Libre generador de violencia

Por Nery Alexis Gaitán

Una vez más, acudimos al pobre espectáculo al cual el partido Libertad y Refundación (Libre) nos tiene acostumbrados. Rayar paredes, generar violencia y, el consabido mensaje antipatriótico, estuvieron presentes en este nuevo aniversario de la independencia. Ausente estuvo el discurso a favor de la democracia y el interés por mejorar las condiciones de vida de los pobres de Honduras.

Ante el desvalorado proceder de esta agrupación, ya habíamos reflexionado que todo partido político que manifieste representar intereses nacionales, debe actuar conforme a un ideario patriótico que le permita tener aceptación entre la hondureñidad. Amar a Honduras, a los hondureños y su democracia, debe ser la prioridad de toda agrupación política que promulga defender los intereses de las grandes mayorías.

Respetar la Constitución y demás leyes y las instituciones democráticas es una prioridad en todo partido político, recalcamos, que le interese el bienestar del país y de los hondureños. Al menos eso es lo que se espera de todo partido que dice ser la voz de las mayorías desposeídas. Enfatizamos lo anterior porque es el punto de partida del mejoramiento de Honduras.

Pero la violencia que ha caracterizado a los seguidores del partido Libertad y Refundación, (Libre), deja muy en claro que no están interesados en el bienestar de la nación y de los hondureños con menores posibilidades de acceder a una mejor condición de vida. Desde su aparición en el escenario político nacional este partido ha ocasionado dolor, amarguras e inestabilidad política y social.

Su discurso, que hay que eliminar la Constitución vigente, desaparecer las instituciones democráticas y refundar al país, no es de simpatía entre los patriotas hondureños que aman la democracia. Sobre todo porque a todas luces se sabe que al llegar al poder tratarían de perpetuarse en él indefinidamente, siguiendo los dictados del “socialismo del siglo XXI”.

Al llegar al Congreso Nacional, en vez de dedicarse a legislar para el bien del país, para variar se han dedicado a crear desórdenes de todo tipo y a destruir material del Estado. La “oposición democrática” que en su momento dijeron que iban a realizar, solo quedó en palabras porque algunos diputados ya han establecido compromisos con el partido de gobierno y los demás, en vez de seguir los procedimientos parlamentarios, solamente están interesados en desarrollar su agenda política que solo contiene intolerancia y violencia de todo tipo.

En verdad da lástima ver que los diputados de Libre tienen como único propósito seguir dañando al país de todas las formas posibles. En la crisis postelectoral estuvieron en primera fila promoviendo el caos y la violencia.

Es triste evidenciar que la agenda política de este partido solamente contempla eliminar la incipiente democracia que tenemos, y de paso abolir las instituciones que la sustentan. Es cierto que el país arrastra una serie de problemas de naturaleza social, nadie lo va a negar, pero eso no los faculta para generar toda la violencia posible y en vez de plantear soluciones generan más problemas.

El discurso desvalorado de los “dueños” de Libre solamente llama a la inestabilidad social. En ningún momento abordan los problemas de nación, ni cómo mejorar las condiciones de vida de los que más lo necesitan. Ha sido notorio, a lo largo de su corta vida política, que solamente les interesa volver al poder a costa de lo que sea para beneficiarse grandemente. Al respecto, no hay que olvidar el desastre de gobierno que fue el “Poder Ciudadano”.

El pueblo hondureño ya está cansado de esta agenda política que no le presenta soluciones de ningún tipo a sus necesidades.

Solo violencia al por mayor. Pero, como resultado de su accionar apátrida, cada vez están perdiendo apoyo popular como quedó demostrado en la raquítica marcha paralela del 15 de septiembre pasado.

¡Los hondureños merecemos vivir en paz y en democracia!