TRANSPORTE SUBSIDIADO A LOS ESTUDIANTES

El rector interino de la UNAH, sobre el reclamo de un nutrido grupo de estudiantes, exigiendo rebaja a los pasajes, ha dicho que se trata de un problema ajeno a la Universidad. Justifica que “no pueden darle órdenes a los transportistas” y lo más que pueden hacer es servir de puente, entre los quejosos y los dueños de unidades, para ventilar el asunto. Nosotros disentimos de ese criterio. El conflicto desatado a partir del incremento en las tarifas de los taxis y de los buses, más bien puede ser la oportunidad para dar solución definitiva a ese problema. Aquí no hay transporte público. No hay tranvías, trolebuses, ferris, ferrocarriles suburbanos, metros operados por el gobierno a nivel nacional o por la alcaldía dentro de la capital. Esa actividad estratégica del Estado ha sido totalmente concesionada; otorgando rutas y licencias a particulares. No solo eso sino que además la subvenciona. Como no existe la competencia del transporte público, los transportistas son dueños y señores de la actividad.

El Estado ha quedado a merced del manejo mercantil en manos de propietarios privados, con las consecuencias de paros y trancas de calles, para presionar incremento de sus ingresos, como los que se sufrieron durante las semanas pasadas. La UNAH perfectamente podría montar su propio sistema de transporte con el fin de favorecer a sus estudiantes. No subrogándolo o subcontratando unidades, sino con un sistema propio. Adquiriendo una flotilla de buses, para brindar pasajes subsidiado al estudiantado con la sola presentación de la tarjeta estudiantil. Así como lo hacen colegios y universidades privadas. Tanto por seguridad como por comodidad. El sistema sería cuasi público, administrado y manejado por la UNAH pero obviamente que los gastos, tanto la adquisición de las unidades como el costo de operarlas y mantenerlas en buen estado, sufragado con los fondos que el Estado le transfiere al primer centro de estudios superiores del país. Solo habría que sacrificar lo cosmético para invertir en lo esencial. La UNAH, aparte de la matrícula que cobra a sus alumnos, para su sostenimiento recibe transferencias millonarias equivalente al 6% obligatorio de los ingresos del Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la República. Este para este año fiscal es de 243.1 mil millones de lempiras. El total de los ingresos son 140 mil 750 millones 549 mil 243 lempiras. Así que de allí puedan calcular las sumas transferidas por el gobierno a la UNAH.

Estimula conocer que la propuesta formulada por La Tribuna, en este mismo espacio editorial –a la vez divulgada por otros medios de comunicación– fue bien recibida por los jóvenes. Las cámaras de LTV, en una improvisada encuesta, fueron a auscultar pareceres al campus universitario y no hubo uno que no recibiera la idea con beneplácito. Tanto de parte de los muchachos que han propiciado tomas de instalaciones y tranca de calles, exigiendo rebaja a la tarifa del transporte como de los que recriminan la paralización de actividades en la UNAH por la pérdida de clases. (Hay otros temas en la agenda motivo de intranquilidad, que han venido siendo postergados, como la elección estudiantil). Lo anterior en lo atinente a la UNAH. Pero la iniciativa va más allá. Si por otro lado el gobierno adquiriera otra flotilla de buses bonitos –grandes, medianos y pequeños dependiendo la ruta que vayan a cubrir– también con pasajes más baratos a los estudiantes, ya no solo a los universitarios, sino a los otros niveles educativos –pagados del subsidio que dan ahora al transporte particular– ese sería el inicio de un sistema de transporte público. Mientras instalan la red ferroviaria estatal y municipal.