Carlos Izaguirre, el autor de “Bajo el Chubasco”

Rafael Jerez Alvarado.

Su cuna, como la mayoría de los que han sabido triunfar luchando, es humilde. Nació Carlos Izaguirre en la hacienda “La Aserradera”, cerca de Yuscarán, departamento de El Paraíso, el 9 de enero de 1895. Era hijo de D. Vicente Izaguirre y doña Asunción Valladares. Recibió la primera enseñanza en la escuela rural, completándola en Yuscarán. Luego fue cartero, receptor y telegrafista, sucesivamente, de la oficina central de esa ciudad, pasando después como telegrafista de Potrerillos en el mismo departamento.

En 1910, Izaguirre cuya inquietud sentíase contreñida por las limitaciones de un medio sin perspectivas, vino a Tegucigalpa e ingreso como bequista a la Escuela Normal Central, que a la sazón dirigía el Prof. Pedro Nufio donde se graduó de maestro de instrucción primaria, tras de provechosos estudios el 4 de febrero de 1914. El mismo año empezó su docencia como subdirector de la Escuela de Varones y, a la vez, director de la Escuela Nocturna de Artesanos de Comyagüela hasta 1915, que pasó a ser director de la Escuela de Varones de Juticalpa y profesor de física y castellano en el colegio(La Fraternidad). En 1917 fue nombrado inspector técnico de educación de los departamentos de Choluteca, Valle y La Paz, señalándose por su acuciosidad en el desarrollo de sus funciones. Más, con motivo de los sucesos revolucionarios de 1919, dejó ese cargo para dedicarse a trabajar en las fincas de la Cuyamel Fruit Company hasta 1921, año en que estableció negocios comerciales en Puerto Cortés (1923); volvió a Tegucigalpa, pero obligado por razones políticas, emigró a Nicaragua, de donde regresó en 1924 y tomó parte como diputado en la Asamblea Nacional Constituyente. Organizado ese año el nuevo gobierno, el Prof. Izaguirre fue nombrado secretario privado del presidente Tosta, primero, y comandante de armas y gobernador político de los departamentos de Cortés y Tegucigalpa sucesivamente.

Ha sido, además, secretario de la Legación Hondureña en Washington (1925) habiendo desempeñado, por ausencia del ministro, el puesto de encargado de negocios a.i.

Aprovechando su permanencia en la capital norteamericana, realizó estudios de ingeniería en la Universidad de George Washington, haciendo en seguida (1926) un curso de filosofía en la American University, de la misma capital, donde tuvo el honor de actuar, también, en concepto de delegado al Congreso de Periodistas (1926) y al de Marcas de Fábricas (1929).

En julio de 1929, la conocida compañía Pan American Airways, Inc., de Nueva York, nombró al Prof. Izaguirre su representante ejecutivo en Centroamérica y Antillas Mayores, cargo al que renunció a fines de 1930 para colaborar, en calidad de Comisionado del Gobierno de Honduras, en el asunto limítrofe entre este país y el de Guatemala. Más tarde, en 1933 nombrado nuevamente secretario de la Legación de Honduras en Washington, solo ejerció tales funciones durante algunos meses y regresó en 1934 a su patria. El siguiente año fue electo diputado al Congreso Ordinario y, luego, a la Asamblea Nacional Constituyente, en cuyo seno hizo se notar por sus atrevidas iniciativas. Dejó el mismo año su curul de parlamentario y fue comisionado como secretario de la Delegación de Honduras a las Conferencias de Mediación reunidas en San José, Costa Rica, con motivo de atentatorias pretensiones limítrofes de Nicaragua, posteriormente se le nombró inspector general de consulados.

Fue inspector general de consulados y ministro sin cartera del gobierno del general Tiburcio Carías Andino.

A través de su extensa labor periodística ha fundado varios órganos, entre otros, “El Esfuerzo”, en Juticalpa 1917; “La Voz del Sur”, con el poeta Adán Coello en Choluteca, 1918 y “Alba Nueva”, de carácter político. El año siguiente, en colaboración con el recordado periodista Lic. Heriberto Castillo, fundó en Puerto Cortés “El Marino” (1922) y poco después, “El Debate”. Y más tarde (1932), el semanario “La Voz de Trujillo”.

Su producción literaria háyase contenida en varias obras, a saber: “Inquietudes” (1932); “Introducción a la Moral”, “Traducción al Inglés” (1934); “Honduras y sus problemas de Educación” (1935); “Alturas y Abismos” (1935); “Readaptaciones y Cambios”, de carácter político (1936); “Desiertos y Campiña” (1939); y “Nieblas” (1940). Además publicó “Bajo el Chubasco”, novela de contenido sociológico; “Jesús”, interpretación de las doctrinas de Jesús a la luz de las ideas modernas. Obras suyas fueron: “Tallando Símbolos”, “Estudios Biográficos sobre Morazán”, “Cabañas, José Cecilio del Valle, Dionisio de Herrera, José Trinidad Reyes y Álvaro Contreras”; “Tetralogía de la Vida”, en cuatro tomos, así: “Poemas de la Noche”, “Poemas de la Aurora”, “Poemas del Día” y, “Poemas del Crepúsculo”.

En 1929 la Sociedad Panamericana de Nueva York lo condecoró con una medalla de oro, y es miembro honorario de la Sociedad de Escritores de Washington, D.C. y de la de igual índole de Uruguay.

Casó el profesor Izaguirre con la distinguida señorita Julia Tosta, en 1922 y tiene dos hijos: Carlos y Julia, quienes con su madre residen en Washington desde 1925. Posteriormente contrajo matrimonio con la poetisa Margarita Romero Lozano (Mirta Rinza) procreando un hijo, César Augusto Izaguirre.

Falleció en Washinton, siendo embajador de Honduras, el 18 de julio de 1956. Sus restos fueron trasladados y sepultados en el Cementerio General de Tegucigalpa. Fundador de la Institución fue Vicedirector de la Academia Hondureña de la Lengua.

Fuente: Breve Historia de la Academia Hondureña de la Lengua. 1948-1988. Cuadragésimo Aniversario de su Fundación. Rafael Jerez Alvarado