tras citar lo dicho por el HHS, el Washington Post afirmó que “109 niños se han escapado de centros de detención de todo el país ‘sin permiso’ entre octubre y mayo y que el departamento les dijo que la mayoría ha regresado a los centros”.

La Policía de Homestead recibió una llamada al 911 por parte del personal de la instalación donde se decía que una adolescente escapó de los empleados que la transportaban a un examen con el oculista”.

La jovencita —cuya identidad no se reveló— fue encontrada dentro de González Auto Center, ubicado en el N. Flagler Avenue, en Homestead.

Poco después, mientras la policía registraba el área, se recibió una llamada anónima en la que se decía que la muchacha estaba en el taller.

“Estaba visiblemente aterrada. Lloraba sin parar y se negaba a irse con los agentes. Dos de los agentes le explicaron en español que no le iban a hacer daño. Lo sabía pero de todos modos no quería volver al centro”, dijo el detective Morales. “Finalmente, la chica cooperó. Los agentes le explicaron que tenían que esposarla”.

Esposada, la policía sentó a la joven en un auto patrullero y la llevó de vuelta al centro de Homestead “sin ningún incidente”, agregó el Morales.

El domingo, Francisco González, dueño del taller, le dijo al Miami Herald que estaba “demasiado afectado con lo ocurrido” para discutir el asunto.

Uno de sus empleados, Elvis López, junto con su hermana, Bertha López, habló con el Washington Post el viernes.

“Tenía mucho miedo. Dijo que era de Honduras, y que no tenía familia”, le declaró al diario Bertha López. “Yo le dije que estaría bien y que trataríamos de ayudarla”.

López localizó a Nora Sandigo, una conocida activista comunitaria que se encarga de ayudar a menores sin acompañantes cuando tienen que comparecer en las cortes.

Sandigo le declaró al Miami Herald que llegó al lugar justo en el momento en que la Policía se iba con la adolescente.

“La chica me dijo por teléfono que ha sufrido mucho en el refugio, que se sentía como si estuviera presa y que todos los otros niños se sentían también muy tristes”, dijo Sandigo, agregando luego que la muchacha no entró en especificaciones.

“Sabemos que algo debió pasarle, pero no sabemos qué fue”.

Vía: el Nuevo Herald