Señas de identidad y vergüenza

Por: PG. Nieto
Asesor y Profesor C.I.S.I.

La identidad son los rasgos, atributos y características que diferencian a cada persona del resto. Su físico, escritura y lenguaje. Forma de ser y personalidad frente al entorno, el mundo y la vida. Su ética y moral, escala de valores y prioridades. Podemos conocer las señas de identidad de los políticos haciendo un seguimiento de sus conductas, para formar mapas mentales identificando atributos, conocimientos sobre política, liderazgo, y empleo del neolenguaje como herramienta de manipulación bajo máscaras de honorabilidad y servicio al pueblo.

El año lo iniciamos escuchando a refundadores, dummies y mesías salvadores profetizando sobre el fracaso político de JOH. Sentenciaron que no sería reconocido por la comunidad internacional; que el pueblo no le permitiría ponerse la banda presidencial; coaccionaron con una insurrección, alentaron un paro nacional mientras ellos acudían a sus puestos de trabajo… Llevan diez meses torpedeando la gobernabilidad, utilizando problemas coyunturales para justificar su verborrea apocalíptica del gobierno ilegítimo, alejando la inversión lo que retroalimenta su estrategia incendiaria depredadora.

Terminamos el año con el anuncio de que “en menos de 180 días” presenciaremos el advenimiento de la Ley Magnitsky. Una “lista negra” inquisitorial, sin valor jurídico, con nombres de supuestos corruptos, quienes serán inmisericorde condenados a la hoguera por los tribunales mediáticos. Mateo 24:42 “Velad, porque no sabéis el día ni la hora cuando llegará…” Pues estamos en vela desde el 27 de noviembre, 2017, esperando que estos cantamañanas acierten alguna vez ¿qué dirán cuando JOH no aparezca en la lista? Utilizaran el discurso palíndromo: “EE UU lo protege, por el momento”. Como decía Napoleón: “Cuando el enemigo se equivoca no lo distraigas”.

Dos ejemplos de vergüenza política. Caso 1. Una diputada pasa la hucha entre sus compañeros solicitando dinero para que los alumnos de un colegio de Yoro puedan celebrar el Día del Niño. Un diputado de Libre muestra 21 lempiras y haciendo un movimiento de prestidigitación deposita 1 y se guarda 20. Otro diputado nacionalista alarga hacia la hucha la mano cerrada, la abre sobre la ranura haciendo el gesto de echar dinero, observándose que la mano siempre estuvo vacía. Diputados mostrando sus señas de identidad para con la infancia, tras el brutal aumento autoinfligido en sus nóminas…

Caso 2. A cuenta de los desfiles, y la participación ilusionada de nuestros inocentes chigüines, Luis Zelaya escribe: “Enorme estupidez vestir niño de agente de la ATIC en desfile patrio, portando armas, chachas y rostro cubierto. No sean serviles ni ridículos. Escuelas sin mobiliario con carencias elementales de infraestructura y modelo educativo es fallido. Así no se construye patria”.

Pasados unos días Salvador Nasralla le copia, como hiciera en la petición del diálogo a Naciones Unidas. Escribe: “Por qué obligan a los niños a desfilar con uniforme militar y armas de guerra. Qué mensaje quiere mandar el que usurpa el poder en Honduras. Dejó de ser una democracia Honduras y es ahora una dictadura”.

Desde la embajada norteamericana, Heide Fulton, les responde: “Trabajemos juntos para garantizar a los niños el bienestar, protegiendo sus derechos”.

Obsesionados con JOH, contaminan la fiesta nacional, desfiles infantiles, actos cívicos y la convivencia pacífica con porquería mediática. Cuestionan a los padres por “hacerle el juego al dictador” al complacer a sus hijos. Pretenden que el pueblo declare el boicot a las fiestas patrias saliendo a las calles a protestar… ¿Por qué? ¿Por quién? ¿Por ellos…? ¿Cuáles armas de guerra y uniformes militares portan los infantes? ¿A caso siendo niños no se juega con espadas de madera y pistolas de plástico? ¿No se utiliza vestuario de soldado romano, cowboy o indio Lempira? ¿Cuál es el precio que piensan hacer pagar al pueblo hasta agenciarse la banda presidencial? Ensucian con politiquería vulgar la inocencia del niño, ilusionado por desfilar…, vestido de lo que quiera.

Manipuladores maliciosos del lenguaje. Enfermos espirituales que muestran sus señas de identidad y vergüenza. Bien que les interpeló Jesús, en Mateo 18:6 “Al que escandalice a uno de estos pequeños, más le vale que le cuelguen al cuello una piedra de molino y le hundan en el fondo del mar”. El hondureño promedio no sabe lo que está pasando realmente, lo peligroso es que no sabe que no lo sabe.

“La manipulación mediática hace más daño que la bomba atómica, porque pretende destruir el cerebro”. -Noam Chomsky-